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Fidelidad - Lealtad

Fidelidad - Lealtad

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The speaker discusses the concept of fidelity and loyalty in human relationships. They mention examples from the TV show "Padre Familia" and the movie "Good Will Hunting" to illustrate the importance of trust and forgiveness. The speaker encourages listeners to examine their own relationships and consider the value of being faithful to others. They emphasize that fidelity is not just about romantic relationships but also extends to friendships and other interpersonal connections. The speaker concludes by suggesting that being faithful to others ultimately leads to a shared and happier life. Esta semana estuve viendo algunos reels y en un momento me aparece una escena de Padre Familia, una serie que no es muy edificante, digamos. Y hay un personaje que es Brian y Stewie. Brian es un perro que habla. Y entonces en un momento se le acerca a Stewie y le dice, no es tu culpa, no es tu culpa, no es tu culpa. Y Stewie se pone a llorar. Y entonces yo decía, bueno, esta escena yo la conozco, ¿por qué me suena, no? Y es una parodia de la película Una Mente Indomable, o The Good Will Hunting se llama la película, que es una película muy buena con creo que es Matt Damon y Robbie Williams y Ben Affleck también actúa, donde Will, el personaje de Damon, es un conserje que trabaja en la escuela, resuelve una operación matemática muy difícil que nadie le había podido resolver y le ofrecen una beca y la cuestión es que Roy Williams es un psicólogo que lo ayuda en su vida y una de las escenas de la película es cuando, que es la que parodeaban en Padre Familia, cuando Roy Williams le dice a Matt Damon lo que le dijeron tus padres, no es tu culpa, no es tu culpa, no es tu culpa. Y entonces Matt Damon, perdón que te spoilé la película, es muy buena igual vela, se pone a llorar. Entonces como que empieza a resolver todos sus problemas, ¿no? Esto me hace acordar o me hace pensar que Will, que es Matt Damon, se empezó a engañar porque él pensaba que era una persona que no era. Para él era un tipo que era un conserje, una ordenanza, que no tiene nada de malo, pero su cabeza le dice que era un tipo más inteligente y no se animaba a ser más. Y de esa forma se engañaba a él mismo. Y esto me hace pensar o me da el pie, me da la entrada para el tema del que quiero hablar de hoy, que es, aunque no parezca, ya te voy a ir explicando por qué, el hablar de la fidelidad que te quiero comentar hoy en día. Fidelidad en el ámbito humano, perdón, lealtad en el ámbito humano, unos con otros, y fidelidad se refiere a una relación con un ser superior. A los fines prácticos, a menos que te haga la distinción, voy a estar hablando, voy a mencionar siempre fidelidad, pero voy a hacer esta bella salida para que te enteres. Estaba leyendo un artículo sobre liderazgo al propósito de esto, y hablaban del ejemplo también de la película de Naufrago, donde John Han se queda en una isla e inventa a Wilson una pelota que le hace rasgos. Entonces decía, bueno, nadie puede liderar, nadie puede ser líder si está solo. Necesitamos gente para que podamos hacer o sacar adelante el liderazgo. Y en el caso de la fidelidad es lo mismo. En este mundo todos somos parte de un tejido de relaciones, un conjunto de gente, y es ahí donde, en ese mundo que estamos, es donde la fidelidad tiene que surgir. En ese mundo que estamos es donde la fidelidad tiene que surgir. No necesitamos unos a otros. No necesitamos poder confiar en los demás. Pero surge la pregunta, ¿cómo confiar en alguien que me ha hecho daño? ¿Cómo volver a empezar de nuevo, a confiar de nuevo, si las veces que confié he salido lastimado? Lo primero que tenemos que pensar es si mi fidelidad fue incondicional. Porque puede pasar que mi fidelidad no haya sido incondicional. Que yo haya dado cariño esperando algo de esa otra persona. ¡Ojo! Y no solo estoy hablando de esperar algo material, sino también esperar algo moral, sentimental, afectivo. Porque estaba buscando en esa persona algo que a mí me faltaba. Y te repito, eso no es justo. No es justo porque estás cargando a la otra persona de cosas que no puede darte. De falencias que vos tienes y que no son responsabilidad de esa persona. No voy a hacer el chiste y no voy a decir en segundo lugar a Francia, sino que te voy a decir que