
Nothing to say, yet
Listen to La Fortuna De Los Pobres - Lucas 2.8-20 - No.132 by Iglesia biba MP3 song. La Fortuna De Los Pobres - Lucas 2.8-20 - No.132 song from Iglesia biba is available on Audio.com. The duration of song is 01:17:52. This high-quality MP3 track has 256 kbps bitrate and was uploaded on 19 Apr 2024. Stream and download La Fortuna De Los Pobres - Lucas 2.8-20 - No.132 by Iglesia biba for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
Comment
Loading comments...
The main ideas from this information are about the importance of being honest and sincere in our relationship with God, the power of God's Word to protect and guide us, and the value of humility and dependence on God. It also discusses the concept of true wealth and the special blessings that God grants to the poor and humble. Bueno, les quiero animar entonces, por favor, a sacar sus Biblias, a abrirlas y a acompañarnos en este tiempo de predicaciĂłn y adoraciĂłn, Âżok? Les animamos, por favor, a buscar en sus Biblias Salmos, ÂżquĂ© capĂtulo? Salmos nĂşmero 7, versĂculos 1 al 2, Âżok? Salmos 7, versĂculos 1 al 2, Âżlisto? Muy bien, ok, listo, bien, dice, A ti acudo en busca de protecciĂłn, oh Señor mi Dios, sálvame de los que me persiguen, rescátame, si no lo haces me atacarán como leones, me despedazarán y no habrá quien me rescate. Guau, el salmista estaba siendo perseguido, estaba siendo perseguido por alguien que en serio querĂa hacerle mal, pero al parecer tenĂa enemigos, personas que no querĂan que Ă©l estuviera bien, y fijĂ©monos en la sinceridad del salmista, en la expresiĂłn tan clara de sus emociones, de sus experiencias, y los Salmos, y este es uno de esos Salmos que nos ayuda a entender cĂłmo es que tĂş y yo nos podemos relacionar con el Señor. Este es un pequeño abrebocas que nos habla de que tĂş y yo podemos ser totalmente francos, totalmente sinceros, expresar todos nuestros sentimientos con toda emociĂłn que eso implique delante de Dios, sabiendo que podemos tener la confianza de ser recibidos, de ser escuchados, y que el Señor efectivamente atiende nuestra oraciĂłn, y Ă©l dice, A ti acudo en busca de protecciĂłn, oh Señor mi Dios, sálvame de los que me persiguen, rescátame, si no lo haces me atacarán como leones, me despeazarán, y no habrá quien me rescate, no habrá quien me rescate, pregunta, Âżse sienten en este momento, se sienten perseguidos, o se sienten en dificultades, se sienten pasando por momentos complicados, por momentos difĂciles?, pues el Señor ha dispuesto una armadura para nosotros para enfrentar los momentos difĂciles, y Âżcuál creen que es una parte de esa armadura?, Âżcuál creen ustedes?, dĂganme por favor, la Palabra de Dios, la Biblia, Âżpor quĂ©?, porque es en medio de la Palabra de Dios que tĂş y yo conocemos y entendemos que Él está con nosotros, que Él pelea por nosotros, que Él cuida de nosotros, y es en medio del entendimiento de sus grandes verdades que tĂş y yo podemos confiar y esperar, amigos la vida cristiana se trata de confiar, se trata de esperar, puede ser que no tengamos las cosas que deseamos ya mismo, puede ser que muchas veces pasen cosas y tĂş y yo no tengamos claridad, certeza de que vamos a estar bien con base en lo que vemos, pero tĂş y yo tenemos que esperar y confiar en la Palabra de Dios, y al final vamos a estar bien, y a eso venimos, a conocer a Dios a travĂ©s de su Palabra, asĂ que queremos pedirle al Señor que la forma en la que Él nos proteja de nuestros enemigos es a travĂ©s de quĂ©?, de su Palabra, asĂ que quiero pedirles por favor que tengamos un tiempo de oraciĂłn y le pidamos al Señor, Señor ayĂşdame a sentirme seguro a travĂ©s de tu Palabra, ayĂşdame a sentirme seguro a travĂ©s de tu Palabra, y de paso si tenemos pecado que confesar pues nos pongamos a cuentas con el Señor ya mismo, Agama. Padre gracias porque nos das un gran escudo, y ese escudo es tu Palabra, nos das una gran armadura y esa armadura es la fe en ti, fe, certeza, confianza de que tĂş estás con nosotros, de que tĂş estás por nosotros, pero Padre yo te pido que nos ayudes a llevar tu Palabra a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida, a nuestra vida diaria, a nuestra rutina, a nuestra cotidianidad, a las cosas que nos pasan dĂa a dĂa, a nuestro dĂa a dĂa, porque muchas veces el mundo nos abruma tanto, las circunstancias nos sobrepasan y pareciera que tu Palabra no tiene el poder que si tiene, no tiene la trascendencia que si tiene, y yo te pido que por favor nos ayudes a sentirnos protegidos por ti a travĂ©s de tu Palabra, yo te pido que nos cuides, nos libres del mal, y yo te pido que nos ayudes a entender, a ver las grandes cosas que tenemos en ti Señor, estamos tan deslumbrados por brillos tan artificiales, por luces tan artificiales, pecaminosas, producto del mundo, lo que el mundo nos dice que está bien, lo que el mundo nos dice que es codiciable, que es deseable, y esa luz nos distrae de la verdadera luz que es tu Palabra, de la verdadera luz que eres tĂş, y yo te pido que esta mañana nos ayudes Señor, por favor a entender que tĂş eres lo más codiciable, que tĂş eres lo más deseable, que tĂş eres lo mejor para nosotros, y que podamos esta mañana salir de acá entendiendo una verdad tan poderosa, tan hermosa como la que tienes preparada para nosotros hoy Señor, te lo pido, ayĂşdame por favor, tĂş sabes que yo estoy aquĂ por pura gracia, yo no merezco estar aquĂ, yo no me he ganado esta posiciĂłn, yo no me he ganado la posibilidad de estar al frente hablando, eso es una gracia