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In today's Gospel, Jesus criticizes the generation asking for a sign. He compares himself to Jonah and Solomon, saying that they should recognize his authority. Knowing the truth comes with a moral responsibility to act ethically and justly in the face of injustice and falsehood. It requires courage and determination to confront these issues, but we must also speak up and defend ethical values. By committing to truth and morality, we can help build a more just and honest society. As Christians, we should take a stand against injustice and falsehood. Palabra de vida hoy lunes diecisiete del tiempo ordinario, al pan por la palabra, del Evangelio según San Lucas. En aquel tiempo la gente se apiñaba alrededor de Jesús y Él se puso a decirles, esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Justo como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el hijo del hombre para esta generación. La reina del sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. El conocimiento de la verdad conlleva consigo una responsabilidad moral ante la injusticia y la falsedad. Cuanto mayor es nuestra comprensión de la verdad, mayor es el grado de responsabilidad que adquirimos para actuar de manera ética y justa en situaciones donde la injusticia y la falsedad se hacen presentes. La verdad nos brinda la claridad y la objetividad necesarias para discernir entre lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto. Al poseer un conocimiento más profundo de la verdad, estamos obligados a actuar de acuerdo con principios éticos y morales que busquen promover la equidad, la honestidad y el respeto hacia los demás. Enfrentar la injusticia y la falsedad requiere valentía y determinación, pero también implica una responsabilidad ética derivada de nuestro entendimiento de la verdad. Al ser conscientes de lo que es correcto y justo, no podemos permanecer indiferentes ante la injusticia y la mentira, sino que estamos llamados a tomar medidas para corregir y contrarrestar esas situaciones. La responsabilidad moral ante la injusticia y la falsedad no sólo implica actuar en conformidad con la verdad, sino también alzar la voz y defender los valores éticos que guían nuestras acciones. Sólo a través de un compromiso firme con la verdad y la moralidad podemos contribuir a la construcción de una sociedad más justa y honesta, donde prevalezca la paz, la igualdad y la integridad. Si después de estos párrafos le ponemos a la verdad con mayúscula el nombre que le es propio, Jesucristo, entonces comprenderemos y personalizaremos la denuncia que hace el Señor a sus oyentes en el Evangelio de hoy, tomando partido como cristianos ante la injusticia y la falsedad que nos circundan. Paz y bien, con deseos de coherencia y de comprometernos más y mejor a vuestro lado, de parte de vuestros hermanos menores desde Toledo.