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EL ECLIPSE DEL 8 DE ABRIL

EL ECLIPSE DEL 8 DE ABRIL

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EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL ECLIPSE DEL 8-ABRIL DEL 2024: UN LLAMADO DE DIOS AL ARREPENTIMIENTO. EL DIOS DE AMOR QUIERE QUE NOS ARREPINTAMOS Y QUE DEMOS EL MENSAJE DEL 3er ANGEL.

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Today we are discussing the eclipse that is happening in Mexico, the United States, and Canada. Eclipses are complex natural phenomena that occur approximately every 18 years, 11 days, and 8 hours. They are not as simple as just a specific duration of time. Factors such as the moon's position and Earth's rotation make each eclipse unique. Some people have spread false rumors and fear about the eclipse, but it is important to understand that it is a natural event created by God. The Bible provides true knowledge, and it is important to reflect on God's wisdom and message during this eclipse. In terms of spirituality, an eclipse symbolizes darkness and the importance of repentance. God has used darkness as a warning to nations, such as Egypt and Jerusalem, in the past. It is a reminder to turn to God and avoid spiritual darkness. Rejecting God's light leads to spiritual darkness and negative consequences. It is important to seek the light and wisdom of God's word. Buenos días a todos. Hoy vamos a hablar sobre el eclipse, un eclipse que está pasando por México, por Estados Unidos y por Canadá. Este eclipse ha sido causa de muchos rumores, falsos rumores por cierto, y nosotros debemos de tener muy claro que es un eclipse. Un eclipse es un fenómeno natural muy complejo, que se da cada 18 años, 11 días y 8 horas aproximadamente. Ese es el cálculo más exacto que se tiene hasta ahora y esto se hace por computadora. La gente de Babilonia, los astrónomos de ese tiempo, desarrollaron este conocimiento desde aquel tiempo, desde el tiempo de Babilonia, y tenían cierta precisión en predecir los eclipses, pero no sabían exactamente dónde iban a estar los eclipses. Esto fue por observación de muchos años que ellos hicieron, al igual que los mayas hacían observación de los fenómenos celestiales y tenían cierta exactitud en sus predicciones. Pero lo más importante es poner en contexto todo esto. Un eclipse es un fenómeno natural. Dios creó los cielos y las estrellas y los creó para poder medir el tiempo. La luna, por ejemplo, mide los meses. Son 29 días y medio en que la luna le da la vuelta a la Tierra y regresa al punto inicial. Esos son los meses. Y eso es un dato exacto. Ahí medimos los meses. Así creó el Sol y todas las cosas en el cielo para que pudiéramos medir los tiempos y pudiéramos también saber cuándo vienen las estaciones. Dios creó todas las cosas con una gran sabiduría. En esto tenemos que reflexionar hoy, en este día que está el eclipse, para que sepamos que Dios creó todas las cosas. Un eclipse es un fenómeno muy complejo. No es tan fácil, no es tan simple como decir 18 años, 11 días y 8 horas. Hay otros factores que intervienen. La posición de la luna. La luna tiene una inclinación de 5 grados. Ahora se sabe que tiene una inclinación de 5 grados. Se aleja y se acerca de la Tierra. En cierta medida, su órbita se vuelve una elipse. La Tierra también gira. Gira sobre su propio eje y alrededor del Sol. Todos estos factores hacen que un eclipse sea un evento muy raro. Aunque se dan periódicamente, pero no todos son iguales. Hay eclipses parciales, hay eclipses totales como este que vamos a experimentar y son fenómenos muy interesantes. Pero el hombre siempre con su morbo, siempre con sus fábulas, viene a inventar cosas que no son. Hay ahorita mucha gente que está metiendo miedo a los demás, diciendo que algo va a pasar y que es el fin. Bueno, vamos a aclarar eso precisamente con la Biblia, con el conocimiento verdadero. El conocimiento verdadero viene de Dios, porque Él creó todas las