tuya, un regalo tuyo que me has otorgado, por pura misericordia Señor, y yo te agradezco y te pido que por favor tu EspĂritu me ayude, en el nombre de JesĂşs, AmĂ©n y AmĂ©n. Muy bien, bueno, queridos amigos, la fortuna de los pobres, ÂżCuál creen ustedes que es la fortuna de los pobres? DĂganme, Âżhay algo de fortuna en ser pobre? ÂżO no? ÂżSĂ? ÂżEn quĂ©? ÂżQuĂ© cosas? ÂżQuĂ© cosas tiene de bueno ser pobre? DĂganme, por favor. ÂżQuĂ©? ÂżCĂłmo? ÂżQue estamos como más cerca de Dios? Eso es bueno, sĂ, la pobreza nos lleva a estar cerca de Dios, a depender de Dios. Muy bien, ÂżquĂ© más hay cosas buenas en la fortuna? A ver, Âżpor quĂ©? Sabemos que Dios es el que provee, muy bien, ok, ÂżquĂ© más? La humildad, muy bien, Âżnos volvemos fuertes? Muy bien, grandes cosas hay en la pobreza, dĂganme, ÂżquiĂ©n de ustedes quiere ser pobre? Levanten la mano, ahĂ sĂ, ahĂ sĂ, ninguno, Âżverdad? Ninguno, bueno, pero yo quiero pedirles que por favor consideremos este tema, miren, este tema es, yo, este tema es muy especial, yo creo que lo que, el mensaje que Dios tiene para nosotros a travĂ©s de la historia que vamos a considerar esta mañana, es un mensaje que si, si Dios, si lo guardamos en nuestro corazĂłn y permitimos que el EspĂritu de Dios lo use en nuestra vida, va a ser un mensaje que yo creo que nos debe animar, nos debe fortalecer y nos debe dar una perspectiva muy especial de la vida, ok. Pero para introducir este tema yo quiero preguntarles, ÂżquĂ© de lo que algĂşn familiar de ustedes tiene, les gustarĂa tener? ÂżQuĂ© de lo que tiene algĂşn familiar de ustedes, les gustarĂa a ustedes tener? Vámonos materialistas, vámonos de, sĂ, a lo que vemos en el mundo normal, ÂżquĂ© de lo que un familiar de ustedes tiene, les gustarĂa tener? DĂganme por favor, esta vez voy a dedocracia. Andresito, ÂżquĂ©, quĂ©? Cuente, cuente. Uy, sĂ, una casa campestre, grande, Âżen Bogotá o en los alrededores o fuera? ÂżEn los alrededores? Uy, sĂ, yo creo que uno va por allá, por fuera, uno ve esas montañas, esas megacasas, ay Dios mĂo, y más de un youtuber, un influenciador youtuber que es feliz mostrando su casa, son unas casas pues, gigantes, y mejor dicho, bueno, ok, casa campestre. ÂżQuĂ© de lo que un vecino de ustedes tiene, le gustarĂa a usted tener? Vecino o familiar. Una camioneta, Âżun vecino tiene una camioneta? SĂ. ÂżTe gustarĂa tener esa camioneta? ÂżQuĂ© más? ÂżVecinos por ahĂ? No digan que el esposo o la esposa, porque ahĂ sĂ estamos grabando. Una casita, una casita para ti, una casita de campo para ti, otra vez, casa campestre, casa de campo, va por ahĂ, va por ahĂ la cosa, listo. Vecino, listo, vecino. Ok, ÂżquĂ© de lo que un amigo, ahora sĂ, amigos, ÂżquĂ© de lo que un amigo tiene, les gustarĂa a ustedes tener? A ver, pregunto por allá, Natalia, ÂżquĂ© de lo que un amigo tiene, o una amiga, les gustarĂa tener? ÂżNo? ÂżSĂ sabes o te da pena decirlo? A ver, Fabi, Âżapartamento propio? ÂżUn amigo? ÂżUn amigo tuyo tiene apartamento propio? Guau, pero mejor dicho, Âżtu amigo cuántos años tiene? Es una experiencia asĂ. Âż20 años y ya tiene apartamento? Ok, bueno, interesante, ya a los chinos les está yendo bien, pero, hablando de cosas, ok, de otro tipo, ÂżquĂ© es lo más valioso que ustedes tienen? Digan, Âżla empresa? ÂżLa empresa es lo más valioso que tienes? Ok, Darian tambiĂ©n piensa lo mismo, Âżlo más valioso que tienes tĂş? ÂżLo dice? ÂżQuĂ© más, quĂ© más? ÂżEl apartamento, la casa, sĂ? ÂżLuchar contra la corriente, la verdequera? Ok, ÂżquĂ© más? ÂżDeterminaciĂłn? ÂżPersonalidad? ÂżTu emprendimiento? ÂżLos emprendimientos? Ritmo, Âżvas a tener apartamento tambiĂ©n pronto, chino? Bueno, muy bien, muy bien, muy bien. Pues, a ver, Âżpor quĂ© hago estas preguntas? Y es, ÂżquĂ© es lo más valioso? Hay que considerar quĂ© es lo más valioso. Para alguien que está en la selva y es parte de una tribu indĂgena, algo valioso puede ser un mico que se encontrĂł para comer, Âżverdad? Y ese es su concepto de valor, Âżno? Para Ă©l su concepto de valor puede ser diferente al que nosotros tenemos, Âżverdad? ÂżPor quĂ©? Pues porque Ă©l está sujeto a unas influencias culturales diferentes a las que nosotros hemos estado viviendo. Pero, ÂżquĂ© es valioso? ÂżQuĂ© es realmente valioso que podrĂa llegar a ser valioso para todo el mundo y todo el mundo podrĂa valorarlo como algo muy, muy, muy importante? ÂżAh? SalvaciĂłn, muy bien, muy bien. Ahora, ÂżquĂ© hay que hacer para tener eso que es tan valioso? ÂżO quĂ© hay que ser? ÂżCĂłmo hay que ser para tener eso tan, tan, tan valioso? Ahora, Dios, ÂżDios le da cosas valiosas a la gente? SĂ, sĂ. Pero, ÂżcĂłmo deben ser esas personas para que Dios les dĂ© cosas valiosas? Ok, vamos a ver, vamos a ver. Y lo que vamos a considerar hoy es que Dios le concede, ojo, Dios le concede a los humildes y a los pobres algo muy, muy, muy especial, lo más especial que hay en el universo. Dios lo concede a los pobres y a los humildes. Algo a lo que ningĂşn orgulloso ni poderoso podrá acceder aĂşn cuando tenga toda la plata del mundo, todo el poder del mundo. La idea principal del texto que consideraremos hoy es que los creyentes humildes y pobres tenemos lo más valioso, tenemos lo más valioso el universo y eso es, ÂżquĂ© es? Es la posibilidad de contemplar la gloria de Dios, la grandeza de Dios, la majestuosidad de Dios, el carácter de Dios, conocer a Dios. TambiĂ©n la posibilidad de comprender su obra y adorarlo genuinamente, adorarlo genuinamente. Y eso, queridos amigos, tener eso, tener la posibilidad de contemplar la gloria de