en segundo lugar, lamentablemente, ¿cómo volver a empezar de nuevo cuando me hacen daño? Y bueno, es que a nadar se aprende metiéndose en el agua. Por lo tanto, hay que llevar mal adentro y echar las redes. Animarse a ir un poco más, a ir aprendiendo, maldicreciendo. Porque eso se llama vivir. Allegarnos en esta vida a sufrir. Te lo hablaba la vez pasada, el mundo no está exento de sufrimiento y lo vamos a ver un poquito. ¿Quién es el equivocado si vos confiás en una persona y te falla? ¿Vos o ella? ¿Voy a negar al mundo la confianza porque alguien me haya lastimado? ¿Por qué va a ser el culpable el mundo de que esa persona te haya lastimado y entonces vas a cargar vos las culpas a esa persona? ¿O actuaste bien? Te repito, duele, bueno, pero el dolor es bueno. ¿Por qué le teníamos tanto miedo a sufrir? ¿Por qué pensamos que el mundo es un lugar justo, perfecto, maravilloso? Si te pones a pensar en tu caso, vos ves que muchas situaciones de tu vida no han sido justas con vos. Pero también fíjate que el mundo es un lugar justo, perfecto, maravilloso. No han sido justas con vos. Pero también fíjate que estás teniendo una visión muy chica del mundo. Porque no te fijás en el que está al lado, no nos fijamos en el que está al lado, nos ponemos a decir que nuestra situación es injusta, es mala, es triste. Pero, no sé, podés bañarte con agua caliente, podés tener padres que te quieren, hermanos que te quieren, comida en la mesa. En un país como el que tenemos, que hay tanta pobreza, miseria, hambre, destrucción. Nosotros somos unos privilegiados. Por lo tanto, fíjate que situaciones hay en la vida. Hay un psicólogo muy bueno que se llama Victor Cooper, que me encanta, tiene una charla TED que te la recomiendo. Que él habla de que en la vida uno piensa, uy, no, no tengo el iPhone X, el iPhone Pro 14, no sé cuál estamos porque nunca usé iPhone. No porque no me guste, sino porque no ha llegado a comprármelo. Y decía, en la vida hay problemas, es verdad. Pero eso no es un problema, no comprarte un iPhone. Un problema es con 50 años quedarse sin laburo, un problema es tener que salir a pedir en la calle porque te dejaron en la miseria, te hayan estafado, la muerte de un familiar, una enfermedad incurable, esos son problemas. Lo demás son situaciones a resolver. Y los que no tenemos problemas y tenemos situaciones a resolver, dice Victor Cooper, tenemos la obligación de ayudar a esos que sí tienen problemas. Muchas veces dice la gente que este mundo en el que vivimos, esta sociedad, se caracteriza por la búsqueda personal de una autonomía y no por un reconocimiento que nuestras acciones tienen reciprocidad sobre quien nos rodea. Se ha dicho también que nuestra sociedad tiene o prefiere la ilusión de ser totalmente autosuficientes antes que reconocernos necesitados de los demás. ¿Y por qué? Porque las actitudes nos empujan hacia ese aislamiento. Y ese es un problema que podemos sortear buscando ser fieles. Es una paradoja, pero tenemos que salir de nosotros mismos para encontrarnos y así encontrar a los demás. O encontrando a los demás, encontrando a nosotros mismos. Porque el que vive aislado vive en soledad, triste, angustiado. No te lo digo porque lo hayas leído, lo digo porque te conozco y me conozco. Esa es una vida que nadie quiere. Esas tristezas que amargan el alma y el corazón nadie las quiere. Porque son más dolorosas que cualquier sufrimiento lastimado, desgarro o golpe físico. Hay una canción que a mí me fascina de Las Pastillas del Abuelo que se llama Quiero tener razón o ser feliz. Empecemos a pensar nuestra vida si queremos tener razón o ser felices. Porque significa salir de nosotros mismos y empezar a buscar a los demás. Por eso te hablo de fidelidad, porque es una virtud que se da en las relaciones interpersonales. Es un ir y vuelta, un feedback que supone que hay dos personas. De un lado estoy yo y del otro creer en esa persona que tengo al frente. Pensar que esa persona tiene buenas intenciones. Buenas intenciones. Supone construir mi vida con la convicción de que esa persona me quiere ahora y lo va a seguir haciendo en el futuro. Y de esa forma nace la virtud de la fidelidad que rompe con nuestra tendencia hacia la autosuficiencia. Y nos ayuda a ser un poco más humilde. Es una apuesta muy arriesgada y siempre tiene una cuota arriesgo. Pero no nos deja de ser felices. De esa forma confiando en los demás crece un movimiento