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Un gran actriz española, con muchos registros, nos dejó el 13 de diciembre de 2013.
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Un gran actriz española, con muchos registros, nos dejó el 13 de diciembre de 2013.
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Un gran actriz española, con muchos registros, nos dejó el 13 de diciembre de 2013.
The speaker discusses the importance of addressing mental health issues and the lack of attention given to them by organizations like the UN and the Ministry of Health. They mention that while the world is focused on the coronavirus pandemic, there are also silent epidemics, such as suicide. The speaker criticizes those who dismiss mental health problems and urges for more understanding and support. They also suggest that helping others can bring happiness and emphasize the need for self-care. The speaker concludes by reminding everyone to take care of themselves and others, as we are all fragile. In Memoriam, Verónica Forqué Alta para exitus. Tan sólo señalar que esta situación, a cual creo que la ONU o el Ministerio de Sanidad no dan la importancia que deberían, no puede quedar en silencio. Es cierto que las urgencias pandémicas en nuestro planeta sólo dejan tiempo, a veces, para una reacción que ha de ser urgentísima. No hace tiempo la hemos vivido en forma de un virus que porta corona. Y si algunos expertos nos quedan por sufrir más, por no hablar de lo que ya sufren nuestros hermanos y hermanas que viven en países en vías de desarrollo, vaya eufemismo este. Pero anterior no quita que también existan epidemias silenciosas. Ante una de ellas nos contentamos con decir, siempre ha habido gente que se ha suicidado y siempre la habrá, y nos quedamos tan conformes. Diría que puede no faltar también a razón en este argumento. A veces el sufrimiento, que forma parte inmanente de nuestra condición humana, nos empuja a lo mismo. Sí, como quien está atrapado en un edificio que se consume por las llamas, ve que no tiene escapatoria y da un salto desde un décimo piso. Pero no siempre es así. En nuestro parlamento la legislatura pasada tan sólo un diputado, en el uso de su palabra, que para mí alcanzó el carácter de sagrada, dijo que la situación tenía suficiente un paque como para abordarla de una vez. Sí, ese parlamentario era íñigo rejón. Pues bien, no soy fan suyo, pero algo sí que he de decir. Demostró ser una persona, no fue un consentimiento, sino con la cabeza bien amueblada. ¿Qué creen ustedes que encontró como respuesta? Al otro lado del hemiciclo se escuchó una voz que decía, Vete al médico. No lo sé, pero creo que podía ser el de alguien que lo dijo llevado por la ignorancia y que no tuvo, por el motivo que fuera, la suficiente capacidad ni apertura mental para escuchar a otro diputado o aceptar sus datos y argumentos, tan sólo porque no era de su partido político. Amigos, amigas, recordemos por un momento la gran Yolanda Ramos. Preguntada por el caso de Verónica dijo que no tenemos en cuenta que el alma no tiene huesos. Haciendo referencia a sufrimientos que no son visibles, salvo una mirada experta y detenida de los estragos que aparecen en los rasgos faciales a alguien que experimenta un inmenso dolor en su ánima. Verónica y muchos, muchas como ella, en su situación apretaron o aprietan los dientes, procuran que no se les note porque tienen que salir a trabajar para nosotros y nosotras y todo ello para que tengamos un pequeño motivo por el que vivir el momento, como es experimentar una intensa carcajada. Todas y todos vemos a alguien con una pierna estallolada y entendemos que sufre, que es difícil entender que sufre de manera silente. Pero no hemos de quedar ahí, por la realidad no tiene que ser siempre de esta manera. Permítanme que les dé alguna sugerencia. En la ayuda al otro puede incluso estar la felicidad, entendida como paz interior con uno mismo o una misma. Podemos decir como lo dice la fundación Anar, quédate conmigo. Pero no olvidemos que debemos tener a veces cuidado. Si se acerca alguien que pueda hacernos daño, huyamos de él o ella, si podemos, como de la peste. Si la rabia acude en nuestro socorro, digamos con la serenidad que no sea posible. Vete de mi lado. Tan solo si alguna vez puedes aportarme algo, vuelve. Pero por ahora no necesito a nadie que me diga con cara de desprecio y superioridad que me vaya al médico. No necesito en mi vida personas que me consideran débil por estar sufriendo y encima me ven de deprima, del cemistés, de quien se cree en posesión de la verdad absoluta. Amigos, amigas, cuidaos y cuidad mucho. Todos y todas somos frágiles, aunque a veces no nos lo permitamos ni a nosotros ni a nosotras. Mismos o mismas.