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In this episode of "El mapa del yoga," Manuel Navarro discusses the causes of human suffering. He explains that suffering arises from identifying with and being trapped in negative mental states called Kleshas, which cloud the mind and perpetuate suffering. The five Kleshas are ignorance of our true nature, attachment to ego, attachment to desires, aversion to what we don't want, and fear of death. By transcending these causes of suffering, we can achieve a state of enlightenment or Samadhi. Understanding and addressing these causes is essential for finding freedom from suffering and living a more fulfilled life. El mapa del yoga. Bienvenidos, soy Manuel Navarro de Element Yoga School y en este espacio vamos a abordar con claridad y sencillez las inquietudes en el sendero del yoga. Y lo haremos a través de los aspectos más relevantes y de aquellas inquietudes que tú nos plantees. Comenzamos. Hola, bienvenidos a otro episodio del mapa del yoga. En esta ocasión vamos a abordar el tema de las causas del sufrimiento humano. Una de las definiciones que dimos en su momento de yoga era precisamente como la disciplina que nos ayuda a aminorar las causas del sufrimiento. No cabe duda que la vida es un tapiz de experiencias, de altibajos, alegrías, tristezas, placeres y que incluye el dolor, el dolor físico, emocional, mental, el dolor de la vida. Es una experiencia que puede ser particularmente desafiante si hablamos en términos de sufrimiento. En ausencia de iluminación, de sentirnos realizados en la vida, tenemos que decir que si ese es tu caso, el caso de todos nosotros, la vida contiene sufrimiento. ¿Y qué es el sufrimiento? Sería la primera pilar por la que debemos construir esta escalera. Es el estado de estar y sentirse atrapado por una situación e identificarse con ella como si fuera un aspecto de tu ser. Por el contrario, fíjate, dolor lo podremos ver como una experiencia física, mental o emocional, incómoda pero pasajera. No necesitas identificarte con ella como un aspecto de tu ser, ni verlo todo a través de ese prisma. Ahí es cuando entramos en el aspecto de sufrimiento. Otra forma divertida y cómoda de entender es que el dolor es lo que te sucede y el sufrimiento es la interpretación y reacción a ese dolor. Dicho de otra manera, en una frase que todos conocemos, el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Por tanto, ¿cuáles son las raíces del sufrimiento y de dónde vienen? Esto lo explora muy bien en el Yoga Sutras. ¿Recuerda ese texto sagrado del que hemos hablado ya en más de una ocasión? Ahí nos habla en uno de sus textos de los Kleshas. De alguna manera, el concepto sánscrito de Klesha significa literalmente veneno. Se refiere a ese estado mental negativo que oscurece la mente y en el que permite que surjan las condiciones donde habita el sufrimiento con nosotros de una forma perenne. Cuando trascendemos y liberamos del sufrimiento es cuando encontramos el estado realmente de Samadhi o iluminación que anhela al Yoga y del cual nos aborda y nos da esta escalera, estos pasos, estas ramas sobre las que transitar. Los Kleshas a mí me resulta muy relevante su comprensión porque si lo llevo del timón de la conciencia y la atención resulta muy fácil empezar a marcarte retos, pautas y objetivos a cumplir. Y los Kleshas, esas causas del sufrimiento, son cinco y vamos a abordarlas poco a poco. La primera sobre la que vamos a abordar es la que contiene, de alguna manera, a las otras cuatro. Y la primera es la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza. Eso es lo que nos hace sufrir, la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza. Dicho de otra manera, como si hubiéramos olvidado cuál es nuestra naturaleza. De una forma más llana, hablar de la naturaleza significa que normalmente consideras que tu esencia es con lo que ves, con lo que tocas, con lo que percibes, con tu relación con el cuerpo y no te observas como una divinidad, como parte de la totalidad. Por eso es muy fácil caer en esa ignorancia. Esa ignorancia, o dicho de esa otra manera, haber olvidado lo que realmente somos. Esto nos lleva paralelamente a nuestra segunda causa del sufrimiento. Si hemos olvidado cuál es nuestra verdadera naturaleza, esa naturaleza divina, lo que hacemos es, al haberla olvidado, es identificarnos con lo que no somos. Y esa