cosas. Él es el que sabe. Nos ha dejado un libro que se llama la Biblia, en donde es un libro que fue inspirado, porque Dios mismo les habló a los profetas y les dijo lo que tenían que decir. No hay forma que todos los profetas hablaran de lo mismo durante casi seis mil años. Desde Moisés hasta el apóstol Pedro y el apóstol Pablo, y hasta más recientemente, en los años 1800, también hubo gente que fue inspirada, que escribió y que escribe lo que Dios les dijo. Confiable, sin exageraciones, sin morbo, sino hablando del mensaje verdadero que es el Evangelio de Jesucristo. Y precisamente hoy vamos a aclarar de manera puntual con la Biblia. Entonces, ¿qué es un eclipse en términos espirituales? En términos físicos lo podemos ver, lo podemos experimentar. Vivimos uno en el año 1991 allá en México. Todos subimos a las azoteas de nuestra casa e hicimos nuestro vidrio ahumado con una veladora para poder filtrar la luz y que no nos lastimara la vista, que no nos dañara la vista. Y fue un fenómeno excepcional. Yo aún lo recuerdo. Espero que ustedes también recuerden dónde estaban ese día de julio, me parece que fue en julio de 1991, y fue un espectáculo grandioso. Todavía lo recordamos muy bien. El comportamiento de los animales cambió. La temperatura bajó, obviamente, porque se tapó la luz del sol y ahí estuvimos viendo esa maravilla de evento natural. Pero ahora, en el ámbito espiritual, ¿qué significa un eclipse? ¿Se han preguntado esto? Bueno, vamos a responderlo. ¿Qué pasa en un eclipse? En un eclipse se oscurece la tierra, por lo menos parcialmente, en un lugar, porque el eclipse no es para todo el mundo. Solamente va a ser el oscurecimiento donde la luna está pasando en ese momento y está tapando el sol. Está tapando la luz del sol y la sombra es proyectada sobre una parte de la tierra y donde avance la luna, ahí va a ir la sombra y la gente que esté en ese lugar lo va a ver de manera completa. En este caso, por ejemplo, entra en Sinaloa, México, y la gente que está ahí lo va a ver de manera completa. Después va a entrar a Texas, Estados Unidos, y la gente lo va a ver. Y va a ir subiendo hacia Nueva York y después va a entrar a Canadá. Después sale de ahí, entra a lo que es el Océano Atlántico y corre un poquito hacia Irlanda e Inglaterra, pero ya mínimamente, ellos prácticamente no lo van a poder ver. Otros lo vamos a experimentar de manera cercana, pero no completo. Tal vez lo vamos a ver en un 90 por ciento. Entonces va a ser un evento excepcional y lo vamos a poder admirar en su grandeza. Pero lo importante es conocer el significado espiritual de ese evento. ¿Por qué Dios pone estos eventos? Eso es lo que vamos a responder. Vámonos para empezar a Ezequiel, capítulo 32, versículos 7 y 8. Vamos a leerlo entonces. Ezequiel, capítulo 32, versículos 7 y 8. Dice, Y cuando te haya extinguido, aquí cabe aclarar que le está hablando a Egipto, ¿sí? Porque Dios a veces manda mensajes directos a las naciones. En este caso le está hablando a Egipto. Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos y haré entenebrecer las estrellas. El sol cubriré con oscuridad y la luna no hará resplandecer su luz. Haré oscurecer todos los astros brillantes del cielo por ti y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor. Entonces aquí, dénse cuenta que Dios le está hablando a la nación de Egipto en ese tiempo, en el tiempo de Ezequiel, y le está dando una advertencia. Le está diciendo que si no se arrepienten, va a oscurecer toda la tierra donde ellos viven, ese territorio de Egipto, ¿sí? Porque le está haciendo un llamado al arrepentimiento. Siempre que Dios habla de esta manera, está haciendo un llamado al arrepentimiento. Nunca Dios va a venir a decir, ya te voy a destruir ahorita. No, nunca. Eso es falso. Siempre va a darnos oportunidad de arrepentirnos, ¿sí? Y usó en ese tiempo con los egipcios el símbolo de la oscuridad. Claramente vemos que dice que va a oscurecer el sol y las estrellas y la