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The speaker discusses the importance of photography in capturing evidence and shares a personal experience. They enjoy taking photos and editing them to enhance the colors and lighting. They mention the availability of photo editing apps and the use of AI to improve photo quality. The speaker talks about a time when they uploaded a collection of photos to a website for their colleagues to view and download. However, they were surprised to find themselves in two of the photos, even though they were the one taking the pictures. They speculate on how this could have happened and consider the possibility of a memory lapse. The speaker concludes by reflecting on the strange and real nature of the experience. Hola, ¿qué tal? Otro tema de mi interés. Ridículo, pero es también interesante, porque tiene que ver con la fotografía, hasta donde una simple fotografía puede ser realmente importante cuando se trata de encontrar o mostrar evidencias de algo. Por ejemplo, habitualmente yo saco fotos de eventos. Yo no soy fotógrafo, pero me gusta el tema y me esfuerzo en sacar buenas fotos, y uso el recurso automático de la cámara, y luego con un editor voy más o menos equilibrando la luminosidad, para que realmente se vea como el acople natural de los colores, del efecto luz y sombra. Y ya, eso es lo que hago, y me entretengo bastante con eso. Hoy en día tenemos cualquier cantidad de aplicaciones, incluso un simple celular ya las trae. Por lo tanto, es cosa de hincarle el diente, dedicarse algún tiempo pequeño y mejorar la calidad de la fotografía. Y si éstas no logran la calidad que uno quiere, bueno, está la IA en este momento. Ustedes buscan la aplicación, la ponen en su teléfono y hace más o menos lo que ustedes hacen, tal vez en un cuarto de hora, la IA lo hace prácticamente en un minuto y sale bien. Pero la fotografía, como les decía, es una evidencia clave para cualquier tipo de situación. Hay cámaras de video que sacan fotogramas, no son prácticamente videos, fotogramas secuenciados, en donde al activarlo para ver lo grabado, se ven de pronto las imágenes un poco cortadas, y eso es para ahorrar tiempo y ahorrar material en cinta magnética, en este caso, o el espacio digital en el disco. Bueno, un día me pasó una cosa muy curiosa, porque yo saqué muchas fotografías de mis colegas de trabajo, de todos. Era una actividad ya en final de año. Y las fotos tienen que haber sido unas 200 o 300 fotografías, entre buenas y malas, entre excelentes y magníficas, entre apropiadas y no apropiadas. Era una festividad de término de año, por lo tanto, se merecía una cierta holgura y relax en el ambiente, pero con autorización de todos. Después la idea era compartir las fotos y cada cual lo iba a hacer, y para tal efecto, busqué en internet un repositorio de fotografías y las subí todas, sin editar. Todas las podían ver. El acuerdo, el grupo fue ese. Todas las fotografías se iban a subir tal cual, sin edición, sin cortes, para que todos pudieran elegir la foto adecuada, bajarla, guardarla, y este repositorio, este sitio web que yo elegí, iba a estar solamente disponible por cinco días. Había podido poner 24 horas, pero no, no todo el mundo tiene la paciencia o la inmediatez de ver las fotos. Por lo tanto, acordamos cinco días, y ya. Y por WhatsApp se envió a todo el grupo las indicaciones, la dirección web, la clave, y cuánto tiempo iba a estar disponible ahí. O si quería hacer algún comentario, para cada foto su espacio respectivo para dejar comentarios o sugerencias. Y a disposición libre de todos ellos, para bajarlas, guardarlas en sus computadores o en sus teléfonos, conservarlas, pero a sabiendas de que después, al sexto día, todo eso se iba a borrar, para dejar espacio en este repositorio digital. Bueno, se subieron todas las fotos, y lo curioso es que la única persona que no debía estar ahí era yo, pues yo era el fotógrafo. Yo no paso mi máquina fotográfica, no es excelente máquina, pero es una máquina semiprofesional, la cuido bastante, y solamente es de uso personal. Y subí estas casi trescientas fotografías, y en dos de ellas aparezco. Aparezco ahí con las personas. Mi gran pregunta fue, ¿quién sacó esa foto? Incluso yo aparezco con mi máquina, colgada aquí, con la correíta, al cuello, viendo todo este espectáculo, pasándolo muy bien. Y me vuelvo a preguntar hasta el día de hoy, ¿cómo llegué yo ahí? Yo no debiera estar. Yo saqué todas las fotografías. Yo no puedo estar ahí, pero estoy ahí. En dos fotos aparezco. Yo me di cuenta. Nadie más se dio cuenta de este evento extraño, hasta que, bueno, pasó el tiempo, guardé todas las fotos, y a medida que ha ido pasando el tiempo, las he ido mejorando, haciendo todo este experimento visual, de mejorar el color, disminuir la luminosidad, en fin. Y sacar aquellos, encuadrar un poco la imagen, que no se vean las personas partidas, en fin, recortadas, por decirlo menos. Y eso fue lo curioso de la foto. La evidencia está ahí. Y eso me llamó la atención. Yo quedé realmente impresionado. ¿Cómo era estar ahí sin yo haber pasado mi máquina? Un compañero me dijo, es que a lo mejor, acuérdate, estuvimos brindando, tú también brindaste, pero tienes razón. Nunca, nunca le pegaste la máquina a nadie. Incluso yo te la pedí, me dijo, y no me la pasaste. Entonces, eso es lo curioso de esto. ¿Cómo es posible que yo haya estado en esa foto, siendo yo el fotógrafo de ese grupo, de ese evento? Es una cosa curiosa. Tal vez, tuve un lapso de memoria y se me olvidó, y si a lo mejor se la pasé a alguien. Puede ser. ¿Cuántas veces se nos olvidan algunas cosas, y ahí quedan, olvidadas, y de pronto llegamos a la habitación, o llegamos al comedor, o llegamos a nuestro trabajo, y encontramos aquello que estaba perdido, y decimos, ¿cómo llegó acá? Y a lo mejor nosotros mismos lo pusimos ahí. No lo sabemos, no lo recordamos. Pero, ¿es posible? ¿Puede ser? Es una respuesta que yo me doy. Pero no tengo, no tengo memoria de algo así. No lo sé. Por lo tanto, ese tipo de cosas, es muy importante tenerla presente, cuando suceden este tipo de cosas extrañas, o anomalías. Espacio-temporales, digo yo. No lo sé. No lo sé. Pero, puede ser. Puede ser la explicación que yo tengo. Pero que yo recuerde, no fue así. No fue así. Incluso, fotos de todos los compañeros que participamos, todas las personas que estuvimos ahí, no aparezco. O sea, aparezco yo sacando fotos. No aparezco en ningún momento sin mi cámara fotográfica. Siempre estoy con mi cámara fotográfica aquí, al cuello. Y bueno, eso fue lo curioso de esta situación de la fotografía. Cosa extraña. Cosa extraña y real, en todo caso. Una experiencia personal. Como yo estaba en una fotografía, si yo saqué todas las fotos, y estaban en mi cámara. Distinto es que alguien hubiera subido las fotos ahí mismo. Puede ser. Pero, cuando hay cámaras fotográficas, semiprofesionales, tú subes la foto y pides el detalle de esa fotografía y aparece la marca de la cámara que tú utilizaste, la hora, la ISO y toda la parte técnica de la fotografía. Y me dediqué a revisar esas dos fotos, esas dos fotografías, con las mismas características técnicas de mi cámara fotográfica. No era otra cámara fotográfica. Y revisé todas. Todas pertenecían con el registro de mi cámara fotográfica. No era nada distinto. Cosas curiosas que suceden. Hasta pronto.