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VOCES DE LA CALLE: UNA APROXIMACIÓN HACIA LAS BANDAS LATINAS

VOCES DE LA CALLE: UNA APROXIMACIÓN HACIA LAS BANDAS LATINAS

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Hola a todos y todas! Somos un grupo de 4º de Criminología de la Universidad Rey Juan Carlos y hemos realizado un podcast en compañía de nuestra profesora de Agresividad Escolar y Comportamientos Asociales en la Infancia y Adolescencia, Merche Aranda. Hablaremos sobre como los jóvenes llegan a unirse a las bandas latinas, analizando los factores de riesgo y su posible intervención. Muchas gracias!!

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This podcast discusses the topic of aggression and antisocial behavior in childhood and adolescence, specifically focusing on the phenomenon of Latin American gangs in Spain. The podcast explores the definition and characteristics of these gangs, as well as the factors that lead young people to join them, such as social exclusion, lack of opportunities, and discrimination. It also discusses the link between violence and these gangs, highlighting the importance of understanding the difference between aggression, violence, and delinquency. The podcast concludes by emphasizing the need for alternative support systems and opportunities for these young people, rather than relying on gangs. Bienvenidas y bienvenidos al podcast, el otro, el rostro oculto de la infancia y la adolescencia, agresividad y comportamiento asocial. Desde el corazón de la criminología te seguimos presentando este proyecto de innovación educativa elaborado por la profesora Merth Saranda junto a sus estudiantes de la asignatura Agresividad Escolar y Comportamientos Asociales en la Infancia y la Adolescencia en el Grado de Criminología en el Campus de la Universidad Rey Juan Carlos de Aranjuez. Hoy conmigo están Lucía y María que nos van a acompañar en este lado de los micrófonos y Lucía nos va a presentar a nuestras invitadas de hoy. Hoy estamos con Helena, ahí no hay ni idea, en el programa de hoy Voces de la Calle. Abordaremos un asunto social de actualidad desde un enfoque interdisciplinario. Hoy abordaremos un fenómeno complicado y a menudo polémico, la banda latina en España. En años recientes estas entidades han traído la atención de numerosas jóvenes transformándose en un reflejo de problemas sociales más extensos como el crimen adolescente, la migración, la marginación social y el acceso reprimido a la educación. Entre otros aspectos examinaremos su funcionamiento, las razones que impulsan a los jóvenes accederse a esta y qué acciones podemos tomar como parte de la sociedad para evitar su crecimiento. ¿Nos acompaña? Bienvenida chicas, bienvenida. En primer lugar nos gustaría que nos contestarais qué es una banda, dónde operan y cómo se organizan. Bueno, pues el término banda viene del inglés gang y genera confusión por su múltiples atenciones. Por ejemplo, según Eurogang, una banda es un grupo juvenil duradero con presencia en espacios públicos y definido por su participación en actividades delictivas. Sin embargo, por otra parte la RAI incluye una característica determinante como es que tienen un comportamiento adhesivo. Es un matiz importante que hace que los expertos no se pongan de acuerdo para tener una definición clara sobre ello. Por otra parte, hemos escuchado cómo normalmente el concepto latino viene de dónde vienen los implicados o los miembros de las bandas. Aunque esto ha sido así recientemente, está cambiando puesto que los integrantes de las bandas son de otras nacionalidades aparte de las latinas, que simplemente se sienten identificados por los valores, la estructura o las creencias que tiene la banda. En España donde más presencia tiene es en Madrid y en Barcelona, aunque también existen otras comunidades como en la Unión Valenciana o en Murcia. Y existen distritos, como puede ser el de Ucera, en el que conviven las cuatro comunidades más importantes que tenemos en España, que son los unitarios, los dominicanos de los nietos y los latinos. En cuanto a algunas características importantes, es que están compuestas por jóvenes entre 12 y 24 años, donde la edad media son 17 años, una cosa que es realmente importante y que es utilizado por las bandas para cometer delitos y no tener consecuencias penales. En cuanto a su estructura, podemos decir que es piramidal y todos cuentan con un líder al