identificación tiene una palabra que hemos acostumbrado a utilizar y a trivializar, que es la figura del ego, la identificación con el falso sentido del yo. El ego aparece para apropiarse, para darnos una autoimagen, una forma de estar en el mundo, un rol, un personaje. Lo sustituimos por esta falsa identidad en lugar del verdadero yo. Este yo restringido, que llamamos ego, es la fábrica de personajes, la autoimagen que nos define en la vida. Tiene un concepto que lo define en santito, que es asmita, el velo o la cubierta que esconde nuestra verdadera naturaleza y que nos mantiene atrapados en el concepto de egoísmo o de percibirnos que somos el hombrigo del mundo. Una gran cantidad de sufrimiento causado por la necesidad de aprobación del ego y genera un montón de sufrimiento cada vez que sus necesidades no están cubiertas. Y el ego tiene muchísimas formas de manifestarse, de entrar por la puerta de atrás. Al ego le acompaña la siguiente causa del sufrimiento que sería el apego a los objetos de deseo, los rada. El acto de aferrarse a algo que es ilusorio e impermanente. Sabes que una de mis frases preferidas es solo el cambio permanece. Recordarme eso me ayuda muchísimo o no perderme en rada, en este apego a cualquier circunstancia, a cualquier persona, a cualquier condición y poder verla como transitoria, como pasajera. Claro, cuando estamos apegados y se rompe ese apego, nos crea una profunda sensación de inseguridad y produce precisamente el efecto contrario. Queremos aún más aferramiento. Eso nos sucede en las dependencias personales. El apego causa sufrimiento generando una corriente de fondo que es el miedo, la tensión, la ansiedad, el temor a la sensación de pérdida. Y es todo esto nada más que es un subproducto inevitable de la vida cuando se manifiesta en este nivel material. Igual que rada es ese deseo, ese acercamiento, ese apego a aquellas cosas que nos gusta, no queremos, el siguiente aspecto en causa de sufrimiento, lo contrario, es el rechazo, la adhesión, la repulsión de las cosas que no queremos. Igualmente, el acto de aferrarse a las cosas, el apego a las personas o las situaciones que desean, lo contrario de bella sería evitar las cosas que no deseamos. Cualquier cosa que represente una amenaza para el ego te va a hacer retroceder de cualquiera de las formas. Vas a hacer todo lo posible por alejarte de cosas o de personas o de situaciones y llevarlas tan lejos como sea posible, de tu cuerpo físico, de tus emociones o de tu mente. La aversión lleva precisamente al sufrimiento a traerlo hacia la negatividad. Recuerda bien esto, te ayuda a instalarte en vivir de una forma negativa, en vivir con mucho miedo, con mucho rechazo a las cosas que ocurren o no aceptarla. Y en el peor de los casos, pensando en qué podrás hacer si no puedes evitar las cosas que temes. Entonces, se instala también con mucha fuerza como causa del sufrimiento. Hay una historia hindú de un árbol que concebía deseos. Cuenta la leyenda que un hombre caminando por la tierra se encontró de repente en el paraíso y a la entrada en sus dominios, sin saberlo, se encontró con un árbol que le pareció precioso. Se cobijó bajo su sombra y se encontraba tan cómodo que a su mente vino la reflexión de decir, ¡qué maravilloso sería dormir ahora una agradable siesta debajo de este árbol! Y tenía en una almohada algo cómodo para dormir. Y efectivamente, se le apareció a su lado una almohada donde pudo apoyar su cabeza y dormir placenteramente. Y cuando despertó dijo, ¡jolín, he tenido el sueño reparador mejor de mi vida! Y de la misma manera pensó que qué bueno sería tener ahora algo que comer después de esa reparadora siesta. Y a su lado apareció una fuente de frutas maduras perfectas que empezó a comer agradecido y maravillado de las frutas. Y lo mismo, le vino el siguiente deseo y las ganas de tener algo que beber para acompañar a esa fruta. Y le apareció agua fresca y maravillosa que se llevó a la boca y disfrutó. Y mientras disfrutaba, le turbó la mente un pensamiento de pensar que esto tenía que ser causa de los espíritus y los fantasmas, que cómo era posible que aquellas cosas que deseara se aparecieran frente a él. Y efectivamente, eso es lo que sucedió. Se le aparecieron ante él espíritus y fantasmas que lo que hicieron fue instalarle en el miedo. Y no sólo instalarle en el miedo, sino llevarle más allá. Pensó que esos