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TAREA DE LECTURA COMPRENSIVA DE LA MATERI DE PRINCIPIOS DE PASTOREO
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TAREA DE LECTURA COMPRENSIVA DE LA MATERI DE PRINCIPIOS DE PASTOREO
The speaker discusses the importance of prioritizing and organizing one's life as a Christian, particularly in relation to God, family, work, and ministry. They emphasize the need for discipline, good habits, and seeking guidance from experienced individuals. The speaker also addresses issues such as ministerial burnout, anxiety, maintaining good humor, and the danger of loneliness. They highlight the importance of seeking support and companionship in both personal and ministry life. Pero yo sí, grabando sonido, pero yo sí, sí, sí. Y de noche cantaremos celebrando su poder, con alegría de corazón. Como el que va con la flauta al nombre de Jehová, celebraremos su poder. Él es el poderoso de Israel. El día de hoy voy a presentar una sustentación de mi examen de principios de pastoreo, para lo cual nos han solicitado grabar un audio por medio de Audio City. Quiero empezar hablando acerca del tema en general que es la lectura de la página 18, que serían las frustraciones que hay en Pastores, el tema que empieza hablando. Y habla de lo primero que debería ser la relación con Dios, de lo segundo que debería ser la relación con la familia, la relación con el trabajo y la relación con la obra del Señor. Serían los cuatro puntos. Y la página 18, que es donde me voy a centrar, empieza diciendo pongamos en orden nuestras prioridades. Entonces tenemos que nosotros como cristianos darnos cuenta qué es lo primordial en nuestras vidas, qué es lo que está en primer lugar en nuestras vidas. Si estamos invirtiendo o no nuestras prioridades. Qué está primero en nuestras vidas, si es Dios o si es el trabajo, si es la familia o es la iglesia. ¿Qué está primero? Pues eso es lo que nos habla la página 18. Pongamos en orden nuestras prioridades. Debemos muchas veces como cristianos también ponernos un poco más organizados, utilizar métodos, si es necesario podemos utilizar una agenda para nosotros poder organizar bien nuestro tiempo y poder poner primeramente en prioridad las cosas a nuestro Dios. Y no está también de más decir que podemos buscar un consejo, una ayuda espiritual de alguien que ya tenga mucha más experiencia en estos temas. Y algo que hay que recalcar que es muy importante la disciplina. ¿La disciplina en qué? En nuestra vida personal, porque nosotros tenemos que dar un buen testimonio como cristianos de quiénes somos. Y nosotros somos cartas abiertas para el mundo. Y nos hemos encontrado muchas veces con malos testimonios, lamentablemente muchos cristianos, y los cuales ellos dicen que para ser como él mejor no soy nada. Entonces como cristianos tenemos que tener disciplina. Debemos desarrollar esos patrones y buenas conductas que reflejen de nosotros lo que Cristo ha hecho en nosotros. Poner en nosotros esa luz, porque nosotros somos luz en medio de estas tinieblas. Dicen las palabras de nuestro Dios que el mundo entero ya se va en lo maligno, pero nosotros tenemos que ser esa luz del mundo. Tenemos que ser luz y sal que es lo que quiere nuestro Dios. Y entonces nosotros para lograr eso tenemos que empezar a corregir, tenemos que empezar a cambiar todo aquello que esté mal en nuestras vidas. Hablando ya dentro de nuestra disciplina, dentro de nuestra vida ministerial, también es algo muy importante. Por ejemplo, si a mí me encomiendan un cargo, yo tengo que ser responsable, tengo que asistir, tengo que ejecutar ese cargo, porque acordémonos que las cosas no se hacen para el hombre, sino que las cosas se hacen para Dios. Y todo lo que se hace para Dios hay que hacerlo de corazón, como para el Señor y no como para los hombres, como lo dice en su Escritura. Entonces, la disciplina en nuestra vida ministerial también es algo muy importante. Tenemos que también tener en cuenta que para nosotros poder crecer espiritualmente tenemos que ser disciplinados, porque si no tengo una buena disciplina, obviamente no voy a tener una buena conducta y no voy a desarrollar buenos hábitos y voy a