mando, al que se le debe obediencia, sumisión y respeto. Este líder algo, normalmente, y más ahora, no es individual, sino que es colectivo, y a menudo se refuerza con rituales, colgos de silencio y, por supuesto, las putas mensuales que los miembros deben cumplir. En cuanto al territorio, es un aspecto esencial de las bandas, ya que las bandas delimitan su espacio y la intrusión de una banda en el espacio de otra es uno de los motivos principales por los que hay libertad. Además, cada banda tiene su simbología, su lenguaje, sus tradiciones, lo que refuerza esta cohesión interna, que tiene un sentido fuerte de pertenencia por parte de los miembros. En cuanto a su apariencia, otra cosa súper importante, es que siempre llevan ropa ancha, con tatuajes y siempre identificados con colores o símbolos específicos. Por ejemplo, la ropa ancha, además de ser identificativa del grupo, le sirve para ocultar algo más. En cuanto a los colores y los símbolos, cada grupo tiene su simbología, pero siempre tiene un papel importante también dentro del grupo, para identificar, por ejemplo, su jerarquía. ¡Wow! ¡Madre mía! O sea, parece que era algo que estaba muy alejado de la cultura española, sin embargo, lo tenemos como muy cerquita, ¿no? Entonces, vamos, si os parece, a hablar un poquito de los factores psicosociales, ¿no? Porque yo creo que es importante analizar las causas, los factores de riesgo que pueden llevar a los jóvenes, a los adolescentes, que en teoría no son de origen latino, a meterse en este tipo de bandas. Sí, para entender por qué los jóvenes se unen a estas bandas, es necesario explorar las teorías psicosociales. En primer lugar, podemos hacer frente a una teoría que seguro que muchos de ustedes la conocen, que es la teoría del aprendizaje social de la libertad de actuar. Esta teoría nos ayuda a comprender cómo el entorno es capaz de modificar nuestro comportamiento, esto se produce a través de la observación y la presión social. Mira, por ejemplo, un adolescente que crece en un barrio donde las bandas latinas tienen presencia, pues lo ve como una opción viable ya que puede aprender de su comportamiento. Y la segunda teoría también que resulta interesante es la teoría de la identidad social de este sistema, en la que explica que las personas puedan pertenecer a grupos para definir así su identidad. Para muchos jóvenes unirse a una banda significa encontrar existencia de pertenencia y propósito en un contexto donde se pueden sentir excluidos o discriminados. La exclusión social, la falta de oportunidades y la discriminación son esos factores de riesgo que empujan a estos jóvenes hacia las bandas, donde encuentran ese apoyo mutuo, la protección, un sentido de familia, sin embargo este entorno también comenta la violencia y las actividades delictivas. Hablando de esta falta de oportunidades, también tenemos que hablar que muchos de estos jóvenes provienen de sectores desfavorecidos. Las bandas no tienen acceso a recursos económicos a través de actividades víctimas, algo que nos aloja a quienes carecen de oportunidades laborales o educativas. A pesar de su asociación con la delincuencia, las bandas también son un espacio de violencia. También promueven valores positivos, que resulta algo interesante, como el compañerismo, la solidaridad o el fortalecimiento de la autoestima. Sin embargo también tienen ese lado humano con aspectos negativos como la obediencia a la vida, el sexismo y la violencia. En definitiva, las bandas no son solo violencia y delincuencia, pero tampoco son la respuesta que estos jóvenes realmente necesitan. Lo que pasa es que si no tienen otras opciones o un sistema de apoyo fuera de las bandas, es fácil entender por qué terminan viéndolas como una opción de casacito. Bueno, mira, Lucía. Pues, yo la verdad es que es una pregunta, ahora que he escuchado la ley de la violencia, y es muy interesante ver cómo se manifiesta la violencia en estas bandas. Bueno, antes de entrar en materia, queremos aclarar tres conceptos claves, que son agresividad, violencia y delincuencia, que comúnmente se usan como sinónimo. Vale, para empezar, la agresividad es algo natural, casi instintivo. Es la capacidad que tenemos, como personas o como animales, para reaccionar a un instinto. Muchas veces no se piensa. Por otra parte, tenemos la violencia, que es otra cosa. La ONU se define como el uso del ideado de la fuerza física o poder para causar daño