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El dolor puede prepararte para ayudar a otros Texto bíblico: “El Dios de toda consolación, el cual nos consuela... para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación.” – 2 Corintios 1:3-4 Reflexión: Dios no solo consuela tu dolor, sino que lo redime y lo transforma. Aquello que hoy te duele puede ser mañana la razón por la que consueles a otros. El sufrimiento no es en vano si lo entregas al Señor. Él puede usar tus cicatrices para mostrar su gloria.