"El elemento necesario para la eficacia de la armadura" (Efesios 6:18-20)

Horizonte Tequisquiapan

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Predicación del domingo 14 de enero 2024. Horizonte Tequisquiapan. Predicador: Hugo Ventura

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Title"El elemento necesario para la eficacia de la armadura" (Efesios 6:18-20)

AuthorHorizonte Tequisquiapan

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We are a church that trusts, walks, and communicates with Christ. Join us every Sunday. Good morning, brothers and sisters. Today we will discuss the necessary element for the effectiveness of God's armor - prayer. Prayer is not just another piece of the armor, but the spirit with which we should use it. It is through prayer that we can effectively use the armor and have a transformed life. Knowledge alone is not enough; we need to have a strong prayer life to be victorious. Prayer is the final test of our character and relationship with God. It is through prayer that we maintain our connection with God and fight the spiritual battles we face. So let us continue to fill our minds with God's word and strengthen our prayer life. Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Muy buenos días, hermanos. ¿Cómo están? Bien, bien. Eso es todo. Me da gusto reunirnos nuevamente. El día de hoy vamos a entrar a nuestro penúltimo mensaje en la carta de Pablo a los Efesios. Ya estamos despidiéndonos de esta carta prácticamente. Y después de haber estudiado durante las últimas semanas y parte también del final del año pasado la armadura de Dios, los elementos que Dios nos ha dado para pelear esta buena batalla de la fe, el día de hoy vamos a hablar del elemento necesario para la eficacia de la armadura. Hay un elemento que es necesario para el correcto uso de esta armadura de Dios y que pudiéramos estar descuidando y probablemente derivado de eso de tener una vida apática, una vida desinteresada, una vida que habita en pecado, en derrota. Y la Palabra de Dios nos muestra que hay un elemento vital y necesario, indispensable para el funcionamiento correcto de la armadura de Dios. Entonces, voy a leer versículo 18 al 20. Es el pasaje que vamos a estudiar el día de hoy. Entre paréntesis, les manda un saludo mi esposo y mis hijas. Una de mis hijas tuvo una terrible noche. Ya saben, esperemos que es algo viral, fiebre, dolor de cuerpo, todo este rollo. Los que tienen niños pequeños entenderán y saben cómo son esas noches. Les mandan saludos desde casa y agradecemos también sus oraciones. Entonces, versículo, si gusta ponerse de pie, voy a leer rápidamente versículo 18 al 20 de Efesios capítulo 6. Dice, bueno, puedo leer yo el 18, ustedes el 19 y juntos leemos el 20. Dice, con toda oración y súplica, oren en todo tiempo en el Espíritu y así velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Por el cual soy embajador en cadenas, que al proclamar lo hable sin temor como debo hablar. Señor, muchas gracias por el tiempo que nos das. Gracias porque cada aliento es una muestra de tu misericordia. Gracias porque el que estemos aquí es una muestra también de tu amor, Señor. Y gracias, Padre, porque nos das el tremendo privilegio de escucharte, de escucharte a través de tu palabra, Señor. Y gracias, Señor, porque tú sabes nuestra condición sin ti, conoces nuestras debilidades, conoces nuestra necesidad de ti y de tu palabra porque eres nuestro creador. Y, Padre, quiero rogarte, Señor, que en este tiempo abra nuestros ojos, prepare nuestro corazón y tu palabra, Señor, sea sembrada en nuestros corazones para gloria tuya. Padre, ayúdanos a entender las maravillas de tu ley. Anhelamos esto porque te necesitamos y todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. ¿Podemos tomar nuestro asiento, hermanos? Como les decía, el título del sermón es El elemento necesario para la eficacia de la armadura. Y hemos visto a lo largo de estos últimos meses lo que somos en Cristo, nuestra identidad en él. Pablo comenzó hablándonos de la salvación únicamente por los méritos de Cristo, por su gracia, que fuimos elegidos desde antes de la fundación del mundo, que fuimos bendecidos con toda bendición espiritual. Y no solamente eso, sino que también hemos sido sellados con su Espíritu Santo y ahora somos ya no enemigos, sino miembros de esta familia. Somos hijos de Dios. Ahora, cuando llegamos al final de la carta, ya veíamos capítulo 4, también parte del 5 y del 6, la manera como una vida que realmente ha sido salvada, ahora se manifiesta, ahora se conduce. Y cómo esa identidad se