físico, psicológico o social. Es decir, que la violencia sí que tiene una intención neutral. Y luego está la delincuencia, que es el acto de infringir la ley, que puede estar relacionado o no con la violencia. Lo interesante aquí es que el agresivo nace y el violento se hace. Y así lo afirma el Ministerio. También lo afirman otros expertos, como diría la psicóloga Mercedes Bermejo. Vamos a su palabra. Un agresivo, desde mi punto de vista, se hace. Sí que hay literatura científica, porque probablemente me hubiese decir que cuando sí que hay una tendencia violenta, cuando dicen que hay padres que han estado en prisión, que a lo mejor no han tenido contacto con sus hijos, y que lo he escuchado, lo he leído en alguna ocasión, pero aquí toda la parte del contexto social, acompañamiento, red de apoyo, es fundamental. Hay una parte genética que no la podemos olvidar. Es decir, cuando sabemos que dependiendo del tipo de enfermedades, de trastornos, sí que hay una influencia, pues hay una mayor... La palabra que se suele utilizar, Helena, es como que hay una mayor vulnerabilidad, hay una mayor predisposición. Bueno, ya hemos escuchado qué importancia tiene la familia y el entorno, y cómo influye en el comportamiento de los jóvenes. Entonces, centrándonos en tu pregunta, las bandas latinas no solamente usan la violencia como una herramienta, sino que también es un componente central de la identidad y la sociedad del grupo. Esto nos lleva a hacernos unas preguntas importantes, que son, ¿de dónde proviene esta violencia? Y si es algo que importa en sus países de origen, o si lo desarrollan aquí. Bueno, pues actualmente podríamos decir que es una mezcla de ambas. Muchos de estos jóvenes llegan a España desde pequeños, por lo tanto es un contexto marcado de violencia en sus países de origen, al mismo tiempo que la discriminación social y las desigualdades que se enfrentan aquí refuerzan este tipo de conductas. Por lo tanto, es como si la violencia fuera una respuesta a las circunstancias que enfrentan, y dentro de las bandas, pues en plan de maneras muy específicas. Y además, si pensamos en un tipo de violencia, seguro que se nos viene a la cabeza la más frecuente, que es la violencia física. Esta incluye agresiones directas, desde peleas, homicidios, asesinatos. Además, a menudo suelen utilizar armas blancas sobre fuego, como cosillas, pistolas. Y su principal objetivo es proteger territorios, atacar a rivales o mostrar poder. Seguramente la siguiente que se nos ocurra sería la violencia psicológica, ya que hablamos de amenazas, intimidación y hostigamiento. Un ejemplo pueden ser los grafitis con mensajes de vestidos para otras bandas, o incluso amenazas directas a las familias de los propios miembros para asegurar su lealtad. Tampoco podemos olvidar la violencia simbólica, que es parte esencial de la identidad de estas bandas. Esto incluye tatuajes, cejos con las manos, colores de ropa y hasta rituales. También es una forma de marcar territorio y coherencia del grupo. Otra nota conocida es la violencia estructural, aunque tiene un impacto más amplio, ya que las bandas controlan recursos físicos, como el narcotráfico, y esto perpetúa inseguridades económicas en las comunidades donde tratan. También debemos incluir la violencia económica, que se da mediante la extorsión. Es decir, existen pagos a negocios o a individuos a cambio de protección. Y aunque no quieras, negarse puede llegar a traer consecuencias graves, como ataques físicos o daños materiales a tu propio negocio. Luego la violencia sexual y de género es otro tema alarmante, que ya hablará mi compañera más adelante, ya que es un tema de profundización, pero básicamente dentro de las bandas las mujeres suelen sufrir explotación sexual o violencia doméstica. Y para cerrar este bloque de violencia tenemos la violencia contra las instituciones, y aquí hablamos de ataques a políticos, policías y jueces que básicamente intentan ayudar, implementando medidas para reducir la influencia de estas bandas y es una forma de resistencia indirecta. Está claro que cada tipo de violencia tiene un propósito dentro de las organizaciones, ya sea fortalecer su identidad, proteger el territorio o mantener el control interno. ¡Oh! ¡Madre mía! ¿Qué te suena todo esto? ¿Qué te despierta? Yo a raíz de lo que estaban comentando me hice una duda y es si vosotros realmente creéis que esta violencia de la que estáis hablando es tan