Dios, de comprender su obra, de adorarlo a Él, es algo que deberĂa darnos una esperanza incalculable, una esperanza grandĂsima a ti y a mĂ. ÂżPor quĂ©? ÂżPor quĂ© tener esto tan valioso debe darnos esperanza? ÂżPor quĂ©? Porque cuántas personas en momentos crĂticos de su vida desearĂan tener lo que tĂş y yo tenemos y no lo pueden tener. ÂżNo lo pueden tener? ÂżPor quĂ©? Pero antes de explicar por quĂ©, dĂ©jenme poner unos ejemplos. DĂganme, por ejemplo, ÂżquĂ© esperanza o fortaleza hay para un hombre rico pero incrĂ©dulo segundos antes de su muerte? ÂżQuĂ© esperanza tiene? ÂżAlguna? Si fue un hombre incrĂ©dulo, que rechazĂł a Dios, orgulloso, que confiĂł más en Él que en el Señor, Âżsegundos antes de su muerte tendrá alguna esperanza? Arrepentirse. ÂżPero eso significa quĂ©? Humillarse delante de Dios. Y si este ha sido una persona aspervia, que no está dispuesto a humillarse ante Dios, aĂşn en los Ăşltimos segundos de su vida, ÂżquĂ© esperanza le queda? Ninguna. ÂżNinguna? ÂżOk? Ahora, ÂżquĂ© esperanza hay para el mismo rico cuando los mejores mĂ©dicos del mundo le dicen que no tiene ninguna cura para su enfermedad? ÂżHay alguna esperanza? ÂżEl dinero le sirve de algo? ÂżLas influencias le sirven de algo? ÂżEl poder le sirve de algo? ÂżTener acceso a los mejores mĂ©dicos del mundo le sirve de algo cuando ya sus mĂ©dicos le dijeron, no hay esperanza para ti? ÂżTiene alguna esperanza? Ahora, ÂżquĂ© esperanza tiene la mujer, quĂ© esperanza tiene la mujer más hermosa del mundo, o una mujer hermosa, bella, que ha confiado siempre en su cuerpo, pero un dĂa empieza a envejecer, a enfermar? ÂżQuĂ© esperanza tiene esta mujer? ÂżAlguna? ÂżQuĂ© esperanza tiene el hombre que ha confiado en una mujer, que ha amado a una mujer, que ha adorado a una mujer, que lo ha dado todo por una mujer, y esta mujer lo traiciona? ÂżQuĂ© esperanza tiene este hombre? Ninguna. ÂżQuĂ© esperanza tiene el hombre más poderoso del mundo cuando llegan catástrofes naturales? Y resulta que todas sus grandes empresas e inversiones se están siendo afectadas porque simplemente no hay lluvia. ÂżHay alguna esperanza para ellos? En todas esas circunstancias, si tĂş y yo las atravesáramos como creyentes y perdiĂ©ramos todo lo que ellos podrĂan perder, ÂżtodavĂa tĂş y yo tendrĂamos esperanza? ÂżSĂ? ÂżCuál? Dios. Dios. No importa la situaciĂłn que estemos pasando tĂş y yo, si tenemos al Señor con nosotros y somos hijos Suyos, nunca nos hallaremos en desesperanza. Siempre estaremos confiados, esperanzados. Si no se puede en lo que está en esta vida, estaremos esperanzados en lo que venga en la vida. Eterna. Pero tendremos esperanza. Ahora, visto con esa perspectiva, Âżun apartamento es valioso? ÂżUna empresa es valiosa? ÂżUna casa de campo es valiosa? ÂżQuĂ© es valioso? ÂżQuĂ© es valioso? Valioso es aquello que está aunque todo lo demás se pierda. AsĂ que hermanos, el propĂłsito de este tiempo es que valoremos el tesoro incalculable que tĂş y yo tenemos, porque podemos percibir la gloria de Dios, porque podemos entender su mente y vivir alegres por la hermosa y segura esperanza que tenemos en Cristo. AsĂ que vamos a considerar, a travĂ©s de esta historia, esta enseñanza. Y la historia es la visita de unos humildes pastores, Âża quiĂ©n? Al Señor JesĂşs, luego de su nacimiento. Momentos despuĂ©s de su nacimiento, horas despuĂ©s de su nacimiento, Dios le dio la tremenda bendiciĂłn a unos pastores sencillos y humildes de ser testigos del momento más importante de la historia. El momento en el que Dios se hizo hombre, Dios se encarnĂł, Dios se humillĂł y se hizo hombre para que tĂş y yo pudiĂ©semos ser reconciliados con nuestro Dios. Y esa historia está en Lucas, capĂtulo 2, el Evangelio de Lucas, capĂtulo 2, y vamos a estar leyendo desde el verso 8 hasta el 20, Âżok? CapĂtulo 2 de Lucas, versos 8 al 20, Âżvale? Y vamos a empezar, y voy a intentar ir rápido, con el versĂculo 8, Âżlisto? Dice, HabĂa pastores en la misma regiĂłn. Recordemos que el Señor habĂa nacido, recordemos que JosĂ© y MarĂa tuvieron que trasladarse, Âżhasta dĂłnde? Hasta BelĂ©n. Muy bien, BelĂ©n. Ellos estaban en Nazaret, 120 kilĂłmetros de distancia. Llegaron a BelĂ©n por orden de Augusto CĂ©sar, que promulgĂł un edicto que todos debĂan ser empadronados, censados en su ciudad paterna, familiar. Y JosĂ© y MarĂa tuvieron que viajar hasta allĂ, y allĂ MarĂa llegĂł a su alumbramiento, tuvo al Señor JesĂşs, no encontraron un lugar donde quedarse, tuvieron que quedarse, bueno, como una especie de establo, y allĂ el Señor naciĂł, y allĂ lo acostaron, y lo dejaron envuelto en pañales. Y esa misma noche, entonces sucede esto. HabĂa pastores en la misma regiĂłn, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños. ÂżOk? Y este es el primer relato de tres grupos de personas a quienes Dios les concediĂł la gracia de ver al Señor JesĂşs. El primero es el de los pastores, el grupo de los pastores. El segundo grupo que veremos más adelante es un hombre y una mujer que estaban en el templo cuando llevaron a JesĂşs para, bueno, no para circuncidarlo, sino para cumplir las ofrendas que eran necesarias luego de que el niño habĂa nacido. Y este grupo de personas estaban ahĂ en el templo y estaban atentos a la salvaciĂłn de Dios, a la promesa de Dios de un Salvador. Y el tercer grupo de personas son quienes, los sabios de Oriente, que llegaron y buscaron al Señor para verlo y adorarlo. Y estos tres grupos de personas tienen algo en comĂşn. ÂżQuĂ© será? Tienen algo en comĂşn, algo que Dios considerĂł para permitirles