fantasmas, esos espíritus habían venido para hacerle daño. Y lo siguiente que sucedió es que los espíritus le hicieron daño, los fantasmas le hicieron daño físico, físico, mental también. Y aterrado, el hombre pensó que era su último momento de la vida porque esos espíritus, esos fantasmas iban a matarlo. Y así fue lo que sucedió. Que los fantasmas, que los espíritus acabaron con su vida. De alguna manera, si te fijas, las causas del sufrimiento, cómo están colocadas en cascada y cómo funcionan, tienen muchísimo que ver con esta historia. Fíjate que todo lo que de alguna manera atraemos a la mente o captamos a través de la energía, es lo que luego vamos manifestando en nuestra realidad. Bien sean miedos, bien sean aversiones, rechazos, o lo contrario, bien sea compasión, amistad, cercanía, transitoriedad, aceptación. Todo lo que va viniendo de alguna manera son las cosas que atraemos a través de nuestra psique, de nuestro pensamiento, de nuestra emoción. Y si se instala o estaremos muy instalados en el sufrimiento, pues evidentemente nos va a ir peor. Y por último, el último de los kleshas es el miedo a la muerte. Estamos diciéndolo de una forma un poco coloquial, como siempre hemos dicho, elemental, cómoda, para poder entenderla con nuestras limitaciones. Es realmente el aferramiento a la misma vida material, al propio hecho de estar vivo. El miedo a la muerte es una experiencia que nos viene por el propio aferramiento a la vida. Entonces están realmente relacionadas o son lo mismo, han dicho de manera diferente. También nos aferramos a eso, a todo lo que tenemos, a lo que hemos conocido. Y la muerte es lo contrario, es un enorme desconocido y se acerca cada día, por supuesto, un poquito más a cada uno de nosotros. Entonces habitar con la compañera de la muerte como aliada es una labor importante. Eso nos puede llevar tiempo, mucha reflexión, mucho estudio. El miedo a la muerte causa sufrimiento y da lugar, si te fijas a todos los demás miedos, ansiedades duras y preocupaciones que te atraen. Entonces tenemos que intentar, para encontrar la solución a las causas del sufrimiento, recordar nuestra verdadera identidad. Nuestra verdadera identidad es que somos seres divinos en un periodo de tránsito en esta vida material donde habitamos un cuerpo. Cuando uno instala este tipo de ideas en su psique, aminora un poquito las causas del sufrimiento y tanto más vas trabajando sobre las distintas esclesas que hemos nombrado, mejor no puede ir. Aún así, si te fijas, la forma en la que te he hablado de estas esclesas es de una forma muy teórica y poco cercana a la realidad. Me gustaría hacer lo mismo, hablarte de esto, pero hablarlo desde un enfoque más urbano, más real. Y me encantaría decirlo de la siguiente manera. Estas esclesas los voy a desordenar, de una manera distinta, y te diría que las causas del sufrimiento, el porqué sufrimos, serían por no saber lo que es real, por aferrarnos a lo irreal, por tener lo irreal y además rehuirlo, por identificarnos con un yo imaginario y por último por el temor a la muerte. En los Dogas Sutras nos dan también la solución. La solución va a venir desde el concepto de meditación, pero antes déjame decirte que el concepto de la ignorancia y olvido de lo que somos y el aferramiento a la vida, a lo que no somos, entran dentro del campo de la inteligencia. Y lo que son los apegos y rechazos o repulsiones entran dentro del campo de las emociones y sensaciones. Y el concepto de la muerte, el concepto de aferramiento a la vida, al concepto de vida, tiene que ver con el instinto. Entonces, arrancarla de nuestro ser, cada una de ellas lleva un proceso distinto y una forma distinta. Un ejercicio maravilloso que puedes hacer es el ejercicio de la meditación. El hecho de sentarte y de forma pasajera contemplar el flujo de los pensamientos que van y vienen, de las emociones y sensaciones que van y vienen, el distanciamiento con el cuerpo físico. Un trabajo perseverante sobre la meditación puede ir ayudándote a aminorar estas causas del sufrimiento. Dentro del concepto de meditación, te querría incluir el concepto también como fórmula para solucionarlo de reflexión. Mucha gente interpreta que meditar es reflexionar, aunque no tiene nada que ver. Pero más allá de la pura observación, te llevaría a la reflexión. Piensa en los términos que hemos visto cómo afecta el desorden. El caos es