alarmante. Bueno, si tenemos en cuenta las cifras que maneja la Fiscalía de Madrid en su memoria de 2024, sí que realmente son alarmantes. No estamos hablando de un recrudecimiento de las relletas en nuestras bandas, con un dato especialmente preocupante, y es que en muchos de los casos los menores somos implicados. Además, estas relletas suelen involucrar el uso de armas, lo que incrementa todavía la peligrosidad y obviamente las consecuencias, por ello la Fiscalía lo califica como tremendamente alarmante, ya que, por ejemplo, el número de registros por delito en el RBI de datos mutuarios ha aumentado en un 21%. Mientras que otros delitos como la pertenencia a la organización criminal, los registros por tenencia licita de armas, o las lesiones por uso de armas, siguen siendo, en cierta manera, elevadas a partir de ese respunte que tuvieron en 2021. Es decir, que aunque algunos delitos no han crecido significativamente en cuanto a números, se siguen manteniendo en unos niveles muy altos para que podamos ignorar el problema. Al final, los jóvenes, desde el inicio, en los rituales de iniciación, ya tienen presentes a violencia. Por ejemplo, hablamos del brincado, que consiste en que un integrante reciba una paliza por parte de los miembros sin que se pueda defender. Otras pruebas pueden ser atacar a alguien de otra banda, o a otra persona falsa. En cuanto al caso de las mujeres, los rituales pueden ser agresiones sexuales o sexuales. La acción de estas prácticas refuerza el control que tiene el grupo, porque un integrante lo ataca emocionalmente y físicamente, haciendo que sea mucho más difícil que se desvinculen de la banda. Hoy antes habéis nombrado a las mujeres, y parece que suena mucho el término femenino algo como que se está empezando a escuchar más dentro de las bandas. Nos gustaría que profundizases un poquito más, ¿no? El rol, cómo surgen... Bueno, pues de la misma manera que estudiamos la incorporación de los hombres de estas bandas, ellas también forman parte de las mismas. Un claro ejemplo de la existencia de ellas en la banda sería The Latin King, que es una banda formada únicamente por mujeres, que de manera más global forma parte de Los Latin King, pero que tiene una diferencia en su perfil, ya que es una banda mucho más discreta y menos conflictiva que el fallente. Además, las mujeres dentro de la banda se enfrentan a expectativas contradictorias, es decir, por un lado tienen que adoptar roles tradicionalmente masculinos, como puede ser la violencia o la resistencia, pero por otro lado también se espera de ellas que cumplan por las responsabilidades consideradas femeninas, como puede ser el cuidado del hogar o de la familia, a medida que van madurando. También es cierto que uno de los roles más normalizados de manera social sería la mujer como novia de o acompañante de uno de los chicos de la banda. A raíz de este periódico de España, nos desvela de testimonio de Mario Oliver, que muchas chicas se acercan al grupo porque les llama la atención a algún chico, y ellos las reaceptan para abusar sexualmente de ellas, algo que normaliza. Vale, pues ahora que ya tenemos claro un poco el papel de las mujeres de la banda, podemos tratar las motivaciones que a ellas nadie más perteneciera a esta banda. De manera general, estas motivaciones se deben enfrentar por la combinación de factores tanto internos como externos. En el caso de las mujeres que es una de las bandas, las motivaciones pueden ser identidad y pertenencia, que les dan atraída por estos grupos en busca de un sentido de identidad o una conexión con otras personas, o puede ser también la seguridad y la protección, ya que para muchas jóvenes, especialmente aquellas que vengan de escenarios peligrosos o violentos, la pertenencia a una banda puede hacerles mayor seguridad y darles un respaldo frente a las posibles amenazas que sustan en la vida. Otra motivación sería la búsqueda de emociones intensas a consecuencia de cometer estos delitos de los que hemos hablado antes, o incluso la obtención de beneficios económicos o bienes materiales que quizás de otra manera no podrían estar a su alcance. Además, la influencia de los compañeros de la banda o de los modelos de social dentro de la comunidad de la misma juega un papel crucial, al igual que la presión social o las negaciones de estos modelos, ya que puede hacerlas sentir atraídas en la lucha de conseguir ese poder, ese estatus dentro de la