Home Page
cover of Episodio Especial @TiroLocoo y el Área 51 en Los Pantos Podcast
Episodio Especial @TiroLocoo y el Área 51 en Los Pantos Podcast

Episodio Especial @TiroLocoo y el Área 51 en Los Pantos Podcast

00:00-51:57

¡En el episodio #6 de Los Pantos Podcast, adéntrate en el misterio del Área 51 con el invitado especial @TiroLocoo! Explora los secretos más profundos de este lugar legendario mientras TiroLocoo comparte sus perspectivas únicas. No te pierdas esta conversación intrigante y llena de sorpresas. ¡Escúchalo ahora! 🛸🎙️

PodcastLosPantosPodcastÁrea51TiroLocoo
1
Plays
0
Downloads
0
Shares

Transcription

¿Qué pedo perdidos? Pues estamos bienvenidos a otro podcast, a otro podcast maravilloso de los Pantos Podcasts, aquí con el Jales, aquí con el Wisclatl. Ya se la saben banda, ya se la you know, hoy tenemos un invitado todo precioso y hermoso, chileno creo que es mi compa, o de dónde sí, no, chileno, chileno. Sí, de Chile, hermano, de Chile. Sí, chileno de Chile. Está aquí, vamos a armar el pedo, es el tiro loco, un aplauso para el tiro, por favor, que anda por acá, se dejó caer ahí. Un aplausito, un aplausito. ¿Cómo has estado, mi queridísimo tío? ¿Cómo has estado, pa? Aparte de jodido. Aparte de jodido, exacto, aparte de jodido, pues aquí, de Chile, y pues es gustoso de querer hablar sobre estas cosas, porque si te pones a pensar, Chile también está al lado de la Antártida, donde hablan muchas cosas que están referentes al Área 51, entonces pues es algo que también es de hablar. Verdad, verdad, verdad. Fíjate, güey, es el bicho de la Antártida, ¿no? Bueno, no, es cierto, vamos a empezar primero con el Área 51, ¿vale? Tiro loco, ¿tú traes algún dato curioso, güey, que tú te sepas del Área 51, güey, que hayas escuchado, leído, visto, un videíto y todo ese pedo, güey? ¿Traes algo acá, random? ¿Una vez? A ver, pero ¿videos dónde puedo poner? ¿Dónde se ponen los videos para que se pongan aquí atrás? No, pero es que, no, lo cuentas tú, güey, ese pedo es la pantalla del podcast. Ah, va, que como veía por allá que hay un enlace, dije, ah, no manches, se puede poner el video aquí en la pantalla en corto. Ese es el enlace de aquí, güey, pero justo, pues, si tú vamos a implementar eso de, hay videítos y todo el pedo, pero tú cuéntanos un video, algo que tú hayas visto, güey, en un video. A ver, yo una vez, hace tiempo, vi que se estaban metiendo, ¿viste este meme que se hizo común en Estados Unidos? De que los pendejos se iban metiendo al Área 51 por sus huevos, y iban haciéndola de Naruto, con los brazos de atrás. Ya están los videojuegos, ¿no? Que hasta hicieron videojuegos y ya, ya, no recuerdo. Yo lo que supe o me enteré una vez con un carnal, fue de que una vez, si habían logrado meterse unas personas y subieron un tito o subieron unas cosas, donde estaban en un container o algo así, como en un hangar así, grande, y habían personas. Pero hasta ahí, pero después no se subió más de esa gente. Oye, supongo que eso está muy correcto, ¿no? O sea, ¿por qué logran esas vergas y van a salir en 51 si claramente hay por todos lados, güey, que está restringido, ¿no? O sea... Ajá, pues sí, ni siquiera pueden bajar los aviones, o sea, ¿tienen que ser por algo de emergencia? Güey, sí, un poquito de... de por favor, ¿no? Porque no jodas. Güey, tú viste ese pedo, a ver, cuéntanos, complementanos un poco de eso, güey, que sepas de ese pedo que fue ese vato. Sí, sí, recuerdo que... Sí, fue como un... como dice, empezó así como, no sé, broma, meme, pero se tomó en serio. Y nos empezaron a hacer salir videos que hacían en videojuegos con un montón de gente corriendo hacia el Área 51 y