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La tierra del cochero azul

La tierra del cochero azul

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En el camino de la costa de Varadero, cerca de Carboneras, vivía un cochero llamado Martín Colorinho, que tenía dos hijos, un perro sato, un caballo blanco y un coche viejo. Lambda 525, un coche, del color de la naturaleza. Hola, ¿qué tal? Soy Ando Míndez y te invito a escuchar Lambda 525. Efectivamente mis amigos, El Cochero Azul, una de las obras más conocidas de Dora Alonso, quien además de haber sido cubana por vocación, fue una excelente narradora, poetisa, dramaturga y periodista. Hoy queremos conversar un poco acerca de la relación que guarda la presente obra literaria de la escritora matancera con el poblado de Carbonera y el área protegida Refugio de Fauna Laguna de Maya. Según la autora, El Cochero Azul, o mejor dicho Martín Colorinho, quien de tanto mirar al mar durante años, deseaba que todo cuanto lo rodeaba fuese de color azul. En el relato nos cuenta que Martín terminó por teñir de ese color al perro y al caballo, quienes lo acompañaban junto a sus hijos en un viaje lleno de aventuras. Así, personajes fantásticos, animales y seres humanos convivían con la naturalidad con la que a un niño le otorga vida a sus seres imaginarios. Pero, ¿quién era exactamente El Cochero Azul y cómo surgió el personaje? Escuchémoslo precisamente en la voz de Dora Alonso. Yo tenía un vecinito de tres años que desde pequeñito le gustó pintar. Cuando yo me sentaba en mi máquina a hacer mis novelas radiales o mis cuentos, él cogía una hoja en blanco, se echaba en el suelo con su tete puesto y me pedía un lápiz para hacer dibujos. Y una vez el lápiz que yo tenía a mano era un lápiz azul y se lo di. Él se puso a dibujar y al poco rato me dijo, mira lo que dibujé, y me enseñó un dibujo primoroso a la edad de tres años y medio o cuatro, que era un coche, un cochero, dos niños y un perrito y el caballo, y todo lo había pintado de azul. Y era tan gracioso, tan hermoso lo que había dibujado aquella criatura, que me dije, algún día yo voy a escribir un cuento para niños que se llama El Cochero Azul. En el audio que escuchamos anteriormente se hace evidente la intención de Dora de querer escribir un libro para niños basado en un dibujo de su pequeño vecino. Sin embargo, aún no nos queda claro el por qué la escritora escoge un lugar de la costa cercano al pueblo de Carbonera como la tierra y el hogar de este peculiar personaje azuloso. Pero si continuamos incursionando en la obra, a lo largo de ésta se mencionan algunas especies de la flora y la fauna cubana, tales como cangrejos, garzas, mallitos, querequeté, palomas tórtolas, pájaros carpinteros, canarios, cinzontes, la palma real, el cedro, el piñón florido y el mangle. Muchas de estas especies guardan estrecha relación con las formas de vida silvestre presentes hasta nuestros días en el área protegida. Bueno, y quién sabe si tal vez Martín Colorín y sus hijos hayan sido los primeros pobladores en dedicarse a monitorear las aves silvestres, debido a que en el relato se mencionan que estuvieron buscando entre los árboles los nidos de algunas aves ficticias creadas por la imaginación de la autora. Por otra parte, el amor al cuidado de los seres vivos, así como el respeto a ellos, se pone de manifiesto en el momento en que quieren marcar el rumbo hacia donde dirigirse y emplean para ello a un cangrejo, al cual dejaron en libertad una vez que cumplió su propósito. Otro de los elementos en el cual nos basamos para pensar que Carbonera pudo haber sido la tierra del cochero azul, es que se hace alusión a la fábrica de Nequén, en el momento en que Martín decidió pedir un poco de sisal para teñirlo de azul y confeccionar su peluca. Amigos oyentes, ¿y cómo no pensar en la inigualable belleza del azul del mar, ese mismo que deslumbró a Martín Colorín? No sabemos a ciencia cierta que pudo haber pasado por la mente de la escritora en el momento que se inspiró para escribir el cuento. Solo se me ocurre pensar, en una playa coral, en un faro de punta maya, desde donde se puede apreciar la belleza de la bahía matancera, y por supuesto, de una laguna de maya rodeada de un exuberante bosque de manglar. En resumidas cuentas, ahora que ya conoces un poco más del cochero azul, te invitamos a que busques este libro y lo leas, si es que aún no lo has hecho. Y cuando alguien intente decirte que Carbonera es un lugar que ni en los mapas aparece, con orgullo podrás decirle a quien te lo haya dicho que se equivoca, porque Carbonera fue descrito por Dora Alonso y forma parte de la tierra del cochero azul. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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