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326 2 de julio de 1944

326 2 de julio de 1944

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María Valtorta's notebooks from July 2, 1944 discuss the idea that we don't need to search for God, as He is always with us where there is love. When we feel His presence, it is because our spirit has become more aware and connected to Him. God only doesn't come where there is hatred. Grace is important, as it grants us the joy of God's presence. Jesus assures us that when it seems like He is not with us, it is because He is attending to His Father's interests. He asks for our tears of love to rescue souls enslaved by evil. He mentions the mountain of myrrh and the hill of incense where we will be crowned. The summit of Calvary is the crown of queens for His beloved wives. The path under the cross is long and painful, but it leads to the blooming roses of paradise. Tears are pearls and sobs are the music that will accompany our triumphant entry into the desert. María Valtorta Cuadernos de 1944 2 de Julio Dice Jesús No nos busques afanosamente, estamos contigo. Una vez le fue permitido a María que buscara a su Jesús, a su Dios, que se había perdido. Pero fue algo accidental. María tenía a Dios aún antes de ser su madre. Pues Dios está siempre donde hay gracia, porque la gracia es amor, y Dios está donde hay amor. Al igual que con mi madre, así sucede con vosotros, oh, fieles hermanos e hijos de Dios y de María. Cuando buscáis a Dios, es porque ya el amor os lo ha puesto en el corazón. Cuando os parece que está llegando a vosotros, no es que veáis su llegada. En realidad, vuestro Espíritu, que ha alcanzado aún mayor lucidez, porque la fiebre de amor es más intensa, os lo hace ver donde ella estaba. Os parece que viene a vosotros. En realidad, es que vosotros os unís más íntimamente a Él. Únicamente donde no hay gracia, y por lo tanto no hay amor, no hay deseo, no hay búsqueda de Dios, Él no llega nunca. Y no llega porque el odio le rechaza. Es por eso que la gracia tiene una importancia capital. Ella es la que os concede, con una anticipación de amor, la posesión de Dios, que es el júbilo y la gloria de los bienaventurados. Por lo tanto, no me busques afanosamente. Piensa que, si a veces parece que no estoy, no es que te castigue. ¿Qué le dije a mi madre? Le dije, ¿por qué me buscabas? ¿No sabes que debo ocuparme de los intereses de mi padre? Pues bien, cuando te privo de mi presencia sensible, y parece que te he abandonado, es que me estoy ocupando de los intereses de mi padre. Necesito tus lágrimas de amor para rescatar un alma que el odio ha convertido en esclava del mal. ¿Ves cómo te amo? Te asocio a mí para rescatar a los pobres extraviados y para servir a la gloria de nuestro Padre. Oh, pequeña esposa, sonríe. Antes que refresque el día y las sombras se hagan densas, nos iremos al monte de la mirra y a la colina del incienso. Oh, pequeña esposa, sonríe. En la cumbre serás coronada. ¿Sabes cuál es la cumbre del monte Inupial para mis pequeñas, para mis amadas esposas? ¿Sabes cuál es su corona de reinas? La cumbre del Cólgota perfora el cielo y florece en el paraíso. Y de las matas de espinas que me torturaron brotan rosas de oro. ¡Qué largo es el camino bajo la cruz! ¡Qué grande es el dolor en la cruz! ¡Cuánta sangre tienen que beber esas espinas para poder florecer! Ven y sonríe con tu espíritu. Las lágrimas son las perlas sobre el rubí de las rosas. Y los sollozos los acordes de las cítaras que resonarán en tu entrada triunfal cuando subas al desierto colmada de delicias apoyada a tu dilecto. Nota a pie de página Número 3 Lucas Capítulo 2 Versículos 41 al 50 Número 4 Cantar de los Cantares Capítulo 4 Versículo 6 Número 5

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