que poco a poco va creando un movimiento en espiral. Un movimiento en espiral que nos lleva a una vida compartida y feliz. Y entonces vos decís, ah bueno, es el final del camino. Empecé a confiar y no flaco. Perdón que te lo diga pero es el inicio. Un inicio de un camino que es vertiginoso, que da miedo, que produce inseguridad. Y acordate esa palabra porque voy a hablarte un poquito de eso ahora. Pero es un movimiento, este ir, este camino, que tiene sus riesgos. Pero que sé que no estoy solo porque tengo al lado a alguien en quien fiarme cuando lo necesite. Por eso la fidelidad es como una fuerza que conquista el tiempo. No por rigidez o inercia sino de modo creativo. Analizá tu vida hoy. Pensá con quien estás hoy, como son tus relaciones. Puedes decir que tienes con quien compartir, de quien fiarte, de amigos, de una pareja. Porque la fidelidad, te lo decía recién al principio, lealtad con lo humano, fidelidad con lo divino. Y en lo divino también está una relación de pareja porque hay que ser fiel con el compromiso asumido de ser fiel. Porque hay algo que nos une que no es una ley, no es un compromiso, es algo que se llama amor. Soy fiel con esa persona que amo. Y empezá a pensar si tenés lealtad con tus amigos, fidelidad con tu pareja. Porque si hoy no soy fiel o leal con los que me rodean, con lo que hago diariamente, ¿cómo voy a ser fiel el día de mañana? Y aquí está lo que te decía al principio que tienes que tener en cuenta. Porque empiezo a traicionar a todo el mundo y al último, en el último instante, voy a terminar traicionando a la persona más importante. Y esa persona soy yo. Me termino engañando. Pensando que, hay una frase muy buena que dice que quien no tiene valor para vivir como piensa, termina pensando como vive. Porque si no, vivimos, terminamos viviendo como dicen las pastillas del abuelo, temiendo ser peor, temiéndose mejor, temiendo al fin, siempre temiendo. Viviendo en el ayer a la tergán del hoy, sí, sobreviviendo. Jugando al por mayor y así te alejas más y más del juicio que más importa que es el juicio interior, que es el que hay que afrontar. Y sucede lo que te decía recién. Y sucede lo que te decía recién. Inseguridades personales. Y esto, hablando de inseguridades, me encantó una frase o un texto, una locución que dio el Papa Francisco. Hablando del pueblo judío, hay una historia en el Antiguo Testamento que Moisés sube a buscar los mandamientos y cuando baja, el pueblo judío se había armado, lo estaba esperando porque creía que se había ido y lo había abandonado. Hicieron un becerro de oro y lo adoraron como ídolo, dejando de lado a Dios, ¿no? Y entonces el Papa dice, el pueblo quería certeza si se construyó un ídolo hecho a medida y mudo, que no le exigiera salir de sus propias seguridades. Veían en la imagen del becerro un signo efecundía de abundancia y a la vez de energía y fuerza que se adaptaba perfectamente a sus necesidades. Además lo fabricaron de oro como símbolo de riqueza, éxito y poder que son las tentaciones de siempre. Los ídolos nos prometen libertad pero en cambio nos hacen sus esclavos. La idolatría nace de nuestra incapacidad de fiarnos de Dios, de reconocerlo como Señor de nuestra vida, el único que puede dar la verdadera libertad. Jesucristo se hizo pobre por nosotros abriendo la puerta de su salvación, que pasa por aceptar nuestra fragilidad y rechazar los ídolos de nuestro corazón. Pensá, ¿no? Se crearon ídolos a medida. ¿Qué ídolos te vas creando vos en la vida y dejas de lado lo que importa para no ser fiel? Y vuelvo a lo mismo que te dije la vez pasada, te creas ídolos de vicio, de alcohol, salida con amigos para perder el tiempo porque no lo aprovechás, no disfrutás, no compartís con ellos. Simplemente vas a creer que sos feliz y terminás al día siguiente con resaca y culpas. Un ídolo que aparte es mudo porque no me digan nada, porque no quiero que me hablen y me hagan recordar que tengo conciencia, que tengo moralidad. Y claro, después me siento mal, ¿y por qué? Porque no hay bola. Y vuelvo a empezar con, como dice el Papa, de oro, porque busco el éxito, la riqueza, el poder. Que nos hace creer que soy libre, pero en realidad soy esclavo. Pensá de qué sos esclavo hoy en día, de qué vicios no te dejan apartarte, qué cosas. Está la historia muy bonita del águila, que es una ave majestuosa, que una noche, un día de tormenta cayó del nido y se embarró sus alas, ¿no? Y