jerarquía de la banda. Además, a partir de todo esto, a raíz del rol que desempeñan y de las motivaciones a las que responden, somos capaces de diseñarlas un poco de algún modo. Es cierto que quizás el papel de la mujer es secundario respecto al hombre dentro de la banda, por eso se puede describir a la mujer con un papel más de su misa. Mujeres ocupan un papel de subordinación dentro de la jerarquía. La característica de su misa ya es concebida a consecuencia de las acciones que aquellas mujeres tienen que realizar, como por ejemplo pueden ser acostarse o estar con una persona o un hombre de un grupo de otra banda, o normas que están lepidas que pues tienen bases de comportamiento. Además, se tiene la idea de que ellas participan de esos grupos, como hemos dicho antes, pues son acompañantes de, o novias de, de ahí el rol que hemos nombrado antes como respaldo y apoyo. Aunque bien es cierto que también son convertidas en trofeos, de los cuales ellos serán la potencia de decidir el siguiente miembro al cual se lo pueden dejar. De todos modos, siempre hay una sección a la regla, y en este caso sería la que yo hablo. ¡Muy interesante! Bueno, y un quería saber también un poco sobre los patrones y factores que traen a estas jóvenes a integrarse en dichas bandas, por lo tanto tengo una pregunta que sería que, o sea, ¿cómo encaja la influencia familiar y educativa, entre otras, y también el aspecto cultural en la incorporación a las bandas? Pues, según una investigadora que ha estudiado este tema, que se llama María José Martín, ella explica varios factores que los chicos enfrentan, como el fracaso escolar, problemas en casa, destrucción social, y esto puede hacer que busquen algo más, algo que les den lo que no encuentran en este entorno. La adolescencia, ya de por sí, es una etapa en la que todos estamos buscando quiénes somos, y si no tienes un lugar donde encajar en tu familia o en la escuela, pues es difícil que busques algo, es fácil que busques algo fuera. Las bandas, a veces, se convierten en esa familia que no tiene ni siquiera en casa. Allí encuentran afecto, respeto y un sentido de pertenencia, algo tan necesario en estos años de adolescencia y carnicancia. Además, las bandas tienen una estructura simbólica y jerárquica. Todo esto crea una identidad colectiva que a veces falta en otros lugares. Luego, la lealtad y el respeto en muchos son los más claves, lo que hace que la gente se dé a una más, no solo por estar ahí, sino que usted va a tener de algo incluso con toda esa jerarquía y ese peligro que conlleva. Pero aquí viene lo importante, como decía el psicólogo Kun Lewin, la conducta no es de la persona, sino también del ambiente. Si ese ambiente no te ofrece lo que necesitas, como apoyo familiar o escolar, pues buscas alternativas. Y como dice también otro psicólogo, si las familias no tienen recursos o si hay problemas económicos, las bandas se pueden ver como una forma de supervivencia. Así que, aunque implique estos riesgos y éxitos, muchos lo ven como una salida, es decir, como una manera de conseguir lo que necesitan. Al final, esta conducta nos lleva a la reflexión y es que el problema no son solo las bandas, sino lo que está pasando antes de que los jóvenes lleguen ahí. Si hay familias que no pueden brindar apoyo, si las escuelas no les ofrecen herramientas para salir adelante, porque la sociedad los discrimina, los excluye, es lógico que busquen un recurso. Y para muchos, aunque los toque ese recurso, pueden ser las bandas. Jo, parece que psicosocialmente tenemos mucho que pensar y mucho que reflexionar, ¿no? ¿María? A mí, a raíz de esto, me gustaría saber si, una vez desarrollada la influencia tanto del entorno familiar como educativo y del grupo de iguales, ¿cómo puede condicionar el nuevo entorno cultural a la integración de estos jóvenes? La generación cultural representa, realmente, un reto considerable para numerosos jóvenes migrantes y en numerosas ocasiones encuentran obstáculos como la lengua, la disparidad de los sistemas de educación o la ausencia de retenientes con especificos identificados. En un apoyo social, los pobres suelen intentar integrarse en grupos que sí que les proporcionan este entendimiento y que pueden compartir vivencias. Aunque la banda representa, en general, para la sociedad un entorno de riesgo, también actúa como espacio para que los jóvenes construyan sus nuevas identidades, puedan tomar decisiones importantes