luna. Entonces es lógico pensar que la oscuridad no es un símbolo bueno. La luz, por el contrario, es un símbolo bueno, ¿sí? Porque ¿quién es la luz? Jesucristo es la luz del mundo. Pero la oscuridad son tinieblas. Las tinieblas representan a Satanás. ¿Cuándo nos vamos a quedar en tinieblas? Es muy simple. Bíblicamente, una persona se queda en tinieblas cuando rechaza la luz. O sea, cuando rechaza a Jesús, cuando rechaza su palabra. Por eso no debemos de rechazar su palabra cuando alguien viene y la lee. La lee directamente de la Biblia. Ustedes pueden ir a comprobar que lo que yo leí de Ezequiel capítulo 32 es verdad. Cuando ustedes lo lean, van a leer lo mismo que yo les dije porque viene de la Biblia. No está cambiado. Hay gente que cambia la interpretación, cambia la misma escritura, le pone o le quita. Y eso no se puede hacer porque la persona que lo haga recibirá un gran castigo. Entonces, el símbolo de la oscuridad de las tinieblas es algo malo. Pero en este caso, Dios lo está usando para advertirle a Egito que cuando vean esas señales, es el momento de arrepentirse. Es el último momento para arrepentirse. Entonces, estamos viendo cómo un eclipse significa que si no atendemos al llamado de Dios, si no escuchamos de verdad, escuchar, no oír, escuchar su llamado para estos últimos tiempos, entonces quedaremos en tinieblas. Rechazar la luz que Dios nos da, la consecuencia será quedar en tinieblas y quedar en la oscuridad. Ya no vamos a poder ver. El que está en tinieblas no puede ver. ¿Alguna vez han estado en una total oscuridad? Sí, creo que todos hemos experimentado una total oscuridad en algún lugar, en algún momento, en alguna noche, en algún lugar alejado donde no hay luces y es difícil distinguir. Si no hay una pequeña luz de la luna, entonces es difícil caminar. Ustedes han escuchado esas historias de gente que se llegó a desbarrancar en los ranchos porque no había luz ni siquiera de la luna durante la noche y caminaban y trataban de llegar a su casa posiblemente o a otro lugar y se desbarrancaba. Después el morbo y la superstición le atribuían a algún ser maligno y ahí se inventaban las leyendas. Pero la verdad era que la persona estaba en oscuridad y no podía ver, no podía distinguir dónde caminaba, por lo tanto sufría un accidente y se desbarrancaba o se caía de una gran altura. Entonces la oscuridad, hablando espiritualmente, va a hacer que nos caigamos, va a hacer que tengamos situaciones muy muy adversas. Entonces, ¿para qué estar en la luz, en la oscuridad? No tiene sentido. La luz es la palabra de Dios, la luz es Jesucristo. ¿Por qué no venir a la luz? Su palabra es sabiduría, su palabra es lámpara a nuestros pies, dice el Salmo. Entonces, continuamos aquí. Ese llamado de arrepentimiento no fue escuchado por Egipto, ¿sí? Hay otros llamados de arrepentimiento que Dios ha hecho en la Biblia con este tipo de señales. También en el libro de Joel, el capítulo 2, el versículo 10 al 13, también Dios hace un llamado, una advertencia, en este caso se la hizo a Jerusalén. Y tampoco escucharon. Jerusalén vino a ser llevado cautivo, se destruyó la ciudad de Jerusalén y los babilonios, otra vez, se llevaron cautivos, a muchos los mataron, a muchos se los llevaron cautivos hacia Babilonia, ¿sí? Entre ellos fue el profeta Daniel, fue uno de ellos que estuvo en Babilonia cautivo. Él era un hombre justo, pero aún así todo el pueblo recibió castigo. No porque sea un dios injusto se llevó a Daniel cautivo, sino porque lo iba a usar precisamente como una luz en Babilonia para que les hablara de su palabra, para que les testificara y para que Daniel interpretara los sueños del rey Nabucodonosor y de esa manera el rey Nabucodonosor conoció al verdadero Dios, que ese es otro aspecto que debemos de tener en cuenta. Mediante su palabra, mediante la Biblia, vamos a conocer al verdadero Dios. Nunca ninguna persona te va a dar a conocer al verdadero Dios. Tú lo tienes que conocer por ti mismo leyendo la