tener malos hábitos. Y los malos hábitos me van a llevar a perder mi comunión con Dios. Porque dicho sea de paso, los buenos hábitos me van a ayudar a desarrollar y a organizarme de una mejor manera que yo pueda servir y pueda crecer en mi ministerio espiritual. Dentro de esa disciplina, en el Señor siempre. Muy bien, como todos sabemos, somos humanos y muchas veces sentimos cansancio, sentimos agotamiento. Un punto muy importante que habla esta lectura que nos han delegado es el desgaste ministerial. Bueno, muchos nos desgastamos muchas veces. También tenemos que, así como le damos tiempo para el Señor, también tenemos que muchas veces darnos un poco de tiempo para nosotros. Porque no nos podemos meter de lleno, de lleno, estar ahí que es sábado, vigilia, domingo y uno porque no somos unas máquinas. Y también eso demanda la destrucción del cuerpo del Señor. Acuérdenos que nosotros somos templo del Espíritu Santo y debemos de cuidar ese templo. Si yo voy a desgastar mi vida, no voy a poder hacer bien las cosas para nuestro Dios. Por eso en el libro de Efesios, capítulo 4, verso 23, dice Renovados en el espíritu de nuestra mente. ¿Qué quiere decir esto? Que nosotros debemos renovar nuestros pensamientos, debemos hacer las cosas con cordura y no tomar las cosas a la ligera. Dentro de la lectura nos daban unos consejos y como se los voy a nombrar. El primero sería la agenda. Acuérdenos que dice la palabra de nuestro Dios en el Crisis de César, capítulo 3. Todo tiene su tiempo. Tiempo de reír, tiempo de llorar, tiempo de alegrarse, tiempo de celebrar, de todo. Hay tiempo para todo, ¿verdad? Entonces nosotros tenemos que tener una agenda en donde podemos poner primeramente las cosas que más importan en nuestras vidas. Por ejemplo, a la mañana al levantarse, ¿qué es lo primero que un cristiano debe hacer? Orar, leer y buscar esa relación con Dios, esa intimidad con Dios. Como lo dice en la palabra de nuestro Dios en Mateo 6, capítulo 33, si no me equivoco. ¿Mateo 6, capítulo 33 o capítulo 34? Dios me perdone, pero dice en Mateo 6, capítulo 33, más buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y el resto vendrá por añadidura. Y acuérdenos que siempre debemos poner en nuestra prioridad nuestra relación con Dios. Así tengamos mil ocupaciones, no podemos descuidar de esa hermosa relación que es la relación con nuestro Dios. Bueno, y siguiendo con el consejo pastoral, hay otro punto que muchas veces a nosotros como ministros de Nuestro Señor nos acontece, que sería la ansiedad. Muchas veces nos afanamos por conseguir, qué sé yo, más miembros en la congregación, por conseguir una iglesia más grande, por conseguir mejor infraestructura, y no solo por cosas ministeriales, sino también la ansiedad por conseguir cosas terrenales. Entonces nosotros debemos delectarnos en Dios y saber que si nosotros buscamos primeramente Dios, Él nos va a conceder las peticiones de nuestro corazón. Y como lo decía en el áudio anterior, que no estemos afanosos por nada. Si nos hemos conocido nuestras peticiones delante de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que siempre Dios nos va a ayudar y nos va a respaldar y nunca nos va a desamparar. Amén. Gloria a Dios. Entonces debemos dejar esa ansiedad acá a un lado y buscar más en las cosas de nuestro Dios. Otro punto muy importante sería el buen humor y la preocupación. Dice en la Palabra de Nuestro Dios, en Proverbios Capítulo 17, Verso 22, que el corazón alegre constituye buen remedio, más el espíritu triste seca los huesos. Es decir que, como dice Nuestro Dios, en la Palabra de Nuestro Dios, el corazón alegre hermosera el rostro. Amén. Entonces, como ministros del Señor, nosotros tenemos que tener siempre ese gozo, esa paz que nos ha dado Nuestro Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Tener esa paz y esa alegría. No podemos dejar que la preocupación, porque surgen muchos problemas, es decir que la preocupación viene de los problemas que nosotros tengamos. Y entonces no podemos dejar que esas preocupaciones nos cambien nuestro estado de ánimo. Debemos tener en cuenta que tenemos a Nuestro Dios y Nuestro Dios es el que nos va a ayudar y nos va a dar esa sabiduría. Y