y sentirse aceptados en un sistema educativo que, a veces, les sobrepasa ese sentimiento de exclusión y se empuja aún más a unirse a estos grupos como la banda. Por supuesto, es difícil adaptarse a una nueva cultura, pero más aún no tenemos a la familia, y eso es porque algunas familias tienen horarios exagerados de trabajo y no pueden proporcionar ese apoyo por los jóvenes que necesitan a la edad. Asimismo, cuando los padres no pueden llevar el seguimiento cercano de lo que les está sucediendo a sus hijos, pues buscan una aprobación en las bandas que, al final, les proporcionan ese apoyo emocional. La exclusión social, la falta de planificación en barrios con pocos recursos, el crecimiento urbano desordenado, la xenofobia, el racismo, todo ello hace un entorno perfecto, al final, para que aquellos jóvenes que se sienten más afinados se incluyan en las bandas. Como hemos visto, les proporciona un apoyo emocional, pero que además también les da el acceso y apoyo necesario material, porque también si necesitan el apoyo financiero, las bandas le van a proporcionar a cambio de que realicen trabajo, como puede ser el tráfico de drogas o de armas, al final están dando un papel en la vida. De todo esto, tenemos que tener claro que las bandas son una respuesta a una combinación de factores y que hay que trabajar a todos los niveles, no simplemente con programas para los jóvenes, sino también con el apoyo a la familia y el apoyo, por supuesto, a la educación y también con la sociedad. Has nombrado muchos aspectos y has nombrado muchas perspectivas, ¿no? Familia, escuela, entonces, ¿una posible intervención para poder ayudar a estos jóvenes a que no se metan en este tipo de bandas? ¿Cuál sería? Bueno, pues como ya hemos visto, la delincuencia no es un entorno aislado, sino que es un fenómeno complejo que requiere, además de intervención, además de las medidas políticas y asistentes. Para lograr esa reducción efectiva que queremos lograr, es crucial actuar en varias áreas, como puede ser la individual, la familiar, el grupo de iguales, bueno. En primer lugar, a nivel individual, se deben trabajar aspectos como la autoestima. Muchos jóvenes provienen de entornos de fracaso escolar, de desempleo, lo que les hace más vulnerables a estas conductas violentas que ejercen las bandas. Es fundamental mejorar el sistema educativo. Por ello, en el ámbito laboral, lo que se intenta es garantizar a los jóvenes que tengan un acceso a los programas de inspección laboral desde los 21 años para poder darles una salida positiva. En segundo lugar, el rol de la familia es crucial. Se recomienda un estilo democrático que combine tanto el afecto como el control. Es decir, que establezcan normas claras donde también se refuerce la confianza y la comunicación entre los miembros de la familia. Por ello, para prevenir que los jóvenes se unan a la banda, es importante que la familia intervenga, y en lo más temprano posible. Esto sería ideal realizarnos durante la infancia, ya que en la adolescencia la incidencia de la familia se reduce y aumenta en el grupo de iguales. En tercer lugar, tenemos que este grupo de iguales, como acabamos de decir, pues tiene mayor influencia en la etapa de la adolescencia. Lo que debemos hacer no es disolver estos grupos, sino que tenemos que orientarlos para que realicen actividades profesionales. Si logramos que el grupo cambie los comportamientos para no transformar sus conductas, hace una actividad más respetuosa y profesional. Vale, del mismo modo, a nivel comunitario, es necesario mejorar el acceso de los jóvenes a recursos sociales y crear vínculos de la comunidad con los jóvenes. Esto implica promover la participación de ellos en actividades sociales, educativas y laborales. A través de estas oportunidades, los jóvenes encuentran un sentido de pertenencia de las bandas y a la vez pueden fortalecer su identidad personal y social. También hay que tener en cuenta que, como acabamos de decir, si no están respaldadas por una política fuerte, no pueden realmente garantizar esta efectividad que queremos conseguir. Un ejemplo de ello sería la Comunidad de Madrid, que cuenta con siete programas específicos para prevenir la casación de jóvenes por parte de las bandas latinas, como son el ejercicio de educación social, el programa Aspa y cinco espacios de ocio. Sin embargo, estos programas no son actualizados desde 2018. Entonces, estamos en problemas ya