Biblia y el Espíritu de Dios te va a dar el conocimiento necesario para que tú entiendas todo esto. Obviamente requiere un poco de estudio diario y requiere conocer los símbolos que Dios usa. En este caso estamos hablando de un símbolo, un eclipse, tinieblas, oscurecimiento. ¿Qué significa ese símbolo? Es una advertencia para que nos arrepintamos. Eso es básicamente. Entonces decíamos también en el libro de Joel, capítulo 2, versículos 10 al 13, Dios dio una advertencia por medio del oscurecimiento de los cielos y del sol a Jerusalén. No escucharon, fueron llevados cautivos. También después en Isaías, capítulo 13, versículo 9 al 11, Dios le da una advertencia a otra nación. ¿A quién? A la misma Babilonia que era el reino más grande que existía en ese momento y le da su advertencia en el libro de Isaías y tampoco escuchan. No se arrepienten. ¿Y quién vino a conquistar a Babilonia? Los medopersias, los medopersas, perdón, vinieron a conquistar a Babilonia. Todo esto está en los libros de historia. Todo esto está en las enciclopedias. No crean que lo que dice la Biblia es algo que no se puede comprobar. Todo se puede comprobar con hechos históricos de manera precisa y exacta. Medopersia conquistó a Babilonia. En este caso, Isaías les dio la advertencia a Babilonia, no escucharon, vino Medopersia y dominó a Babilonia. Entonces, ¿qué aprendemos de esto? Hay más historias en la Biblia, pero estas son de las más contadas en términos de eclipses. No hay tantas, pero en términos de oscurecimiento del cielo, estas son algunas y hay otras formas en que Dios advierte también. Pero estas de oscurecimiento de los cielos fueron dadas y de la misma forma sigue dando, ha estado dando a través de la historia. Entonces, se ha dado advertencia a las grandes ciudades. ¿Por qué a las grandes ciudades? Porque las grandes ciudades es donde hay más pecado. Hemos visto cómo se han destruido grandes ciudades hasta ahora con tornados, con huracanes, con terremotos. Ustedes mismos saben que en la ciudad de México en el año 1985 fuimos testigos de una gran destrucción de la ciudad, a la cual se le mandó advertencia y no se arrepintió. Y entonces, ¿qué viene? Un desastre natural que destruyó el centro de la ciudad de México. Ustedes recuerdan eso. La ciudad estaba en ruinas. Todos lo vimos. Otras ciudades también han sido destruidas, pero no sin recibir advertencia primero. En la Biblia tenemos de una ciudad que sí se arrepintió cuando el profeta Jonás fue a advertirles que si no se arrepentían, en 40 días Dios iba a destruir esa ciudad. ¿Pero qué pasó? El rey de Nínive habló con todos los ciudadanos y les dijo que dejaran de pelear, dejaran de robar, y que se humillaran, y que todos juntos, mostrando arrepentimiento ante Dios, iban a buscar que Dios los protegiera. Sí, los eventos naturales siempre van a ocurrir, pero Dios nos puede proteger. Dios nos protege. No es como que si va a pasar algo nos va a pasar. Eso es falso. Ese dicho que tiene la gente, cuando te toca, te toca. Eso es mentira. Esa es una gran mentira. No cuando te toca, te toca. No. Te toca cuando no te arrepientes. Te va a tocar cuando no escuchas la voz de Dios, cuando no escuchas su mensaje, cuando no haces cambios a tu vida, sabiendo que estás haciendo mal, sabiendo que estás pecando, y no te arrepientes. Entonces sí te va a tocar. Pero si te arrepientes y haces los cambios necesarios, y escuchas la voz de Dios, y guardas sus mandamientos, entonces no te va a tocar porque Dios te va a proteger. Estamos hablando de un Dios bueno, de un Dios de amor, como la Biblia nos dice. Como la Biblia nos demuestra que Dios mandó a su Hijo único, a Jesucristo, para que nosotros pudiéramos vivir. Gracias a él hoy vivimos. El mundo ya hubiera sido destruido si no hubiera sido por Jesucristo, que vino del cielo, tomó forma humana como nosotros, y entonces nos demostró cómo se debe de vivir. Entonces si seguimos su ejemplo, si practicamos su justicia, Dios promete que nos