a ellos ser testigos lo más grande que ha sucedido en el universo. Es la tierra. ÂżQuĂ© habrá sido? ÂżQuĂ© tenĂan estos tres grupos de personas? Pastores, un hombre y una mujer de ancianos esperando la salvaciĂłn de Dios y los sabios de Oriente. Humildad, un corazĂłn humilde, un corazĂłn sencillo. Hombres y mujeres creyentes en Dios, que confiaban en Dios y a quienes Dios les permitiĂł ser testigos del nacimiento del Salvador. Y hermanos, este grupo contrasta con aquellos a quienes Dios no les permitiĂł ver al Salvador. Era el Salvador del mundo. Era el Rey de todo el que estaba encarnándose. Era una persona importante. ÂżQuiĂ©n debĂa estar ahĂ atento a lo que estaba sucediendo esa noche? ÂżQuĂ© tal? Los grandes reyes. ÂżVerdad? ÂżPero Dios le consiguiĂł a los grandes reyes ver a JesĂşs? No. ÂżO será que eran los lĂderes religiosos? Pues a fin de cuentas era el Rey de los judĂos. Era el Salvador. ÂżSerá que los lĂderes religiosos no podĂan ser llamados a ser testigos del nacimiento de JesĂşs? Tampoco fueron llamados. El Rey Herodes. Herodes, el grande. ÂżA Ă©l tambiĂ©n se le permitiĂł? No. Y contrasta el hecho de que estos humildes pastores y estas humildes personas hayan recibido de Dios lo que los poderosos gobernantes y orgullosos no recibieron. No recibieron. Y estos humildes pastores terminaron encontrándose en un momento muy especial, velando y guardando las vigilias de noche sobre su rebaño de ovejas, trabajando, moliendo, como dirĂan algunos, luchando, cumpliendo sus responsabilidades de trabajo, y en medio de eso a ellos se les da la posibilidad de lo más grande. Y el versĂculo nueve nos dice quĂ© es. Y dice, y aquĂ se les presentĂł un ángel del Señor. ÂżA quiĂ©nes? A los pastores. Y la gloria del Señor los rodeĂł de resplandor y tuvieron gran temor. Se les presentĂł un ángel del Señor. ÂżY quĂ©? ÂżY quĂ© pasĂł despuĂ©s? DĂganme, por favor. ÂżY quĂ©? Y vieron la gloria de Dios. Vieron la gloria de Dios. Vieron la gloria de Dios. Vieron la gloria de Dios. Hombre, sinceramente es que muchas veces no, como que estamos tan distraĂdos en tantas cosas que no podemos contemplar cosas tan grandes como esta. ÂżQuiĂ©n ha podido percibir algo de la gloria de Dios en la historia del mundo? Muy pocas personas. Muy pocas personas. MoisĂ©s percibiĂł algo de la gloria de Dios. Los israelitas, algunos, percibieron algo de la gloria de Dios. Muy pocos. Millones de personas han pasado por el mundo y muy pocos han visto la gloria de Dios acá en la tierra. ÂżY a quiĂ©n se le concediĂł ver la gloria de Dios? A estos humildes pastores. Pero, tĂş y yo, Âżserá que podemos percibir algo de la gloria de Dios? Pregunta. ÂżSĂ o no? Todos decimos sĂ con un poquito como de incertidumbre, Âżserá que sĂ, será que no? Yo creo que sĂ. SĂ. SĂ. DespuĂ©s del Señor JesĂşs, todos los que han creĂdo en Él, que han sido declarados hijos de Dios, tienen derecho a percibir algo de la gloria de Dios. Y eso, queridos amigos, contemplar la gloria de Dios es el tesoro más importante que tĂş y yo tenemos a disposiciĂłn. Eso es lo más valioso que tĂş y yo tenemos. Y cuando contemplamos la gloria de Dios, nos presentan ángeles. Tal vez no hay ángeles anunciándonos la gloria de Dios. Pero, aĂşn asĂ, podemos contemplar algo de su gloria. La podemos percibir en momentos sencillos, en momentos tranquilos, de intimidad, mientras leemos su palabra, mientras lo adoramos, cantamos su nombre, mientras oramos, podemos percibir algo de la gloria de Dios. Y aunque nos gustarĂa ver ángeles, lo importante no son los ángeles, Lo importante es la gloria de Dios, que se expresĂł, fue percibida la gloria de Dios. Que tĂş y yo no necesitamos ver ángeles para percibir la gloria de Dios. Eso puede suceder en nuestra intimidad con el Señor. AhĂ podemos contemplar algo de la gloria de Dios. Pero, contemplar algo de la gloria de Dios es un poco amenazante. ÂżQuĂ© sintieron esos pastores cuando percibieron la gloria de Dios? ÂżQuĂ© sintieron? Temor. ÂżQuĂ© sintieron esos pastores cuando percibieron la gloria de Dios? Temor. ÂżQuĂ© sintieron? Temor. Temor que los espantĂł, temor que los hizo huir de ese lugar. No, fue un temor que los dejĂł paralizados. ÂżY por quĂ© temor? ÂżPor quĂ© cuando percibimos la gloria de Dios sentimos algo de temor? Respeto. ÂżPor quĂ© más? ÂżPor quĂ© creen? ÂżPor quĂ© cuando percibimos algo de la gloria de Dios nuestra primera reacciĂłn es sentir algo de temor? ÂżPor quĂ©? Estamos delante de alguien ÂżquĂ©? Santo. ÂżY quĂ© significa alguien santo? ÂżQuĂ© significa que Dios es santo? Que Él no tiene pecado, su naturaleza es tan diferente a la nuestra, tan diferente a la nuestra, que cuando tĂş y yo nos encontramos con alguien perfecto, alguien tan grande, tan poderoso, nos damos cuenta de quiĂ©nes somos y lo más natural es que sintamos temor. Temor. Temor. Y eso fue lo que los pastores sintieron, temor. Pero es un temor feo, no, es un temor reverente, es un temor que aunque está en nuestro corazĂłn, es un temor que se mezcla con una sensaciĂłn de deseo de conocer más, de profundizar más, de estar ahĂ. Es como ese temor que sentimos pero del que no queremos huir, sino que aunque nos causa temor queremos seguir ahĂ. Porque en cierta medida es un temor, pero un temor que nos satisface, es algo que nos llena, es una experiencia que nos llena, es una experiencia que nos hace sentir completos, que nos hace sentir seguros. Y aunque tenemos temor, tambiĂ©n nuestro cuerpo y nuestro espĂritu se siente completo, se siente lleno. Y eso fue lo que le pasĂł a los