que se ha visto el incremento que ha producido en las bandas desde 2022. Por lo tanto, aunque no se han actualizado desde hace seis años ya, es cierto que varios sectores han solicitado un enfoque más multidisciplinar, destacando la importancia de involucrar a profesionales, como podría ser María Oliver, que es una ex integrante de la banda Latin King, que ha trabajado en proyectos relacionados con esto. En resumen, para que sea una intervención ética, se debe considerar el contexto en particular. Además de las medidas mencionadas, es crucial que los jóvenes participen activamente en el proceso. El análisis de las necesidades, junto con la creación de un sistema de apoyo que involucre a las familias, a las comunidades, a los amigos, puede contribuir significativamente a reducir esta violencia juvenil y ayudar a los jóvenes a salir de este tipo de criminalidad y violencia. Yo, a lo largo de la Ley de la Familia, quiero preguntar, ¿cómo pueden los padres detectar que su hijo o hija está involucrándose en una banda y cómo pueden ellos prevenirlo? Bueno, pues lo primero, como ya hemos mencionado, nadie se une a una banda de la no sola manera, es decir, no es algo que pase de repente, sino que hay señales que los padres pueden detectar. Por ejemplo, si notas que tu hijo deja de frecuentar con sus amigos de siempre, eso puede ser una heresa. Las bandas suelen pedir exclusividad, como nosotros o ellos. Esto a menudo lleva al aislamiento, es decir, menos interacción con la familia, con los compañeros de clase, o incluso con los amigos de toda la vida. Otra señal clave está en el cambio de apariencia. Suele empezar a usar ropa característica de la banda, como se ha comentado antes, de ropa ancha, en colores específicos, o accesorios con números y símbolos que representen al grupo. Y también puede haber cambios en su costumbre. Deja de hacer cosas que disfrutaba, como deportes o hobbies, o pasar mucho tiempo hablando con otros miembros de la banda, incluso a altas horas de la noche. Luego en la escuela también pueden detectarse señales, ya que es común que empiecen a faltar a clase, o que su rendimiento académico caiga en su trago. Porque estar en una banda requiere exclusividad y tiempo, y ese tiempo a menudo choca con sus responsabilidades escolares. Pero aquí no solamente queremos dar expresión a los cambios visibles, también queremos señalar aquellos cambios emocionales. También puedes notar que tu hijo o hija esté más irritable, ansioso o un poco deprimido. Esto no es casual con casualidad, ya que ser parte de una banda no es fácil. Nos expone a riesgos constantes, como enfrentamientos con otras bandidas, y eso, quieras o no, puede generar miedo, ya que son niños, básicamente. Y muchos sienten que están atrapados, que no hay detención, ya no pueden salir. Y ese estrés será que afecta su comportamiento. Y ahora, la pregunta es, ¿qué pueden hacer los padres? Pues lo primero es no ignorar estas señales. Sé que puede, sabemos que puede dar miedo a intentar enfrentarse a algo así, porque es normal, pero lo peor es hacer como que no pasa nada. Es decir, hay que hablar con tu hijo o hija de forma normal, y no hablamos de interrogarlo o comulgarlo, sino de mantener una conversación clara y abierta. Pregunta cómo se siente, qué está pasando, sin que se sienta tan poco atacado. Incidente la situación, si la situación te supera, que también es normal, pues no dudes en buscar ayuda profesional. Hay psicólogos, hay trabajadores sociales, programas de prevención, hay recursos que pueden ayudarte a abordar el problema antes de que crezca. Y mientras actúes más temprano, tienes más posibilidades de evitar que tu hijo se involucre más en este mundo. Al final, lo que más necesita cualquier joven es sentirse escuchado, apoyado y valorado en casa. Si los padres logran crear ese espacio seguro, hay muchas más posibilidades de que no busquen fuera, pero que lo saquen dentro. Bueno, madre mía, vaya tema más interesante que nos habéis traído. Dar esas voces de la calle. Hay que tener muchísimo cuidado, hay que estar muy pendiente. Y queríamos daros las gracias, Lucía y María. Gracias por estar aquí guiándonos los micrófonos. Y gracias a Elena, a Hinoa y a Nerea, por habernos aportado un tema que es muy muy interesante y que todos deberíamos estar prestando muchísima atención a estas voces de la calle. Muchas gracias. Gracias.

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