va a proteger. Puedes confiar en esa promesa porque se cumple. Se cumple. Entonces sigamos aquí. Las advertencias tienen que ser escuchadas, porque es la gran oportunidad que tenemos. Hoy hay un eclipse que para algunos ya empezó. En México ya empezó la fase donde la luna está entrando a lo que es la circunferencia del sol y está empezando a cubrir. Entonces empiecen a escuchar el llamado de Dios al arrepentimiento, porque si no quedaremos en tinieblas. Aquí también lo vamos a ver. Quedaremos en tinieblas si no escuchamos este llamado. Aprovechen este llamado. Ya les leí yo versículos en la Biblia donde se ha dado la misma señal. Un eclipse, un oscurecimiento en el lugar donde está. Porque obviamente estamos ante los años finales. Este eclipse no es el final como algunos morbosos que meten miedo, que son falsos profetas. Le están diciendo a la gente que no salgan porque ya es el final. Eso es falso. Otros están diciendo que ya viene el rapto secreto. Eso también es falso. En la Biblia no existe ningún rapto secreto. La Biblia dice en Apocalipsis que cuando venga Jesucristo todo ojo le verá. Todo ojo es todo el mundo. Todo el mundo le verá venir. No se van a ir así como están, llenos de miseria, llenos de pecado. No se van a ir. Muchos cristianos piensan que ya se van a ir hoy. Hoy que es el eclipse dicen que ya se van a ir, que ya es el rapto secreto. Tampoco. Ni va a ser destruido el mundo, ni van a matar a millones de gentes que estén afuera viendo el eclipse. Dios no trabaja así. Por eso es importante conocer al verdadero Dios porque vas a saber cuándo es posible una cosa y cuándo no es posible. No es posible que un Dios de amor vaya a matar a mucha gente hoy porque él no trabaja así. Él no odia. Él no mata. Estaría violando sus mandamientos si él matara a alguien. Eso es falso. El Dios de amor nos advierte de las consecuencias del pecado. Si te subes a un edificio y te quieres aventar de 30 metros de alto, ¿qué te va a pasar? Te vas a lastimar. Te puedes hasta matar. Te vas a romper los huesos. ¿Por qué? Porque hay una ley que tienes que respetar. Es la ley de la gravedad. Que todo cuerpo que se ha lanzado al aire se va a caer a la tierra. Esa es la ley de la gravedad. Si no respetas esa ley te vas a caer. Los niños tienen que aprender con caídas porque no conocen esa ley. No se les ha enseñado esa ley. Por ellos mismos van a aprender que esa ley funciona todo el tiempo. Entonces debemos de respetar las leyes de Dios. ¿Cuál es su ley? Los diez mandamientos. Hay diez mandamientos. Tienes que conocerlos. Están en la Biblia. Están en Éxodo, en el libro de Éxodo capítulo 20. Allí están los mandamientos. Tienes que conocerlos. Tú verdaderamente hoy agarra una Biblia, ve a Éxodo 20 y empieza a leer los mandamientos de Dios. Él te va a hablar personalmente porque a través de su palabra Él nos habla. Él es espíritu y te va a hablar a tu mente. No vas a oír su voz auditivamente. No la vas a oír como muchos dicen a veces que lo oyeron. No. En tu mente te va a decir cómo te van a llegar los pensamientos correctos. Y vas a conocer sus mandamientos y vas a poder guardarlos. Son sólo diez. No son veinte, ni cincuenta, ni cien mandamientos. Sólo diez. Qué más fácil puede ser para nosotros que guardar sólo diez mandamientos por amor a Dios. No por obligación, no por miedo, por amor a Dios podemos guardar esos mandamientos. Entonces, hoy hay un eclipse. Hoy es un llamado para que nosotros podamos escuchar su mensaje de llamado al arrepentimiento. Tenemos que quitar el pecado de nuestras vidas. Tú conoces tu pecado. Yo conozco mi pecado. Todos conocen su pecado. Todos saben cuándo están haciendo mal porque es sentido común. Sí, todos sabemos lo que es malo y lo que es bueno. No podemos negarlo. Si nos engañamos a nosotros mismos vamos a sufrir la consecuencia como lo sufrieron estos pueblos a quienes Dios les advirtió y no escucharon. Hay otras ocasiones, y estas son muy pocas, en donde Dios ha oscurecido