termina en una actividad, en una manera de vivir digna del llamamiento a la salvación que Dios nos ha dado. Y llegamos a la parte de la armadura. Hemos visto los elementos que componen la armadura de Dios, pero me gusta cómo vamos a llegar a este versículo 18, y es que después de todo lo que Pablo ha dicho a los creyentes en eso, podríamos decir que ellos tenían todos los argumentos para estar triunfantes, confiados y con una actitud de autosatisfacción o de incluso de arrogancia espiritual por todo lo que han recibido en Cristo, pero lejos de eso, los encontramos orando. Pablo, después de todo lo que les he hablado, de lo que ya son en Cristo, de los elementos que componen la armadura de Dios, ahora nos da esta instrucción respecto a la oración, y es que, mis hermanos, un elemento vital para que la palabra de Dios sea real en nuestra vida, para que la armadura de Dios sea viva en nuestra vida, es la oración. Mira lo que puse ahí en pantalla. La oración no es otra pieza de la armadura de Dios, ya vimos todas las piezas, no es otra pieza más, pero es el espíritu con el que debemos hacer uso de la armadura, en la actividad en la que debemos estar envueltos para poner a trabajar correctamente esta armadura. Esta armadura solo es eficaz cuando la usamos en dependencia de Dios, en íntima comunión con Él, en oración. La armadura que hemos descrito ya es excelente, vimos cada pieza que es extraordinaria, pero solamente manteniéndonos cerca de Dios, fortalecidos en su poder, podemos hacer uso eficaz de ella, y esto Pablo nos dice cómo hacerlo, y es a través de la oración. Recordando un poquito los elementos que hemos visto de la armadura de Dios, recuerdas que hablamos de ceñirnos el cinturón de la verdad, y hablábamos que la verdad es la palabra de Dios, revestirnos de la coraza de la justicia, era recordar la justicia que nos ha sido dada por gracia, por los méritos de Cristo, calzarnos los pies con el Evangelio, recordarnos constantemente el Evangelio, la semana pasada hablábamos de tomar el escudo de la fe, de ponernos el casco de la salvación. Ahora, ¿por qué te digo todo esto? Si hay un elemento que se ha estado repitiendo, y que definitivamente es sobresaliente en estos elementos, es la verdad, llenarnos de la verdad, conocer la verdad, conocer la palabra de Dios, ante las tentaciones, ante las aflicciones, ante los momentos que vienen en la vida, nosotros podamos responder con la palabra de Dios. Hemos estado acomodándole constantemente a ese punto, de la necesidad de conocer la palabra de Dios, de llenar nuestra mente de la palabra de Dios. ¿Qué sucede aquí ahora? Lo que Pablo está diciendo, es que no es suficiente llenarnos de teología o de conocimiento, no es suficiente. Podemos correr el riesgo de hincharnos de la cabeza nada más, de estar llenos de conocimiento, pero aún así no tener una vida transformada. Mira lo que dice Martín Lloyd-Jones, eso no va a parecer, pero escucha, dice, es posible para un creyente ser perfectamente ortodoxo, ser experto en teología y aún así ser derrotado, y aún así vivir una vida derrotada, inútil, apática, sin esperanza, que habita en pecado. Este creyente entiende la verdad con su mente, conoce la palabra de Dios, puede señalar el error en la enseñanza de otras personas, el error en la vida de las demás personas, pero aún así su vida no es de valor para nadie porque está siendo derrotado por el diablo. ¿Por qué sucede eso? ¿Por qué esta teología no está produciendo nada, no hay fruto en su vida? Bueno, por falta de oración, por falta de comunión con Dios. Es una persona que tiene una cabezota, pero no está realmente viviendo la palabra de Dios. Mira lo que dice versículo 10, Pablo ya nos habló de fortalecernos en el Señor, dice, fortalezcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. ¿Cómo nos fortalecemos? ¿Cómo desarrollamos una comunión cada vez más intensa con Dios a través de la oración? Me gusta esto porque, lo vamos a estar explicando, la oración es una relación dinámica y constante que tenemos con Dios. Lamentablemente, muchas veces utilizamos la oración como una especie de, me acordaba de niño, sé que hoy es muy común, pero de niño era, por lo menos para mí, no sé en qué zona tú creciste, pero era algo increíble llegar a una casa y que tuviera un intercom, ¿sí sabes lo que es eso? Que le tocabas el timbre y que escuchaba la voz de la otra persona por ahí. Para mí era algo como, órale, ¿cómo le hacen? ¿De dónde me están hablando? Y ok, ya llegué, traigo esto, vengo a visitar a tal, y después ya, se colgaba y se cortaba la comunicación. Después tuve