de repente, como dice él, fueron personas a grabar y lograron meterse. Yo creo que unas fueron arrestadas, las agarraron a varias, tratando de cruzar el cerco, ¿no? El famoso cerco donde dice Área 51. Y gente se quedaba, creo que hasta la fecha hay gente, ya sabes, tratando de grabar algo, en las noches, a todas horas. Es que ese pedo está bien interesante, es que, a ver, los humanos somos así, güey, somos curiosos por naturaleza. Curioso. Sí, güey. Ajá, entonces imagínate, güey, estar tanto pinche secreto y la chingada. A ver, que eso dicen que, bueno, es una base militar y punto, ¿no? Pero nos vamos con el pedo de que dicen que ahí hay naves extraterrestres, que han aventado todo el pedo. Ándale. De que tienen naves extraterrestres. Salió una nota apenas, güey. De hecho, yo lo otro que vi hace tiempo fue un reportaje donde decían que no solamente hay cosas como extraterrestres, incluso cosas que no saben otros países que lo tienen. Había un avión especial llamado D-2, si no me equivoco, es como un avión en forma de triángulo, que pocas personas en el mundo pueden ocuparlo. Y una vez un avión comercial tenía que hacer una parada así o así o no se iba a caer, y paró en el área 51. Y le dijeron, no voltees para allá, porque estamos haciendo algo. Y, bueno, los vatos llegan y voltean y ven ese avión, porque lo estaban moviendo, y es de los pocos que hay en el mundo. Porque era nuevo en ese tiempo. Voy a investigar eso, eh. El D-2, ese que fue hecho como en los noventas, ya sabes, para que no lo detecten los rarares y todo ese rollo. De hecho, salió hasta en el mismo tiempo, no sé si se acuerdan, en Arizona, que fue mundial. Hasta el presidente de Estados Unidos en ese tiempo habló de ello. Que salieron esos triángulos, estas luces en el cielo en la noche que todo el mundo vio. Ah, si lo puedes buscar en YouTube, ahí sale. Entonces salió el presidente. Habló un B-2. Creo que el presidente era Jimmy Carter. Él salió un B-2, ¿no? El B-52, creo. Sí. Bombardero. Un B-2 hasta donde yo sé. Bombardero. El Stealth Bomber se llama. ¿Cómo se dice? Te puedes buscar ese video y si lo puedes poner ahí en el link ahorita que puedas. Pero, digo, después de que pasa eso en la noche, que todo el mundo grabó en los noventas, al siguiente día sale el presidente de Estados Unidos y dice, ¡Ey! Eso fue real. Alienígenas. Y en eso le cortan la transmisión. Y al siguiente día dice, no, no, eso fue todo. Andaba mal. Era una broma. Era una broma. Y después perdió la presidencia. Ni siquiera lo volvieron a reelegir. Lo sacaron. Sí. No, imagínate cómo lo hace decir eso. Es que miren. Bueno, el Anch y un camarada, güey, me mandó una noticia ahí por Instagram de que acaba de salir un güey que es dentro del Pentágono, un güey que está dentro del Pentágono, que trabaja ahí todo el pedo, que dice que acaban de, que este güey dijo, güey, que hay doce naves extraterrestres dentro de esa madre, güey. O sea, en el Área 51, que son naves no humanas. Ajá. Lo acaban de sacar, güey. ¿Qué? ¿Dos, tres días tal vez? Bueno, me la pasaron. Y que dicen que tienen doce, güey. O sea, doce naves que no son creadas por humanos, güey. Entonces, a ver, imagínate ese pedo. A ver. Si el Área 51, güey, tiene leyendas, ¿no? Como de que ahí se experimentan con humanos y animales o que tratan de clonar cosas y todo este desmadre, güey. Ahora imagínate, güey. O los SDP. Justo, justo, justo, justo. Güey, imagínate eso, güey. Que tratarán de hacer, güey. ¿Cómo se dice? Hacer fusiones, güey, entre un alienígena, güey, y un humano o a un animal, güey. ¿Puedes imaginar ese pedo, güey? Digo, quién sabe qué tanto harán ahí, ¿no? Pero, güey. No. Oye. Oye, pero