nos va a dar esa fortaleza para afrontar cualquier situación de nuestras vidas. Dijo Nuestro Señor Jesucristo, en este mundo tendrás aflicción, pero nosotros debemos confiar. ¿Por qué? Porque Dios ha vencido a este mundo. Otro punto del que quiero hablarles es la soledad. La soledad sería un punto muy peligroso. La soledad sería un punto muy peligroso. Sería también considerado como un tipo de virus entre los seres humanos. Y por ende también se encuentra dentro de las congregaciones de los ministros de Nuestro Señor Jesucristo. Bueno, aunque la Escritura también es muy clara al respecto, que nos dice y nos enseña en Crescentes Capítulo 9, Verso 10, que muchas veces mejor es dos que uno, y que cordón de dos buleses no se rompe nunca, ¿verdad? Porque también Nuestro Señor Jesucristo nos habla en las Sagradas Escrituras que el que haya esposa haya el bien. Y muchas veces la soledad está relacionada a problemas sentimentales o de pareja. Que hay ministros del Señor que se encuentran en la actualidad solteros. Y en el servicio del Señor es un punto muy importante, porque estar solos es algo que nos va a afectar mucho en muchos aspectos, tanto seculares como espirituales. Como al sentirnos solos nosotros vamos a tener un tipo de tristeza, ¿verdad? No es como que son dos, que dos personas estamos en constante apoyo. Y como sabemos que siempre estamos dentro de una sociedad que somos seres humanos sociables, y por ende necesitamos vivir en sociedad y relacionarnos. Y qué mejor que tener a alguien con quien contar, a quien contar nuestras preocupaciones, nuestras dolencias, nuestras afecciones. Y sabemos que tenemos a nuestro Dios, pero como humanos también nos falta alguien al lado para poder contar todas esas cosas. Por eso nuestro Señor es muy claro también en su Palabra, en Mateo capítulo 18, versos 19 y 20. También en el momento de clamar, que si dos de vosotros se pueden hacer de acuerdo por cualquier cosa en el cielo, Él nos hará aquí en la tierra, ¿verdad? Y así como hay muchos más versículos que nuestro Señor nos explica acerca de la relación que debe haber entre un hombre y una mujer, o de la relación que debe haber entre dos buenos amigos. Porque también hay ciertos ministros que tienen problemas para relacionarse con los demás, no tienen un buen carisma, un buen carácter, y por ende ellos prefieren hacer sus cosas solos, hacer todos solos y no relacionarse con nadie. Otro punto muy importante es el perdón. Como predicadores o como ministros de nuestro Señor, nosotros siempre hablamos del perdón. El perdón de Dios. ¿El perdón hacia quién también? El perdón hacia nuestros enemigos, para quienes nos han injuriado, nos han faltado el respeto. El perdón es una herramienta muy indispensable dentro de las congregaciones o dentro de nosotros como ministros de nuestro Señor Jesucristo. Y también tener siempre en cuenta que aunque nosotros como humanos fallamos, le fallamos muchas veces a nuestro Dios en muchos aspectos, a veces sin darnos cuenta, otras veces dándonos cuenta, pero como dice en la palabra de nuestro Señor, que abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo, que es el que perdona nuestros pecados y nos limpia de toda impiedad. Y el perdón tiene que venir relacionado con qué? Con la humildad de nuestros corazones, con saber reconocer que hemos fallado, no solamente a Dios sino muchas veces a los seres humanos, a los hermanos de una congregación que le hemos fallado. Y dice en la palabra de nuestro Dios que el que confiesa sus pecados nos prosperará, pero el que los confiesa y se aparta, él es el que alcanza la misericordia. Entonces, ¿a través de qué se hace eso? A través del perdón. El perdón es algo que nos ayuda a librarnos. El perdón nos da libertad para adorar a nuestro Señor Jesucristo. Y nosotros como cristianos no debemos permitir que venga la falta de perdón en nuestras vidas. ¿Por qué? Porque eso se va a convertir en una red de amargura, al no perdonar a nuestro prójimo. Nosotros debemos aprender a perdonar siempre a nuestro prójimo. Y como ministros del Señor nunca debemos olvidarnos para quién estamos trabajando. Acordémonos que muchas veces nosotros empezamos con un ministerio, empezamos