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“Jesús lloró.” – Juan 11:35 Reflexión: Jesús no es ajeno a tu dolor. En el funeral de Lázaro, sabiendo que lo resucitaría, Jesús lloró. Su llanto revela que Dios no ignora nuestro sufrimiento. Él no solo da consuelo; también lo siente con nosotros. En medio del duelo, puedes acercarte a un Salvador compasivo que comprende el quebranto. Oración: Señor Jesús, gracias por comprender mi dolor. Gracias por llorar conmigo. Hoy te entrego mi tristeza, mis recuerdos, mi vacío. Abrázame con tu consuelo