pastores. Y el ángel, en versĂculo 10, les dice, pero el ángel les dijo, no temáis, porque aquĂ les doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Estos hombres estaban paralizados, su noche, era una noche tal vez estrellada, una noche despejada, habĂa algo de frĂo, pero no era una noche cálida, con algo de frĂo está bien, pero ellos estaban ya por fin descansando de su arduo trabajo, habĂan caminado un gran tiempo, y ya por fin habĂan apacentado las ovejas, las ovejas ya estaban tranquilas, durmiendo, y ellos ya por fin estaban disponiĂ©ndose para descansar en medio de la noche estrellada, y el ángel les aparece y les dice esto. Ellos sienten un profundo temor, pero el ángel les dice, no teman, no teman, no teman. ÂżPor quĂ©? Porque les traigo un gran mensaje, les traigo un gran mensaje. ÂżCuál es? Que en la ciudad de David les ha nacido el Salvador, que es Cristo el Señor. Cristo es el tĂtulo de JesĂşs, que significa el MesĂas Lungido, el Salvador al que Dios llamĂł para ser el Salvador del mundo. ÂżQuĂ© era lo que les podĂa quitar el temor? ÂżUna pastilla? ÂżQuĂ© era lo que les podĂa quitar el temor? ÂżUn guardaespaldas? ÂżQuĂ© era lo que les podĂa quitar el temor? ÂżPlata? ÂżQuĂ©? Un mensaje, un mensaje, entender, una comprensiĂłn, un entendimiento de algo, era lo que les podĂa quitar el temor. El mensaje que Dios les habĂa enviado por medio del ángel, era lo que Dios estaba usando para quitarles el temor, era lo que les podĂa quitar el temor a ellos. Y ese mensaje, Âżcuál es? El evangelio. Es lo que nosotros llamamos evangelio. ÂżQuĂ© es el evangelio? Es que el Señor JesĂşs se hizo hombre. Ese es el mensaje, el Señor JesĂşs se hizo hombre para morir por nosotros. Y que Él, escogido por Dios, fue quien dio su vida para darnos perdĂłn, reconciliaciĂłn, y hacernos aceptados ante Dios. Ese es el mensaje de salvaciĂłn. Ese es el mensaje del evangelio. Ese es el mensaje que tenemos en JesĂşs. Ese es el mensaje que los ángeles venĂan a traerle a los pastores. Ese era el mensaje que les podĂa quitar el temor. Y ese mensaje, además de quitarles el temor, les produjo una gran dicha a los pastores. ÂżSaben por quĂ©? Porque estos pastores y todo Israel estaba esperando la promesa del Salvador. ÂżCuántos años atrás? ÂżDesde cuántos años? Cientos de años. Miles de años. Llevaba esta promesa pendiente por cumplirse. La promesa de que Dios iba a enviar un Salvador. Y cuando estos pastores escucharon de parte del ángel que ya se estaba cumpliendo la profecĂa, que ya estaba naciendo, que ya habĂa nacido el Salvador, estos pastores saltaron de alegrĂa. Se les quitĂł el temor. Saltaron de dicha. Pregunta. ÂżEl mensaje del evangelio te hace saltar de dicha? ÂżMe hace saltar de dicha? ÂżO prefiero más bien mi cuenta bancaria? ÂżQuĂ© prefiero? Miren. Nosotros estamos muy ciegos. En la vida estamos muy ciegos. En serio. Todos estamos muy ciegos. Todos, incluyĂ©ndome, estamos muy ciegos. No vemos lo que es importante. No vemos lo que es importante. No vemos lo que es importante. Estamos ciegos por el mundo, por lo secular, por la plata, por el placer, por el orgullo, por la autonomĂa, por la rebeldĂa. Y no vemos lo tan importante. No vemos lo importante. Que estábamos separados de Dios. Que Dios estaba entre nosotros. Que Ă©ramos enemigos de Dios. Pero JesĂşs nos reconciliĂł con Dios. Eso es lo más importante. Y tĂş y yo podemos, como esos pastores, dejar el temor a un lado cuando entendemos que gracias a JesĂşs somos hijos de Dios. ÂżY quĂ© hace Dios con sus hijos? ÂżLos cuida o no los cuida? ÂżLes provee lo que necesitan o no les provee lo que necesitan? ÂżLes da una vida trascendente? ÂżUna vida que va más allá del simple hecho de levantarme, trabajar, ver la novela y dormir? ÂżLes da más que eso? ¡SĂ! TĂş y yo podemos saltar de dicha. TĂş y yo podemos saltar de dicha. Porque aunque nuestros hijos nos hagan desesperar ÂżQuiĂ©n está cuidando de nuestros hijos? ÂżQuiĂ©n tiene un plan para nuestros hijos? Que aunque estĂ© sufriendo en la vida y tenga una situaciĂłn muy difĂcil que me está haciendo sufrir y llevo años sufriendo con esta situaciĂłn ÂżDios quĂ© hace con el sufrimiento? ÂżDios quĂ© hace con el sufrimiento? ÂżAlguien sabe? Me perfecciona a travĂ©s del sufrimiento. Me cambia, me transforma. Hace que mi carácter, hace que mi vida tenga un peso tenga más peso, tenga más dicha, tenga más fortaleza. TĂş y yo deberĂamos dejar el temor y sentir dicha. Porque el Señor JesĂşs vino, se hizo hombre por ese mensaje. Ese mensaje deberĂa hacernos sentir esa dicha. Si tĂş no la sientes, si yo no la siento, si no la sentimos es tan simple porque no hemos dedicado nuestro corazĂłn con más deseo a esta palabra. Si tĂş vives desesperado en la vida es porque no has entendido el tesoro que tiene. Si tĂş vives angustiado y amargado en la vida es porque tĂş no has entendido el tesoro que tiene. Si tĂş vives deseando cosas materiales es porque tĂş y yo no hemos entendido el tesoro que tenemos. ÂżY cuál es la soluciĂłn? Tener un corazĂłn que desee al Señor por encima de todo. VersĂculo 12 dice, esto servirá de señal. HallarĂ©is al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y versĂculo 13, este versĂculo es impresionante. Dice, y repentinamente apareciĂł con el ángel una multitud de las huestes celestiales, de los ejĂ©rcitos celestiales que alababan a Dios y decĂan gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz buena voluntad para con los hombres. Miren amigos, esa noche en el mundo pasĂł algo extraordinario. Extraordinario. Hubo