cuando quería volar no podía porque el peso del barro no le permitía volar. Eso sos vos, un águila majestuosa, gigante, espectacular, pero que tiene barro en las alas, que son los ídolos que te has creado. ¿En qué momento vas a acercarte a la luz del sol para dejar que ese barro se seque, se despegue de tus alas y vueles más alto? ¿Sabes cuál es la idolatría o por qué nace la idolatría esa? Porque tenemos la incapacidad de fiarnos de Dios, como dice el Papa. Fidelidad a Dios y lealtad humana. ¿Qué es lo que te vengo hablando? Porque si no soy leal con la gente que me rodea, si no soy fiel con mi pareja, por ejemplo, me voy a crear ídolos. Te hablo de la Biblia, te hablo de la historia de la Biblia, te hablo de Dios porque es el mayor... Y porque es lo que creo, perdón que te lo diga, ahí es donde he encontrado mi felicidad. El ser fiel a la idea que tengo de Dios. No una idea de una persona, de una idea muy bonita, que de por sí es fantástica, a mí me encanta, sino que es una relación personal que he logrado encontrar con un tipo que me quiere. Que me quiere y esa es la razón que te digo. El amor. Porque en el mayor best seller de la historia, que es la Biblia, nos muestra a un Jesús tan seguro, tan seguro, que decidió entregar su vida voluntariamente porque ha querido. Una libertad que le ha dado el amor. Piensa eso que te digo, libertad. Libertad que lo ha sacado de la esclavitud. Puede entregar su vida porque quiere. Y eso es bonito, poder engañar a Dios. Esa fidelidad, esa que nos da seguridad en la vida, es fruto del amor, de liberarme de mí mismo, de renunciar a esos pequeños caprichos, para dejar que muera el milo malo, y da lugar a los demás. Porque nosotros tenemos algo, y perdón, a los hombres no nos gusta hablar de esto, pero tenemos con el amor, con el amor de Dios, con el amor de Dios, porque nosotros tenemos algo, y perdón, a los hombres no nos gusta hablar de esto, pero tenemos corazón. Y nuestro corazón tiene que irse llenando de cosas. Y no se va conformando con una vida absolutamente autónoma, en soledad. Porque ninguna vida humana es vida aislada, sino que se entrelaza con otras vidas. Ninguna persona, como dice el Papa Francisco, es un verso suelto. Una vida estática, previsible, es impropia de lo que está vivo. Es verdad que a veces todo esto puede parecernos un deseo inalcanzable. Es algo que está por encima de nuestras fuerzas. Y tiene razón. Porque si contamos con nosotros mismos, que somos débiles, porque tenemos los pies de barro, no podemos hacerlo. Porque aparte, la fidelidad es solo algo que surge entre dos personas. Pero es precisamente en esa experiencia de nuestra debilidad que nos evita fearnos de nosotros mismos, que nos lleva a confundirnos. Que nos lleva a confiar en un Dios. En un Dios que es más que nosotros, que con su amor ofrecido a nosotros antes de que se los pidamos, pase lo que pase y hagamos lo que hagamos, nos ha querido. Se ha sacrificado por nosotros y nos sigue amando. No sé en qué creerás vos. Yo sé que estoy en un momento en mi vida, alguna vez no sé si lo pensaste, yo soy consciente y creo con toda seguridad que Dios me ha dado la vida que tengo. Y creo que a vos también. Sé que a vos te la ha dado. Porque confía en vos. Te ha puesto en este momento histórico de la vida para que la pelees. Y Dios da, horrible frase, que la odio, sus peores batallas a sus mejores guerreros. Y vos decís, Señor, basta de darme de ser tu mejor guerrero, estoy cansado. No, bueno, no. Más que eso, Él te quiere como amigo y ha pensado todo este mundo que ha pensado, flaco, lo ha pensado para vos. Y te lo da. Y te dice, te mira con cariño y te dice, dale. Y te mira con una relación de Padre. No sé, la verdad, cómo será tu relación con tu Padre, si será buena o mala, pero Dios no es un Padre mezquino, malo, que nos trata mal, es un Padre bueno. Y es la que hay que empezar a pensar. Es difícil, ¿no?, pensar muchas veces en Dios como Padre. Porque a veces suele salir de nuestra cabeza, bueno, pero Dios está conmigo, ¿y cómo puedo pensar en alguien que me ha abandonado, en alguien que está lejos, en alguien que no lo siento? Te diría, ¿no es hora de preguntarnos si no lo abandonamos nosotros? Si no lo conocemos y siempre vivimos como si fuera un tipo lejano. Vivimos en la eterna paradoja de causalidad y casualidad. ¿Por qué estás en este mundo? No, porque el Big Bang y no sé qué, ¿y te conforma