el cielo y el sol. En el tiempo, en el día cuando murió Jesucristo, el sol se oscureció. No porque hubo un eclipse. En Mateo 24, perdón, en Mateo 27, allí donde está la crucifixión de Jesús, Mateo 27, 45, ahí se nos dice que el sol se oscureció y hubo tinieblas a las tres de la tarde. Hubo tinieblas a la hora novena. La hora novena son las tres de la tarde porque en aquel tiempo en Jerusalén se medía el tiempo desde las seis de la mañana. Desde las seis de la mañana empezaba a contar la hora número uno, que serían las siete. La hora número dos sería las ocho de la mañana y así sucesivamente hasta la hora novena, que serían las tres de la tarde. El sol se oscurece, pero nadie puede explicar ese fenómeno. Fue un fenómeno sobrenatural, no fue un eclipse. No se nos dice que fue un eclipse. No, Dios oscureció los cielos y en ese caso fue de todo el mundo. Todo el mundo experimentó esa oscuridad. ¿Por qué? Porque era una desaprobación de Dios para aquellos que habían hecho tal cosa. Habían crucificado a Jesucristo. Injustamente lo habían crucificado. Entonces, esa fue otra ocasión cuando hubo tinieblas en la tierra, en toda la tierra. Por un tiempo se oscureció y fue el mensaje de Dios de desagrado para todos aquellos que pecan y se llenan de maldad y no se arrepienten. En ese día se nos dice en el libro deseado de todas las gentes, la página 701, que los mismos ángeles tuvieron que cubrir su rostro porque no podían ver a su creador Jesucristo ser crucificado de esa manera y haber muerto como humano de esa manera. Los mismos ángeles que estaban presentes querían ayudarlo, pero no podían porque todo eso estaba profetizado. Todo eso se tenía que cumplir porque Jesús pagó por nuestros pecados. Tenía que pagar por nuestros pecados. Un inocente como él que nunca pecó, pagó por nosotros. Sólo él podía. Gracias a él hoy vivimos. Entonces, para terminar, les quiero decir que los fenómenos como este eclipse de hoy sólo declaran la gloria de Dios, su grandeza, su poder para crear el sol, la luna, las estrellas, la tierra. Sólo nos hablan de su gran poder, pero en este caso es una gran advertencia para todos nosotros. Escuchemos, escuchemos este mensaje y tomémoslo como una advertencia personal no pensemos que es una advertencia para otros. No tratemos de sentirnos buenos sólo porque hicimos una buena obra. No, ser bueno no lo determinas tú ni yo. Ser bueno lo determina Dios. En base a qué? En base a guardar su palabra, en base a guardar sus mandamientos. Ante Dios, serás aceptado si obedece su palabra y si no la obedeces no eres aceptado. Entonces la Biblia dice que bueno no hay ninguno sino sólo el Padre que está en los cielos para que no te vayas a engañar pensando que eres una buena persona y que tú no haces mal. Así pensaba yo antes de conocer la palabra de Dios, antes de haber sido liberado de dos grandes vicios como el alcohol y la cocaína. Un día Jesús me liberó de eso cuando yo le pedí porque estaba cansado de vivir así. Jesús te puede liberar de cualquier cosa, cualquier cosa o enfermedad. Si tú le pides, Él te puede liberar porque para eso vino, para liberarnos del pecado, para liberarnos de la enfermedad, de los prejuicios, de la soberbia, de la vanidad, de la glotonería, de todas las cosas malas. A eso Él vino a liberarnos en fe porque Él es real. Cuando vino a mí, cuando yo le pedí porque de verdad quería cambiar, me liberó en un instante con su gran poder, con su gran amor, me liberó. Hace 14 años, desde entonces no conozco alcohol, no conozco drogas. Así de grande es su poder. No hay ni siquiera tentación de volver a eso. No hay tentación. Él te puede liberar. Aprovecha hoy este acontecimiento, este eclipse como un llamado de Dios, como una advertencia. No la ignores porque quedarás en mayores tinieblas aún. El mundo de los que están ahora presenciando este eclipse que ya empezó en México, en Estados Unidos y en Canadá. Si no escuchan, cada uno va a quedar en tinieblas. Pero aún no es el fin. La