una avanzada de ejĂ©rcitos celestiales. ÂżPara quĂ©? ÂżPara pelear? ÂżPara quĂ©? ÂżPara adorar a Dios? ÂżY cuántos son huestes? ÂżCuántos son? ÂżCuántos son? Una multitud de ejĂ©rcitos, miles, miles, miles de ángeles que se tomaron la tierra, se tomaron ese lugar donde estaban unos simples padres, Âży quĂ© hicieron? Adoraron a Dios en la tierra. Lo adoraron. Y ojo, no fue cualquier ser el que adorĂł a Dios en ese momento. ÂżQuiĂ©nes fueron? Los ángeles. ÂżY los ángeles están en la presencia de Dios? ÂżLos ángeles conocen a Dios? SĂ. ÂżLos ángeles están frente a la gloria de Dios todo el tiempo? SĂ. ÂżEllos saben de lo que hablan? SĂ. ÂżEllos conocen a Dios? SĂ. Y ellos estaban alabando a Dios por lo que Dios estaba haciendo esa noche. ÂżSaben por quĂ© esa noche merecĂa que hubiese un gran acto de adoraciĂłn? Miren, la gente sale a cantar Karol G. La gente sale y paga, está dispuesto a pagar fortunas por ir al concierto de Karol G. ÂżAlguien fue al concierto de Karol G? Porque si alguien fue, pues perdĂłn. Gracias a Dios estamos entre gente humilde y pobre. Porque si alguien fue al concierto de Karol G, esos otros ningĂşn... Miren, oiga, Âżo es posible que gente sale si su vida se hubiese transformado porque estuvieron en un concierto de Karol G? Miren, lo que pasĂł esa noche fue un ejĂ©rcito, un estadio de ángeles adorando a quien? A Dios. A Dios. ÂżShows de luces? Mil veces más. ÂżUna cantante nada más? Miles cantando y alabando y adorando a Dios. ÂżUstedes quĂ© creen que sintieron esos pastores? Esos pastores tuvieron entrada al espectáculo más grande, más grande del universo, de la tierra. Un momento de adoraciĂłn genuina e impresionante hacia Dios. ÂżY habĂa razones para adorar a Dios? ÂżY habĂa razones para adorar a Dios? Claro, claro que habĂa razones para adorar a Dios. Hasta los ángeles lo reconocen. Nosotros no, nosotros no entendemos. En cambio los ángeles sĂ entienden. Los ángeles a los que Dios no necesita salvar, Dios no ha decidido salvar por medio de su Hijo, ellos están más felices que nosotros. Que somos nosotros los receptores de la salvaciĂłn de Dios. Y ellos, los ángeles, muchas veces están más felices que nosotros mismos. ÂżHabĂa razones para alabar a Dios? SĂ, muchas. ÂżPor quĂ©? ÂżPor quĂ©? ÂżPor quĂ© habĂa razones para adorar a Dios? Porque por fin se restablecerĂa el vĂnculo entre Dios y nosotros. Porque se nos estaba abriendo el camino hacia su trono. Hacia su presencia. Hoy tĂş y yo simplemente cerramos nuestros ojos, disponemos nuestro espĂritu y lo hacemos. Si lo tenemos es gracias a ese momento en el que el Hijo de Dios se encarnĂł, se hizo hombre y vino a morir. ÂżPor quĂ©? ÂżPor quĂ© era un momento de adoraciĂłn? Porque por fin nuestra culpa iba a ser removida. ÂżHas hecho algo muy grave en tu vida? Dime. ÂżHas hecho algo que tĂş mismo ni siquiera te perdonas? ÂżHay algo que todavĂa te atormenta cuando te acuerdas de eso que hiciste? Si sĂ, ÂżquĂ© crees? La sangre de JesĂşs pagĂł por eso. Ya ni Dios te recrimina por eso que hiciste. Tienes libertad, ya no tienes que andar con culpa. ÂżNo hay razones para adorar a Dios? Claro. ÂżNuestra vergĂĽenza iba a ser cubierta? ÂżTe avergĂĽenza algo en tu vida que tu papá te haya dejado, que tu mamá te haya abandonado, que haya hecho? ÂżO haya pasado algo que te avergĂĽence? Dios te acepta por medio de JesĂşs, nos acepta por medio de JesĂşs, nos ama por medio de JesĂşs. ÂżHabĂa razones para adorar? Claro, nuestro temor iba a ser quitado. Nuestro temor iba a ser quitado. ÂżA quĂ© le temes? ÂżA quĂ© le tememos? ÂżA quĂ© le tememos? ÂżA quedarnos sin plata a fin de mes? ÂżA quĂ© le tememos? ÂżA que nuestra pareja no sea infiel? ÂżA quĂ© le tememos? ÂżA que nuestros hijos no hagan lo que queremos? Miren, eso no es nada. Comparado con el temor que deberĂa producirle a la gente morir y terminar en el infierno. Esta semana fuimos a ver Ghostbusters con mi hija. Y esa pelĂcula dice que tiene clasificaciĂłn 7 años. ClasificaciĂłn 7 años. Pero, somos felices normalizando cosas que son aterradoras. Somos felices viendo en el cine cosas de muerte. Somos felices viendo en las series de todos lados cosas de muerte. Andamos con camisetas que promueven cosas de muerte. Gente se tatĂşa cosas que promueven cosas de muerte. Y normalizamos cosas de muerte. Cuando realmente ir al infierno. Lo peor, peor y lo más terrorĂfico, terrorĂfico que alguien puede experimentar. Y yo le dije a mi hija. Hija, tĂş tuviste un poquito de temor. ÂżY algo de lo que viste en esta pelĂcula te asustĂł, aunque sea un poquito? En la realidad, eso no te va a asustar un poquito. Eso te va a dejar muerta de miedo. ÂżNo puede ser que gente que se enfrente a la muerte realmente? Diga que eso no es una experiencia traumática. Es una experiencia traumática. Y tĂş y yo estamos libres de ella. No tenĂamos que sentir temor. HabĂa razones para adorar, claro. Nuestra mente iba a ser iluminada gracias al Señor JesĂşs. ĂŤbamos a ser liberados de nuestra esclavitud al pecado gracias a ese momento en el que el Hijo de Dios se hizo hombre. Ya no Ăbamos a necesitar más intermediarios para tener una relaciĂłn con Dios. No Ăbamos a necesitar más sacrificios para aplazar el juicio por nuestros pecados. Porque por fin Dios nos declararĂa justos y limpios a ti y a mĂ gracias a JesĂşs. Y por fin podrĂamos contemplar la gloria de Dios. Miren, antes de JesĂşs, el templo donde se adoraba al Señor. El templo en el que Dios habĂa dicho que su presencia o su gloria iba a reposar, una porciĂłn de su gloria iba a