con una idea, con un proyecto y queremos que salgan las cosas tan bien a nuestra manera y tan bien a nuestra manera que muchas veces nos olvidamos de poner ese proyecto en las manos de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Dice la palabra de Dios, mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos son vuestros caminos. Entonces nosotros muchas veces nos desenfocamos que para quién estamos trabajando. Estamos trabajando para nuestro Dios y vemos muchas veces que en las congregaciones actuales están imitando mucho al mundo. Nos olvidamos que estamos trabajando para nuestro Dios y empezamos a imitar y atraer cierta cultura, ciertas tradiciones, ciertas costumbres o ciertos tipos de escenarios en las congregaciones como lo hace el mundo. Queremos atraer a las personas con actividades nuevas y no atraerlos con la palabra, con la predicación, con el ejemplo. Queremos atraer hermanos a las congregaciones ¿con qué? Con cosas divertidas, que atrayéndolos con juegos, poniéndole lucecitas a los altares y eso es algo que no le está agradando a nuestro Señor Jesucristo. ¿Amén? Porque nos estamos desenfocando para quién estamos trabajando y nosotros estamos trabajando para nuestro Dios y nuestra encomienda fue predicar el Evangelio de salvación. ¿Amén? Como lo dice la palabra de nuestro Dios en 2 Corintios 4, 5 porque no nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor y nosotros como nuestros cielos por amor de Jesús. Y esto es otro punto muy importante que muchas veces vamos al altar es a contar solo nuestra vida pero no es que sea algo malo contar un testimonio pero muchas veces nos enfocamos tanto en nuestras vidas que nos olvidamos y nos desenfocamos del centro que es Jesús, que es nuestro Dios. Entonces el mensaje de nuestro Señor tiene que ser cristo-céntrico no tanto ni tan terrenal ni tan espiritual. Cristo-céntrico. Ese debe ser el mensaje para nuestro Dios y no perder el enfoque y nunca olvidarnos que estamos trabajando para la gloria y honrar a nuestro Señor Jesucristo. Muy bien, eso es lo que he podido compartir acerca de la disciplina que debe haber en nuestra vida ministerial y teniendo en cuenta todos los puntos que hemos hablado acerca del gasto ministerial de saber agendar nuestro tiempo, poder organizarlo para poder contrarrestar la ansiedad que viene a nuestras vidas muchas veces por temas de estrés, de preocupaciones de poder mantener un buen humor de poder vencer esas preocupaciones todos estos temas nos ayudan mucho ¿para qué? para fortalecer nuestra relación con Dios también para poder evitar esa soledad evitar sentirnos solos buscar ayuda de nuestro Dios y nunca estaré más buscar el consejo de un pastor que es aquel que guía a sus ovejas y las ayuda y las sustenta y las guía para que no se pierdan del camino y acordarnos siempre de la herramienta importante que es el perdón saber perdonar es algo muy fundamental dentro de nuestras vidas el perdonar y perdonarnos muchas veces a nosotros mismos, ¿verdad? perdonarnos a nosotros mismos porque nosotros muchas veces nos sentimos culpables pero déjenme decirles que Dios se llevó toda culpabilidad dentro de nuestras vidas a través de esa cruz y nunca desenfocarnos nunca olvidamos que estamos trabajando para la gloria y honra de nuestro Señor Jesucristo todos estos aspectos que hemos estado desarrollando a través de esta lectura nos van a ayudar a poder mantener bien nuestra relación con Dios poder organizarnos bien poder tener en cuenta siempre que aunque van a venir momentos difíciles esos momentos difíciles no van a debilitar nuestra fe porque siempre debemos mantener nuestra fe activa nuestra fe en Dios el perdón y la salvación están ligados de la mano Amén, Pastor, que Dios le bendiga muchas gracias por darnos este espacio para poder explicar, desarrollar, expresar esta lectura a través de la mano de nuestro Dios porque sin Dios nada es posible y esto me ha ayudado mucho a poder reflexionar y poder entender en muchos aspectos dentro de los principios del pastoreo de que ser pastor no es algo fácil pero tampoco es algo imposible que siempre con la ayuda de nuestro Dios podemos lograr todo bendiciones, Pastor hasta pronto