la oportunidad de que en alguna casa de un amigo más grande, su casa era muy grande, y él tenía este mismo aparato dentro de su casa, tenía uno en el piso de arriba y otro en el piso de abajo, porque si necesitaban algo, se hablaban de piso a piso, y entonces solamente se comunicaban por si necesitaban algo, oye, ¿podría subirme un vaso de agua? Sí, ok, pum, y lo apagaban, y ya. Solamente se utilizaba en momentos, cuando necesitaba algo, pero mis hermanos, la oración no es así, muchas veces la utilizamos así, solamente en momentos, y cuando necesitamos algo, cuando nos acordamos, y la oración es más bien algo que debemos utilizar constantemente, estamos en medio de una guerra, recuerda que está hablando en el contexto de una guerra espiritual, si no usamos ese transmisor constante, comunicándonos con el cuartel, con el capitán, en este caso, nuestro buen Dios, y peleamos en nuestras propias fuerzas, eso será una derrota segura. Entonces, mi hermano, lo que Pablo está hablando aquí, y quiere que como creyentes entendamos, es que la vida de oración del creyente, de alguna manera, es la prueba final de su carácter, de su relación con Dios. Tú puedes tener un montón de conocimiento de Biblia, un montón de entendimiento doctrinal, pero si tu oración no está a la par del conocimiento que estás adquiriendo, hay un serio riesgo, mi hermano, de lo que Pablo nos está exhortando. No estoy diciendo que entonces descuidemos la palabra de Dios, ¿no? Contrario a eso, ya Pablo nos habló varios elementos de eso, pero la manera en la que, por decirlo así, aceitamos la armadura, pensando como en estas armaduras de los soldados, recuerda que luego rechinaban, y hay algunos que pueden estar como queriendo utilizar estos elementos, conociendo la palabra de Dios, pero al momento de vivirlos, o de aplicarlos en su vida, sienten como que están oxidados, y es a través de la oración que Dios aceita de alguna manera la armadura para que pueda ser una realidad en nuestra vida. De tal manera que vamos a estudiar algunos elementos que Pablo nos muestra aquí respecto a la oración. Mira lo que puse en el mapa. Son cinco elementos esenciales acerca de la oración. Primero, que nuestras oraciones deben ser variadas. Segundo, deben ser constantes. Tercero, deben ser hechas en el espíritu. Cuarto, deben ser vigilantes y persistentes. Y quinto, debemos interceder por nuestros hermanos. En primer lugar, Pablo nos dice que nuestras oraciones deben ser variadas. Mira cómo comienza Pablo, versículo 18. Dice, con toda oración y súplica, oren en todo tiempo. Esta palabra oración es un término muy general, incluye varios elementos ahí, como adoración, confesión de pecados, acción de gracias. De alguna manera, es acercarnos a Dios buscando su rostro antes que buscar su mano. A veces somos dados o hemos sido educados como acercarnos a Dios únicamente para pedirle cosas, pedirle y pedirle y pedirle. Y aquí cuando habla en esta palabra oración, está hablando primeramente de tener una comunión con él, de acercarnos, agradecer, adorar y admirar su grandeza, a reconocer nuestra pequeñez, pero entonces gozarnos en él. Ponía en pantalla esto, estamos reconociendo, es el espíritu que Pablo intenta comunicar aquí, con toda oración, reconozcan que él es un Dios cercano, que es nuestro padre, pero al mismo tiempo es glorioso y digno de toda nuestra confianza. Por lo tanto, digno también de nuestra admiración y adoración. Lo que Pablo comienza hablando no es nada extraño, de hecho la oración que Jesús enseña a sus discípulos, el Padre Nuestro, comienza precisamente adorando al Padre, Padre Nuestro que estás en los cielos santificados, sea tu nombre. Y es una instrucción que aquí Pablo nos recuerda, la primera, el primer elemento o una actitud correcta para acercarnos a Dios es primeramente adorarle, admirarnos de él. Segundo, aparece esta palabra súplica, ¿a qué hace referencia súplica? Bueno, súplica se refiere mayormente a nuestras peticiones, a los deseos específicos que traemos delante de Dios en nuestras oraciones. Me encanta esta parte porque Pablo está diciendo acérquense a Dios y sean sinceros, sean específicos, no repitan siempre las mismas cosas. Es como si tú te acercaras a alguien y le dijeras necesito ayuda, ah ok, ¿pero en qué? Dios está diciendo yo quiero que te acerques y me hables específicamente, que abras tu corazón conmigo, que seas específico en esas situaciones, por eso es que al orar no deberíamos estar repitiendo siempre las mismas cosas, no hacer vanas repeticiones, porque nuestra vida evidentemente es cambiante, cada día hay nuevas