es creíble, ¿no? Porque la verdad, ¿hay humanos allá afuera? Entonces, ¿es un humano esta cosa? O sea, no sé. Bueno, tú dándome un compa por ahí bien enfermo, digo, el ser humano es ese pendejo. No, pero haz de cuenta que pasan estos videos, digamos, en YouTube Busters, ¿no? Y que, por ejemplo, no sé si vieron el de un guardaespaldas que estaba moviéndose así muy rápido, mirando para todos lados en los congresos de Estados Unidos. Y dijeron, oh, que este es un reptiliano, que sus movimientos no son de humanos. ¿Se acuerda? Dicen que hay muchos reptilianos. Con como cierran la pupila también. Y lo que dijo el presidente, en ese tiempo, Chávez, creo que ¿de dónde? ¿De Venezuela? Que dijo en la UN, hablando de eso, dijo, oye, hay humanos en la tierra que no son humanos. O sea, han de entender, hay alienígenas aquí. ¿Y qué dijo el asalto? Es medio random también, ¿eh? No, pero. Pero sí es medio random. Tiene pena. Un chilecín al cabo, un presidente. Presidente. Sale la información de lo que esperas de antes, pues. Eso es verdad. Y yo creo que este es un dato de lo más importante, yo creo. A ver. Lo de Wikileaks, en los documentos Wikileaks de Asancho. ¿Qué decía ahí? Ahí decía que Arabia Saudita y Estados Unidos tienen embajadores alienígenas en la tierra y nosotros los humanos embajadores en sus planetas. A ver, sabemos dónde está la China. Es que lo habían puesto, no? Porque creo que Wikileaks se puede editar o puede editar cualquier persona, una cosa así. Pero vienen los documentos originales de la. Sigue ahí porque vienen los documentos originales de Wikileaks que soltaron. Sí, sí. Ahí lo buscas y busca embajada y alienígena y te va a salir ahí los los cables diplomáticos entre los dos países hablando de. Ya llegó el tiempo de cambiar de turno el embajador y ya saben, todo ese rollo es muy interesante. Es la primera vez que tienen que ver presidentes metido con otras cosas. Por ejemplo, algo que yo creo que todos saben es lo que le pasó a Kennedy, no porque él antes de que le pasara esa desgracia, él dijo yo me voy a ir a meter al área 51 por mi huevo y terminó pasándole. Gracias. Esa está buena esa historia, pero el verdad es que los presidentes de Estados Unidos no saben tampoco que haya ahí adentro. Oye, o qué pedo? Según yo, si no. Exacto. No, tampoco saben. No, no, tampoco saben. Eso es lo que hay. Cuenta que lo de Kennedy. Tengo entendido que. Si hay cuenta de lo de Kennedy, tengo entendido que él quería averiguar qué onda que estoy escuchando de alienígenas, sino de rumores y demás. Y no le quieren decir nada. Hay cuenta que tarde. Él mandaba a investigar, pero estaban los investigadores que no nos quieren decir nada. Entonces él dijo amenazó con mandar todo el regimiento norte, no sea al área 51. A menos que le traigan la info. Y ahí fue cuando vino el chacas de la del área 51 y supuestamente trajo y le dijo a ellos que hay alienígenas, pero hasta ahí llegaste y ya sabemos lo que pasó después. Ya está cañón. El loco se ha pasado muchas cosas, más que nada con los presidentes. Sí, es cierto. Es que obviamente el gobierno está bien involucrado en pedos gigantes. Es un hecho. Imagínate ahora, ahora que vengo un pinche y que me abduzca. No manches, me van a querer joder a mí. Yo me saco un blog. Aquí estoy con mi compadre extraterrestre. Diles las palabras. Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Oye, va a empezar el extraterrestre. Me van a chingar. Ojete, fue tan fuerte. Esa pinche vieja ridícula, güey. Ay, Dios, Cristo, Jesús. Ah, la que hablaba bien. Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué? Qué?

Listen Next

Other Creators