reposar. Ese templo estaba dividido en tres partes. Y la parte más santa, la parte donde estaba la gloria de Dios, estaba cubierta por una cortina que nadie podĂa atravesar. Porque nadie podĂa exponerse o contemplar la gloria de Dios siendo un pecador. ÂżY quĂ© creen que pasĂł el dĂa que JesĂşs muriĂł? ÂżQuĂ© creen que pasĂł el dĂa que JesĂşs muriĂł con esa cortina? Se rompiĂł. ÂżDiciĂ©ndonos quĂ©? Que ahora cualquiera que creyera en JesĂşs podĂa entrar a la gloria de Dios libremente. Y tĂş y yo lo hacemos con un cerrar nuestros ojos y una disposiciĂłn de nuestro espĂritu. Tenemos ese peso. HabĂa razones para adorar, habĂa muchas razones para adorar. Los pastores necesitaron un grupo de alabanza que les ayudara a adorar. ÂżY cuál creen que fue ese grupo de alabanza? De ejĂ©rcitos de ángel. TĂş y yo necesitamos ayuda para alabar a nuestro Dios. SĂ. ÂżDĂłnde estás ayudando acá? ÂżDĂłnde estás ayudando acá? Cuando tĂş y yo entendemos el peso que tenemos, vamos a adorar. Vamos a adorar a nuestro Dios. Los pastores lo entendieron y los pastores adoraron. Los ángeles lo entendieron y los ángeles adoraron a Dios. Y cuando yo pienso en este momento, yo me imagino que lo que cantaban los ángeles, con base tambiĂ©n en lo que la palabra de Dios dice, era una canciĂłn parecida a esta que viene. AsĂ que si tĂş y yo entendemos un poquito, basta con entender aunque sea un poquito, puede que no lo entendamos todo, pero un poquito, la enorme bendiciĂłn que tenemos porque JesĂşs se hizo hombre ese dĂa. Adoremos a nuestro Dios por su gran amor, por su gran obra, por ti y por mĂ. Cantamos la canciĂłn. Vamos a cantarla. Adoran ante Él, adorando al Cordero nuestro Rey. Aquellos que se han ido y quienes creerán en Él, adoran al Cordero nuestro Rey. Nombre asombroso, nombre poderoso, nombre que sobre todo es. Reinos y dominios, poder por los siglos, un nombre que sobre todo es. Y ángeles claman, santo de mala creaciĂłn, santo que saltamos Dios, santo, santo por siempre. Se ha sido perdonado, transformado por Él, adora para siempre a nuestro Rey. Se ha sido liberado, aceptado por Él, adora para siempre a nuestro Rey. Siempre cantaremos y ángeles claman, santo de mala creaciĂłn, santo que saltamos Dios, santo, santo por siempre. Canta tu pueblo, santo AndrĂ©s, santo tĂş eres de Dios, santo, santo por siempre. Nombre asombroso, nombre poderoso, nombre que sobre todo es. Reinos y dominios, poder por los siglos, un nombre que sobre todo es. Nombre asombroso, nombre poderoso, nombre que sobre todo es. Reinos y dominios, poder por los siglos, un nombre que sobre todo es. Y ángeles claman, santo de mala creaciĂłn, santo que saltamos Dios, santo, santo por siempre. Canta tu pueblo, santo AndrĂ©s, santo tĂş eres de Dios, santo, santo por siempre. Canta tu pueblo, santo AndrĂ©s, santo tĂş eres de Dios, santo, santo por siempre. Dios le concediĂł la dicha de ver al Salvador del mundo a unos simples pastores. Y nos concede la dicha de entender quiĂ©n es JesĂşs a nosotros tambiĂ©n. El ciclo 15 dice, sucediĂł que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros, pasemos pues hasta BelĂ©n y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado. El ciclo 16, vinieron pues apresuradamente y hallaron a MarĂa y a JosĂ© y al niño acostados en el pesebre. Y el ciclo 17, y al verlo vieron a conocer lo que se les habĂa dicho acerca del niño. Y verso 18 y 19 para terminar, bueno para ir terminando dice, todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decĂan. Pero MarĂa guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazĂłn. Y el ciclo 20, y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habĂan oĂdo y visto como se les habĂa dicho. Amigos, estos humildes pastores terminaron siendo los hombres más afortunados del mundo. Y como cuando uno recibe algo que uno no merece, uno lo que siente es gratitud. Estos humildes pastores terminaron adorando, ÂżcĂłmo dice el versĂculo 20 que terminaron? Glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habĂan oĂdo y visto tal como se les habĂa dicho. Estos hombres terminaron ese momento adorando a Dios por su misericordia para con ellos. Porque vieron su gloria, vieron la gloria de Dios. Conocieron algo del plan de Dios, de que el Salvador habĂa nacido. Conocieron al Señor, al Cristo. Conocieron al Salvador del mundo. Amigos, si tĂş y yo creemos en JesĂşs y nos sometemos a su SeñorĂo, como los pastores podemos ser los pobres más afortunados del mundo. ÂżLa fortuna está en los grandes palacios? ÂżSĂ o no? ÂżLa fortuna está en los grandes imperios? ÂżLa fortuna está en Nueva York? ÂżLa fortuna está en Londres? ÂżLa fortuna está en las islas más paradisiacas del mundo? ÂżLa fortuna está en una casa campestre? La fortuna está en conocer al Señor. Y si tĂş y yo lo conocemos y dedicamos nuestra vida a conocerlo, seremos los más afortunados del mundo. Ahora, ustedes dirán, no pero, Âżcuánta gente tienen las iglesias? ÂżCuánta gente tiene el derecho de conocer a JesĂşs y de conocer a Dios? Eso suena a que muchos tenemos el derecho. ÂżLes digo algo? Las iglesias pueden estar llenas de gente. Las iglesias pueden estar llenas de gente. Pero son pocos los que verdaderamente conocemos a Dios y al Señor. ÂżSaben por quĂ©? Porque somos pocos los que estamos decididos a someter nuestra vida al SeñorĂo de JesĂşs. ÂżEs fácil levantar la mano y decir, sĂ, yo creo en JesĂşs? Muy fácil. ÂżEs fácil ir a un encuentro, como muchas iglesias promueven, supuestamente para que ahĂ conozcas a Dios y seas hijo de Dios? Es fácil. ÂżEs