MEDITACION PRUEBA

Tierra suavemente los ojos y permítete relajarte profundamente. Comienza tomando unas respiraciones lentas y profundas, inhalando aire fresco y exhalando cualquier tipo de tensión. Imagina que estás en un lugar tranquilo, rodeado de una suave luz cálida que te abraza. Siente como esa luz acaricia tu piel brindándote una sensación de confort y seguridad. Concéntrate en tu respiración, siente como el aire fresco entra en tus pulmones y como tu cuerpo se relaja con cada exhalación. Con cada respiración te sumerges más y más profundamente en este espacio de serenidad y conexión contigo mismo. Imagina que estás en un jardín exuberante, lleno de aromas tentadores y colores brillantes. Siente la suavidad del césped bajo tus pies escaldos, permitiendo que esta sensación viaje por todo tu cuerpo. Visualiza un suave viento acariciando tu piel, despertando cada uno de tus sentidos. Nota como este viento sexual te lleva a un estado de relajación profunda, liberando cualquier tensión que puedas sentir. Permítete, desde este lugar, explorar tu sensualidad de manera consciente. Toca con tus manos objetos que tengas alrededor. Siente sus texturas y sus temperaturas. Disfruta de cada sensación que despiertan en ti, permitiendo que tu cuerpo se sumerja en la experiencia sensorial. Acompañado por la melodía de fondo, esta música que te envuelve te invita a moverte con gracia y libertad. Siéntete libre para expresar tu sensualidad a través del movimiento, dejando que tu cuerpo fluya con la música. A medida que te sumerges en estas sensaciones, reconoce que la sensualidad reside en la conexión con tu ser interior, en la finitud de sentir cada momento presente y en la gratitud por tu cuerpo y sus sentidos. Ahora, y poco a poco, regresa tu respiración. Toma algunas inhalaciones profundas, sintiendo como el aire revitaliza cada célula de tu ser. Igualmente, lleva tu atención de regreso al lugar en el que estás, sintiendo la conexión entre tu cuerpo y el entorno que te rodea. Cuando te sientas listo, lentamente abre los ojos, llevando contigo esa sensación de calma y obsesión que has experimentado en esta visibilidad.