esa idea? ¿O te hace más feliz la idea de pensar que alguien que decidió desde la eternidad darte un alma, crearte, te ha puesto para que la vivas? Es un acto de madurez empezar a hacernos responsables de nuestras acciones. Y conocer los errores. Y esta madurez es una tarea que nunca termina y por eso hay que formarse. Sabiendo que formarse es aprender a vivir como lo que uno realmente es, no como animal, no como bestia. Quien desea ganar en un juego, en el póker, tiene en cuenta muchos factores. Y ves al otro y decís, bueno, no voy a jugar, ¿no? Y entonces no arriesgo demasiado. Y entonces no arriesgo demasiado. Pero si vos confiás en Dios como Padre que te cuida y te abandonás en Él, no te necesitas hacer muchos cálculos y tranquilamente te vas a apostar todo. Igual va lo mismo, no confías en Dios, bueno, ¿confías en las personas? ¿Sos fiel y leal con los otros? Pero para eso tenés que ser vos fiel y leal para que los otros te retribuyan. Voy a hablarte, te hablo mucho de amor, sí. La vida adquiere sentido cuando nos sentimos amados. Amados por Dios principalmente, pero amor también a los demás. Es necesario recordar que lo único que nos saca de la muerte, de la soledad, del abandono, es el amor. Disculpá que te hablé de eso, señor macho. Pero a veces nos olvidamos de que tenemos que vivir amando. No hay nada más lindo en la vida que sentirse amado por alguien. A mí me ha pasado, siento especialmente querido por Dios, amado por Dios, y eso le da luz a mi vida. Ojalá te pase, o te haya pasado, de sentirte verdaderamente amado. Y encontrar a esa persona que te huele la cabeza. Ese deseo de amar, ese deseo de querer ser el mismo en todos lados, que nos lleva a comportarnos con todos de la misma forma. Porque soy un tipo leal, porque soy un tipo fiel, porque soy un tipo de una sola cara. Unifica el modo de ser. Fíjate, por querer amar, soy un tipo fiel. Por querer amar, soy un tipo fiel. O si quieres al revés, por ser fiel he aprendido a amar, y por aprender a amar, soy un tipo que no tiene doble cara. Y entonces descubrimos en nuestra vida una misión clara que nos llena. Y empezamos a agradecer a quien nos la ha hecho ver. Y ponemos ahí nuestra confianza. Como cuando encuentras a la indicada, y te dice esa y rey. Bueno, cuando empiezan a pasar estas cosas, nuestro corazón, nuestra alma, nuestro ser madura. Y va formándose una identidad que está bien arraigada, y que lleva a jugárselo todo de una vez y para siempre. Amigo, te invito a reflexionar, te invito a pensar, te invito a que seas consciente. ¿Quieres creer en Dios? Me encantaría que lo creas. Que lo conozcas como yo lo conozco. Que te llene el alma como me la lleno a mí. Pero si no crees, trata de ser fiel con los que tienes al lado. Trata de ser leal con tus amigos. Trata de ser fiel a tu pareja. Y fiel significa portarme bien en todo momento, y no descuidarla. Y también a veces ser fiel significa decirle, mira, hasta acá llegamos porque estoy con vos. No porque te quiera, sino porque necesito que alguien me quiera. Y te repito, te lo dije la vez pasada. Obligas a las personas a degradarse por vos. Porque sabes que tenés ese handicap, ese jueguito de que, bueno, no pasa nada. Y me consuela. ¿Sabes qué, flaco? Eso no te va a consolar. No vas a encontrar el cariño ahí. No vas a encontrar lugar porque tu corazón, en vez de expandirse y ser capaz de creer, se hace más chico. Es un problema de las sociedades actuales. Dicen los grandes, los viejos, los que se han olvidado de que fueron chicos. De que hay muchos divorcios, de que los padres son así, atatatata. Y te viene a decir un montón de cosas. Vos sabes que no es verdad. Vos sabes que tenés heridas y lesiones. Heridas y lesiones y fragmentaciones en tu corazón que no te permiten ser feliz. Bueno, también hay cosas que vos te has olvidado. Hay cosas que vos y yo no hemos olvidado. Y que tampoco vamos a ser felices viviendo nuestra vida con doble cara. Viviendo nuestra vida de infieles. Tenemos que volver el rostro hacia los demás y empezar a confiar. Perdón, no quiero ser imperativo. No quiero ser imperativo, no tenemos. Deberíamos tratar por lo menos de ser leales con nuestros amigos. Fieles con los que nos rodean. Y así vas a conseguir, te lo juro, felicidad en tu vida. Porque vas a ser feliz vos y vas a ser felices los que te rodean. Gracias por ver el video.

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