fácil creer que soy cristiano porque voy a una iglesia? Muy fácil. Es más, Âżes fácil creerme cristiano porque doy ofrendas en la iglesia? Es fácil. Amigos, si tĂş y yo sometemos nuestra vida al SeñorĂo de JesĂşs y lo conocemos, tĂş y yo somos del pequeñĂsimo, pequeñĂsimo club de los afortunados del mundo. TĂş y yo realmente tenemos lo más valioso. Realmente lo tenemos. Vamos a ir a las aplicaciones y luego vamos a la canciĂłn que tenemos. ÂżCĂłmo se aplica esto que hemos visto? Pues amigos, se aplica. Creyendo que nuestro Rey naciĂł y viviĂł humildemente entre nosotros. ÂżPor quĂ©? Porque la palabra de Dios lo dice. Porque unos pastores dieron testimonio de que el Hijo de Dios se hizo hombre y era un niñito, un bebĂ©. Y se encarnĂł para ser como nosotros y podernos salvar. Dieron testimonio de que el Hijo de Dios se hizo hombre y era un niñito, un bebĂ©. Y se encarnĂł para ser como nosotros y podernos salvar. ÂżCĂłmo más se aplica esto? Pues preguntĂ©monos, ÂżquĂ© es lo que más deseamos en la vida? ÂżQuĂ© es lo que más deseamos en la vida? ÂżQuĂ© es lo que más deseamos en la vida? ÂżCon quĂ© nos conformarĂamos? Lo pregunto porque si creemos en JesĂşs y lo conocemos, ya tenemos lo más valioso. Y ya deberĂamos conformarnos. Ya tenemos lo más valioso del mundo. Lo que nadie podrĂa comprar. Tenemos lo que nadie podrĂa comprar. Mira, asĂ tĂş tengas que ir a mercar al D1 y no vayas al Carulla, asĂ tĂş andes en bus y no tengas camioneta, tĂş y yo tenemos lo más valioso del mundo. Y deberĂamos gozarnos y alabar a nuestro Dios porque nos hallĂł siendo pobres, siendo pecadores, siendo necesitados, siendo rechazados, pero por su gracia de amor nos dio boletas para el concierto celestial. DeberĂamos gozarnos porque le pertenecemos al Señor, porque somos suyos, porque nuestra ciudadanĂa es celestial y eterna, porque se nos concede la gracia de contemplar la gloria de Dios, de conocerlo y conocer su plan, de ser parte de su maravilloso reino. Amigos, Âżtienes empresa para darle a la diana? Pareciera, pero no. Vivimos para trabajar y tener algo de placer que nos merecemos por tanto esfuerzo que hacemos por trabajar. ÂżPaso, vivimos? No. Miren, yo no sĂ© cĂłmo ilustrarlo, es que si hubiese una forma de ilustrarlo mejor la usarĂa, es que no sĂ©, pero tenemos lo más valioso y vivimos la vida rechazando eso. Pero estamos llamados a adorar a nuestro Dios, asĂ que vamos a adorar. Al Señor. Ahora que reconocemos que tenemos lo más valioso. Vamos a cantar. Vamos a cantar. Mi corazĂłn adora tu hermosura, tu esperanza de vida merezco. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. TĂş eres el Rey, grandemente exaltado, Dios o por siempre Señor. El mundo que creaste, humilde viniste, pobre te hiciste por algo. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. Nunca sabrĂ© cuánto costĂł ver mi maldad sobre esta cruz. Nunca sabrĂ© cuánto costĂł ver mi maldad sobre esta cruz. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh. Vine a adorarte, vine a acostarte, vine a decirte destino. Solo tĂş eres pambre, solo tĂş eres digno, eres asombroso para mĂ. Oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh- oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh-oh Before you Lord, knowing that in the end when I fulfill my wishes and I reject you, I end up feeling ashamed, guilty, in sin. Señor, ayĂşdanos por favor a entender lo asombroso que eres, ayĂşdanos por favor, dĂ©janos ver tu grandeza Señor, dĂ©janos ver tu gloria Señor. AyĂşdanos a pedirte todos los dĂas que podamos contemplar quien eres, porque tĂş eres como esa agua viva, como esa agua que cuando bebemos nuestro cuerpo nos pide más, nuestro espĂritu nos pide más. Y si estamos viviendo una vida donde nos sentimos satisfechos con lo del mundo, es porque no te estamos conociendo como es, porque cuando te conocemos a ti como es, nuestro corazĂłn tiene sed de ti, nuestro espĂritu tiene sed de ti. Es como que nos sentimos que no podemos vivir si no tenemos un tiempo contigo, si no pasamos tiempo sincero en tu presencia. Es como sentirnos morir, en verdad morir, si no vemos y contemplamos algo de tu belleza. Yo te ruego Señor, por favor te suplico que hagas que la iglesia viva, vea tu gloria Señor, por favor, te lo ruego. Te pido Padre por las personas que no te conocen. Señor JesĂşs, si hay personas aquĂ que no te conocen, para quienes todo lo que hemos dicho es una locura y no lo entienden, yo te pido que por favor tĂş les abras su entendimiento, les permitas creer, les permitas entender que no hay nadie como tĂş. Les permitas arrepentirse, les des lo que ellos necesitan para arrepentirse de sus pecados, declararte a ti como su Señor y someter su vida a ti. Por favor, mi Señor, ayĂşdanos a proclamar con otros que tĂş eres ese tesoro invaluable. AyĂşdanos en nuestro vecindario, ayĂşdanos con nuestras familias, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, a decirles que tenemos lo más valioso del mundo, que eres tĂş. PerdĂłnanos Señor por todas las veces que te hemos rechazado, que no te hemos reconocido delante de otros. AyĂşdanos Señor a proclamar tu nombre y a decirle a otros que tenemos lo que ellos necesitan y eso eres tĂş, ayĂşdanos Señor. Por favor, te amamos, te adoramos, te agradecemos porque tĂş has decidido revelarle estas grandes cosas a personas humildes, a rechazados, a menospreciados, a personas viles como nosotros y hoy somos los más, más afortunados. Te amamos, en nombre de JesĂşs. AmĂ©n.
There are no comments yet.
Be the first! Share your thoughts.