naturaleza es el segundo libro de Dios. Es la otra forma en que se comunica con nosotros. Se comunica a través de la Biblia por su palabra escrita que Él dejó y se comunica a través de la naturaleza. Observen la naturaleza. Escuchen la voz de Dios, lo que nos está hablando para que así tengamos su protección. Él puede cambiar las cosas naturales. Un desastre natural lo puede quitar si Él quiere para proteger a los que se han arrepentido. Hay ocasiones en que Dios detiene esas catástrofes naturales. Pero también hay ocasiones en que no las va a detener pero va a proteger a los suyos, a los verdaderos, a los que se arrepintieron. Los va a proteger. Como en el caso de Lot, el sobrino de Abraham. Estaba en Sodoma y también se le anunció juicio a Sodoma. Se le anunció la destrucción y no escucharon. Por lo tanto, llovió fuego del cielo. Eso está comprobado científicamente que en esa ciudad cayeron bolas de fuego y salvó a Lot, a su esposa y a sus dos hijas. Los protegió, no permitió que murieran. Mandó a los ángeles mismos para sacarlos de esa ciudad. Si tú escuchas este llamado, Dios te puede proteger aunque venga un gran desastre en tu ciudad que lo más seguro es que va a venir. Porque si estás en una gran ciudad como la ciudad de México, como la ciudad de Guadalajara, como la ciudad de Monterrey y otras ciudades, grandes ciudades, va a venir destrucción. Ha habido muchos juicios, juicios que han caído sobre muchas ciudades. Por huracanes, por terremotos, por inundaciones, por muchos desastres naturales han venido. Solo son juicios de misericordia. Es decir, la naturaleza no se va a detener. La naturaleza está en marcha porque hay leyes que tienen que cumplirse, leyes naturales. Y se van a venir más desastres. Pero Dios te puede proteger si escuchas este llamado. No importa qué pase en tu ciudad, Dios te puede proteger. Porque aún vienen tiempos más duros a esta tierra que están anunciando el final. Como ya dije, hay muchos morbosos que les gusta meter miedo a la gente diciéndoles que ya es el final. No es el final. Dios no es así. Dios nos advierte y nos advierte y nos advierte y nos da tiempo para cambiar. El final vendrá cuando cambien su mandamiento. El final vendrá cuando el hombre declare por una ley que el cuarto mandamiento queda anulado y que ahora será en domingo el día en que los hombres adorarán a Dios. Por ley, por fuerza. Cuando el hombre haga eso, y eso va a pasar en Estados Unidos, que es el país profético, saldrá una ley del Congreso de Estados Unidos declarando que se debe de guardar el domingo, que no se va a trabajar, que no se va a hacer nada más que adorar en las iglesias, en las mezquitas, en las sinagogas, en los templos budistas, en todos esos lugares. Ahí va a tener que estar la gente o en sus casas, en el último caso, en el último de los casos, en sus casas, pero sin trabajar, sin hacer nada de trabajos. Va a ser una ley que ahorita puede sonar ridícula. Puede sonar como que no es posible que eso pase en Estados Unidos. Lo estamos viendo. Están pasando muchas cosas que parecían antes ridículas, que ahora son realidad. Esa ley la van a pasar en el Congreso porque está profetizado en Apocalipsis 13, Apocalipsis capítulo 13, y el que no guarde esa ley no podrá comprar ni vender, y el que acepte esa ley que va en contra de Dios recibirá la marca de la bestia. Entonces, vendrán tiempos más duros. Este eclipse no es nada. Admírenlo, disfrútenlo, tomen su precaución de proteger sus ojos, inclusive sus aparatos como el teléfono, no lo expongan tanto tiempo a los rayos del sol porque podría dañar los lentes de su teléfono también. Protéjanse, pero admiren la grandeza de Dios, disfruten un fenómeno natural tan hermoso, pero escuchen el llamado también. El llamado es espiritual. El llamado es el arrepentimiento para no quedar en tinieblas. Que Dios los bendiga hoy, los cuide, los proteja, y nos vemos en el próximo mensaje.

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