complicado, el orden es simple. ¿Cómo está tu casa? te pregunto. ¿Cómo está tu escritorio? ¿Tienes pilas de cosas por hacer y tratar de trabajo igual? Otra cosa que te pregunto es, ¿y tú permites que los otros ensucien y desordenen tu espacio? Y a veces sucede porque no los responsabilizas a esas personas de eso. Te invito también a que cuidadosamente observen las causas que producen tensión. Fíjate que pueden ser hechos sencillos como simplemente el hecho de ir a trabajar, el camino que utilizas para ir a trabajar, el levantarte demasiado temprano, que no has dormido lo suficiente, el escucha de la señaleta agotamiento. Puedes hacer una larga lista, yo creo, de las cosas que más estrés te provocan y trabajar sobre ellas para reducirla y no estar sobreestresado. El estrés es necesario y nuestra cultura está basada en el estrés, pero el no manejo del estrés es algo importante. La respiración aquí sería uno de los fundamentos sobre los que podrías también incorporar un trabajo sobre el estrés. El sufrimiento empático también te haría la reflexión de decir, oye, hay padecimientos externos en otras personas que a veces yo los vivo con una empatía tal que el sufrimiento parece que se vuelve mío. Si no eres capaz de saber de dónde puedes ayudar y lo vives como algo tuyo, quizás vale más la pena que separes, que te distancies de ese tipo de comportamiento, de ese tipo de acciones. La negatividad, igual que la positividad, es lo opuesto. La negatividad es un estado a que se regresa si no pones atención. El estado simple es el estado de bienestar y es a donde la mente de forma natural iría. Pero lo cierto es que la negatividad ronda alrededor y genera malestar. A veces se producen, o bien porque tú chismorreas, otras personas chismorrean a tu alrededor sobre cosas y desgracias que les pasan a otros. Eso no lleva a ningún sitio. El tiempo, observa que pasas con personas que lo único que viven es en quejas constantes y en críticas constantes. Otro aspecto también que deberías hacer reflexión sería sobre las relaciones, sobre especialmente sobre las relaciones tóxicas. En tu vida las personas se pueden dividir en tres clases, las que te dejan solo, las que te ayudan y las que te hacen daño. Las que te dejan solo son aquellas que tu sufrimiento para ellos es una molestia, un inconveniente y simplemente prefieren manejarse en distancia. Quienes te ayudan y tienen la fuerza para hacerlo y la conciencia para acompañarte con tu sufrimiento y tratar de hacer que minore. Son las personas que uno debe abrazar, querer y a las que uno se debe acercar. Por el contrario, las que te lastiman, las que te hieren, los que les da igual tu situación, no les interesa tu bienestar, estas personas tienes que percibirlas porque tampoco puedes hacerlas ellas receptoras o fuentes de tus problemas, de tus quejas, de tus comentarios, porque no son personas que quieren hacer nada por ayudarte. Entonces recuerda poner siempre distancia entre tú y las personas que quieran ayudarte. Respira profundamente y permanece en silencio en esta forma de meditar. Percibe sin juicio, observa sentimientos, pensamientos, energía, lo que surja. Escucha la voz de la ansiedad, de la ira, del miedo, del dolor, del temor. Escucha que las voces que te hablan tienen necesidad de salir, podemos escuchar sin identificarnos con ellas, dejarlas pasar, que simplemente se expresen. Mismo, que la energía se concentre, hay que darle espacio para que se muera y luego concentrarla en algo y de alguna manera equilibrarnos. Es muy importante esa pequeña sentadita donde tener en cuenta esta última reflexión que te hago. Y aunque parece complicado, sencillamente dedicándonos un poquito de tiempo al día a la meditación, de dos formas como hemos dicho, como la observación sin juicio y por otro lado como reflexión sobre los aspectos que hemos visto al final, te pueden ayudar a aminorar las causas del sufrimiento. Con nada así cerramos el capítulo de hoy, espero que de alguna manera alguna pequeña perla te haya inspirado y te pueda ayudar y nos vemos pronto. Un abrazo. Gracias por estar ahí y servirme de inspiración. Si te ha gustado puedes ayudarme haciendo tres cosas, suscribirte al canal, recomendarlo y escribirnos si tienes alguna opinión o algún tema que te gustaría que abordáramos. Puedes encontrar más información de quiénes somos en www.elementyogaschool.com. Un abrazo.