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The second principle emphasizes the need for the auditor to present information impartially, reporting truthfully and accurately without personal judgments. Findings should reflect the audit activity accurately, including significant obstacles and divergent opinions within the company. The auditor must communicate truthfully, objectively, and clearly, avoiding interpretations or personal judgments, remaining independent and sticking to relevant audit standards. El segundo principio se refiere a que el auditor debe tener una presentación o debe hacer una presentación imparcial. Esto significa que le obliga al auditor a informar con veracidad y exactitud. El auditor está solo para ver, escuchar lo que está viendo en la auditoría respecto de las normas que él está auditando. Y, por lo tanto, él está obligado a informar solo respecto de eso y no a emitir juicios personales respecto de tal o cual situación que él ha observado. Él tiene, entonces, el sentido de la obligatoriedad de informar con veracidad y exactitud. Los hallazgos, conclusiones, informaciones de la auditoría deberían reflejar con veracidad y exactitud la actividad de la auditoría. Se debería informar, el auditor debería también informar los obstáculos significativos que él ha encontrado durante el proceso de auditoría y de las opiniones divergentes que puedan existir al interior de la empresa sin resolver entre el equipo auditor y el auditado. Muchas veces puede ocurrir al interior de una organización que hay gente que no está de acuerdo con la auditoría o no está de acuerdo con cómo se está desarrollando tal o cual cosa y se la va a exponer al auditor, le va a dar su punto de vista. El auditor no tiene que emitir ningún juicio respecto de aquello y solo hacer ver al auditado en su reunión final, en sus conclusiones, que hay opiniones divergentes al interior de la compañía para que la compañía resuelva finalmente estas opiniones divergentes sin él tener una opinión al respecto. También es importante que el auditor haga una comunicación veraz, exacta, objetiva, oportuna, clara y completa, sin desviaciones, sin interpretaciones, sin, como decía, emitir juicios. Es muy importante aquí que el auditor sea lo más independientemente posible en sus observaciones, en sus comentarios y solo atenerse a lo que está establecido en las respectivas normas que él esté auditando.