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Elena moves into a new apartment and discovers a terrifying secret. She and her friend Samuel unpack and decorate the place. That night, Elena hears a strange noise and finds a young woman hanging from the ceiling. They later learn that the woman's sister committed suicide in the same room. Elena and Samuel decide to move out immediately, leaving the apartment empty. The neighbors claim to hear cries and moans at night. Hoy presentamos La Colgada. Elena acaba de mudarse a un nuevo apartamento, pero la primera noche descubre algo terrorífico. Ese lugar guarda un oscuro secreto. Elena y Samuel, su amigo, entran a la sala de estar de un apartamento que se ve pequeña y sombría. Traen con ellos varias cajas de mudanza. —Hey, Elena, ¿estás segura de que quieres vivir acá? No es muy acogedor que digamos. —Lo haría una vez que lo decore. Es mi primer apartamento, Samuel, y necesita un poquito de arreglo, pero ya verás qué bien va a quedar. —Pues necesitarás un milagro para transformarlo. Con razón estaba tan barato. —Bueno, sí, pero ve el lado amable. Está justo en el centro de la ciudad y muy cerca de la universidad. Dime, ¿tú cuántos apartamentos accesibles ofrece eso? —Dime, ¿tú cuántos apartamentos accesibles...? ¿Tú cuántos apartamentos accesibles...? ¿Cuántos...? —Pero dime, ¿cuántos apartamentos accesibles ofrecen esto? —Pues eso sí, aunque, no sé, hay algo que no me gusta de este lugar. —Imaginaciones tuyas. Venga, ayúdame a desempacar. Entre los dos, comienzan a abrir las cajas para acomodar las cosas. Esa noche, Elena entra en escena, bostezando y estirándose. —Esto no es... esto... Elena entra en su habitación y observa cada rincón de ese cuarto. —Hm... —Eh... —Uy, Samuel, tenía algo de razón. —Hm... —Uy, no, Samuel tenía razón. Este no es un lugar más acoso. —Hm... —Ah... —Uy, Samuel tenía razón. Este no es el lugar más acogedor del mundo. Elena se mete en la cama, apaga la luz, haciendo que el escenario quede en penumbra. Unos segundos después, se escucha un extraño sonido, muy parecido a un chirrido, como si algo estuviera balanceándose. Escuchamos a Elena removerse en su cama, mientras el ruido se hace más fuerte. El ruido cada vez se hace más fuerte. De pronto Elena vuelve a encender la luz. Se queda sin habla. Una mujer joven colgada del techo. Su cuerpo se balancea. Su cuerpo se balancea rítmicamente, ocasionando aquel espantoso ruido. Elena, con su rostro de terror, sale de la cama, mirando con ojos desorbitados a la aparición. Elena se encuentra en su sala de estar, en una en pijama y envuelta en una manta. A su lado está Samuel abrazándola. —Es que yo lo vi, Samuel. Esa mujer estaba ahí, abrazándola. Sus ojos, sus ojos eran tan horribles. —Shh, shh, tranquila Elena, tranquila. Acabo de decirte algo. —¿Qué? —Que el ruido del techo fue muy fuerte. —¿Qué? —Que el ruido del techo fue muy fuerte. —Shh, shh, tranquila Elena, tranquila. Acabo de entrar a la habitación y no vi a nadie. Sin embargo, te creo. Yo sabía que había algo mal en este lugar. Acabo de llamar a Ponce. Acabo de llamar a José, el hombre que me vendió el apartamento. Dice que viene para acá. —Debe ser él, debe ser él. Ábrele la puerta. —Elena, te juro que yo no sabía nada cuando te vendí el piso. El antiguo propietario me lo acaba de confesar. —¿Qué? ¿Confesar qué? —Su hermana solía vivir aquí. Ella se suicidó en el dormitorio. Y poco después decidieron vender la propiedad. —¿Pero por qué se suicidó? —La pobre tenía problemas mentales. No estaba bien. Nadie sabía, nadie sabía que... Bueno, bueno que ya, continuaba aquí. —Vamos a tener que mudarnos de nuevo. Elena y Samuel tuvieron que mudarse ese mismo día. El apartamento quedó totalmente desocupado. Dicen los vecinos que a veces escuchan llantos y quejidos en las noches. Bueno, con ustedes presentamos La Colgada.