Details
Nothing to say, yet
Nothing to say, yet
Listen to JUEVES XII TO by VICTOR MANUEL MP3 song. JUEVES XII TO song from VICTOR MANUEL is available on Audio.com. The duration of song is 05:22. This high-quality MP3 track has 1245.017 kbps bitrate and was uploaded on 23 Jun 2024. Stream and download JUEVES XII TO by VICTOR MANUEL for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
In today's Gospel, Jesus reminds us that not everyone who calls Him Lord will enter the kingdom of heaven, but only those who do the will of His Father. Many will say they did great things in His name, but Jesus will tell them He never knew them. This reveals the importance of living out our faith and building our lives on the foundation of Christ. Jesus wants us to have a close and intimate relationship with Him, allowing Him to transform and enrich us. Being a Christian is not just about religious practices, but about truly belonging to Christ and following His will. It means being children of God and loving others as He loves us. Let us live in such a way that when Jesus looks at us, He recognizes us as His own. Palabra de vida hoy jueves decimosegundo del tiempo ordinario, al pan por la palabra del Evangelio segĂºn San Mateo. No todo el que me dice, Señor, Señor, entrarĂ¡ en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que estĂ¡ en el cielo. Aquel dĂa muchos dirĂ¡n, Señor, Señor, no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre he echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros. Yo entonces les declararĂ©, nunca os he conocido, alejaos de mĂ, malvados. El que escucha estas palabras mĂas y las pone en prĂ¡ctica se parece a aquel hombre prudente que edificĂ³ su casa sobre roca. CayĂ³ la lluvia, se salieron los rĂos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa, pero no se hundiĂ³, porque estaba cimentada sobre roca. Desde el Evangelio de hoy recordemos el pasaje sobre el juicio final de Mateo 25, 32 y siguientes. Nunca os conocĂ. Este detalle de las palabras de JesĂºs hacia los que dicen ser de los suyos, pero no lo son, por no vivir buscando por amor la voluntad del Padre, para con amor ponerla por obra, nos revela mucho de lo que nuestra vida de fe le da a la vida. Es fundamental pararse a reconocer lo que nos da vivir siendo de Cristo, poniendo en Él el cimiento de nuestro pensar, de nuestro elegir, de nuestro obrar, para podernos llamar cristianos por permanecer unidos a Él y poder asĂ llevar un estilo de vida cada vez mĂ¡s semejante al Suyo. Nunca os conocĂ. El verbo conocer en la Sagrada Escritura tiene un significado que va mucho mĂ¡s allĂ¡ de la mera dimensiĂ³n intelectual o cognoscitiva cuando involucra a dos personas. El significado hebreo de esta palabra cuando se refiere a una persona manifiesta que se establece una relaciĂ³n estrecha incluso Ăntima con esa persona a la que queremos conocer. Cuando las personas se conozcan en esa intimidad del encuentro propicia que algo de cada una pase a la otra transformĂ¡ndola, enricociĂ©ndola, fecundĂ¡ndola podrĂamos decir. Nunca os conocĂ. Es una queja del Señor, una denuncia. Nunca me dejasteis conoceros, entrar en relaciĂ³n con vosotros formando parte de lo que sois. Nunca me dejasteis sembraros de mi vida para haceros mĂ¡s grandes, mejores y mĂ¡s felices de lo que sois hoy, para haceros mĂos como yo quiero ser vuestro. Y por ello, cuando os miro yo, o os mira mi Padre, no vemos nada nuestro en vosotros, no os reconozco como de los mĂos. Apartaos de mĂ para siempre, ya que cuando me lleguĂ© a vosotros tantas veces, no quisiste sino apartarme, ignorarme, ningunearme. Ser cristiano no consiste simplemente en estar bautizado y santiguarse amagando una medio genuflexiĂ³n cuando entramos casualmente a un templo. Tampoco consiste en el mero cumplimiento a la letra de todos los preceptos, normas y mandamientos. Ser cristiano es ser de Cristo. Es creer que por nuestro bautismo somos hijos de Dios, y por ello nos nutrimos del cuerpo y la sangre del Hijo Jesucristo para ser cada vez mĂ¡s mejores hijos, por nuestro amor al Padre y al resto de los que Él llama para que sean asĂ hijos Suyos en Jesucristo, hermanos del resto de la humanidad. Entregarse por amor y con amor cumplir la voluntad del Padre, tan bellamente aquilatada en el Padre nuestro, es lo que nos hace cristianos, como Cristo, el Hijo primogĂ©nito, el que no tenĂa dĂ³nde reclinar la cabeza sino en el corazĂ³n de Su Padre, ni tenĂa otro tesoro que entregarse, entregĂ¡ndolo todo al Padre por amor a Él y a nosotros, por quienes entregaba. Y asĂ nos hace parecidos a Cristo, cristianos, porque Él se siembra en nosotros y nosotros le acogemos, le secundamos y correspondemos con nuestro amor y entrega a los Suyos. AsĂ seremos de aquellos que escuchan en lugar de esas terribles palabras, nunca os conocĂ, otras bien distintas. Venid, benditos de mi Padre. Con estremecimiento, pero con un amor apasionado a Jesucristo y a vosotros, os saludamos desde Toledo, franciscanamente, con la paz y el bien.