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Tom Cabezavacía becomes a pirate because he hates school. He joins Captain Pirata Barba de Pega's crew to search for treasures. They work hard and find small treasures, but they are poor. One day, Tom discovers a secret room filled with books. He realizes that Barba de Pega and his first mate are cheating their crew and keeping the best treasures for themselves. Tom secretly studies and becomes smarter. He eventually leaves the pirate ship and starts his own crew, only accepting educated people. They find treasures faster than Barba de Pega, who loses his crew to Tom's ship. Historia de Tom Cabezavacía, el buscador de tesor ¿No quieres saber cómo Tom Cabezavacía llegó a ser pirata? Resulta que él odiaba ir al colegio y tener que estudiar y hacer deberes. Así que cuando el famoso capitán, Pirata Barba de Pega, pasó por su edad buscando jóvenes marineros aspirantes a ser piratas, Tom se apuntó primero, y es que en el barco de Barba de Pega había que dedicar todo el tiempo a buscar tesoros, y si se encontraba a alguien estudiando o leyendo, se le encerraba en el cuarto de las ratas para ser devorado por ellas. Así fue como Tom inició su vida de pirata busca tesoros, pero era una vida difícil. Trabajaban duro limpiando y cuidando el barco, y además los mapas que encontraban llevaban siempre pequeños tesoros, y después de repartirlos apenas conseguían lo suficiente para comprar un poco de comida y algo de ropa. Así que eran muchos más pobres que ricos. Eso sí, Barba de Pega les animaba constantemente con promesas de grandes tesoros, y canciones que recordaban que en aquel barco no hacía falta leer ni estudiar. Pero un día alguien del barco le robó a Tom la poca comida que le quedaba, y dos días después sintió tanta, tanta hambre que decidió entrar al cuarto de las ratas para comerse una. Nadie se atrevía a acercarse allí, y Tom lo hizo de noche y a escondidas. Pero al entrar no encontró ni una sola rata, sino un cuarto secreto, limpio y recogido, lleno de libros. Entonces oyó unas voces que se acercaban y solo pudo esconderse y escuchar. Cuando salió del falso cuarto de las ratas, Tom estaba furioso. Barba de Pega y su contramaestre eran unos estafadores. Estudiaban y leían sobre antiguos y fabulosos tesoros, pero los buscaban a escondidas de todos y se los quedaban para ellos. Para sus marineros solo dejaban ridículos tesoros que ellos mismos escondían de vez en cuando. Pero no era esto lo que más enfadó Tom. Lo que de verdad lo llenó de rabia fue oír como Barba de Pega se reía de sus incultos marineros y sus cabezas vacías, de lo fácil que era engañarles, y de los tontos y pobres que seguirían siendo siempre por haber dejado los estudios para irse con un pirata. Aquello espabiló a Tom, que desde ese momento esperaba cada noche a que todos durmieran para visitar el cuarto de las ratas, donde pasaba el tiempo estudiando todo tipo de libros. Pronto se dio cuenta de que aprendiendo sobre tantas cosas se le ocurrían mejores ideas y encontraba formas de hacer casi todo mejor y más rápido, aunque él disimulaba comportándose como el más tonto de los marineros. Y aunque al cabo de algunos años comprobó que ya era capaz de averiguar dónde se escondían los tesoros, incluso antes que Barba de Pega decidió abandonar el barco pirata. Justo una semana después ocurrió lo inimaginable. Por primera vez alguien se adelantó a Barba de Pega, y cuando éste llegó el tesoro ya no estaba. En su lugar sólo encontraron una calavera hueca de sonrisa burlona, colocada sobre una montaña de libros. Aquel se convirtió en el escudo de Tom Cabeza Vacía, que con lo que ganó con su primer tesoro compró su propio barco y buscó su propia tripulación. Pero al contrario de lo que hacía Barba de Pega, él sólo admitía gente estudiosa, y en lugar de engañarles les animaba a buscar los tesoros con él y compartía con ellos la mayor parte de lo que conseguía. El resultado fue que, entre tanta gente sabia, encontraban los tesoros mucho antes, y el malvado Barba de Pega sólo llegaba a tiempo de encontrar cabezas vacías y burlonas. Cada vez que intentaba descubrir un nuevo tesoro, y ni más pegadizas canciones ni sus más exageradas promesas pudieron impedir que todos sus marineros le abandonaran para retomar sus estudios y tratar de conseguir una plaza de piratas sabio en el famoso barco de Tom Cabeza Vacía.