necesidades, cada día hay nuevas peticiones y nuestra comunión con Dios debería ser así. Yo me imaginaba en este tema de la variedad, de la comunicación y de ser específico, como esta parte, cuando alguien ya está casado, no sé si te ha pasado, imagínate que con tu matrimonio siempre hablarás exactamente las mismas cosas, contrario a eso Dios nos está diciendo sean específicos, hablen de todo lo que necesitan, de todo lo que ven, lo vamos a estar viendo más adelante, no solamente repitan lo mismo, continuamente tenemos nuevas necesidades y Dios nos da esa confianza de acercarnos a Él, no utilizar las mismas palabras, contrario a eso más bien es ser específico. Dice toda oración, en la Reina Valera dice todo tipo de oración, entonces Pablo dice ok, toda oración es acérquense reconociendo la grandeza y admirándolo, y eso produce una confianza para entonces tú pedir cosas específicas, pero dice aquí con todo tipo de oración, me encanta que Pablo no dice simplemente que ores, sino dice todo tipo de oración y habla de esta variedad, no dice que es en un horario específico, no dice que es en un lugar específico, no dice que es en cierta situación específica, habla de una variedad, habla de que oremos congregacionalmente, de que oremos individualmente, de que oremos en la iglesia, de que oremos con nuestra familia, de que habrá momentos que oraremos en voz alta, pero también que oraremos únicamente en nuestro corazón y en nuestra mente. Entonces, habla de ser constantes en oración, pero también de ser variantes. Hay personas, y yo respeto eso, que dicen me ha tocado en alguna ocasión, es que tengo que orar a las 3 de la mañana, a esa hora me despierto, y yo creo que Dios me está llevando a orar, y es como esa hora donde Dios, es esa hora específica donde Dios, donde Dios sé que me responde y me escucha. Ahora quiero decirte que si tú eres así, a lo mejor no de las 3 de la mañana, pero de otro horario, síguelo haciendo, ora a esa hora que, en ese momento que Dios ponga eso en tu corazón, pero no olvides que también todo el resto del día, Él te escucha, Él quiere que estés en constante comunicación con Él, Él quiere que sea una relación dinámica, mira lo que puse en pantalla, la relación que tenemos con Dios es dinámica, y por lo tanto nuestra vida de oración debe manifestar variedad, no podemos limitarnos a cierto tipo de hora, no podemos, incluso, reducirnos a cierto lugar, algunas personas, creo que es un buen hábito, mi hermano, no me malentiendas, es un muy buen hábito, que tengas un lugar para orar, en cierta hora del día, eso es un gran hábito, no descuides eso, el problema es que cuando, el problema es cuando, idealizamos tanto ese lugar y ese momento, y descuidamos el resto del día, creyendo que solamente es ahí donde Dios nos escucha, y Dios dice no, hazlo ahí, y hazlo también el resto del día, todo tipo de oración, continuamente, como cuando estabas, queriendo quedar bien con esa persona, que te casaste, o si no te has casado, como cuando has estado, si has estado en un momento, que estás queriendo quedar bien con alguien, todo el día, todo el día estás hablando, y ya llegué al trabajo, a orale, y qué tal te va, a orale, y qué desayunaste, no pues esto, y tú, a orale, y ya salí del trabajo, ay, y estás constante, y constante, y constante, y si te levantas, qué es lo primero que ves, a ver si ya te mandaron un mensajito, o tú quieres mandar un mensajito, bueno, es lo que Dios nos está, invitando, a que seamos, constantes, y una relación dinámica, una relación específica, en cuestión, de la forma en la que hablamos, mi hermano, Dios, escucha hasta pequeños detalles, por los cuales nosotros, intercedemos, o clamamos, te sorprendería de verdad, ha habido momentos, que yo, soy experto en perder, mi cartera, y la llave del carro, y ese señor, ayúdame, y aparece, y es como, oye, pues ya me ha pasado por aquí, y ahí Dios la pone, y a veces decimos, híjole, si como voy a llorar, por cositas tan, tan, tan, tan, tan, por cositas tan, tan, tan pequeñas, parecería que estoy, eh, interrumpiendo, al rey glorioso, debe estar, ocupado en cosas, más importantes, Dios nos dice, a través de Pablo, acérquense, constantemente, al trono, en segundo lugar, es precisamente, este punto, de ser constantes, en la oración, mira lo que dice, el versículo, eh, dieciocho, cuando dice, en todo tiempo, significa en toda oportunidad, recuerda que estamos, en medio de una lucha, espiritual, y por lo tanto, debemos orar, regularmente, porque lo decíamos, las semanas pasadas, el enemigo está, eh, día y noche, también queriendo, destruirte, deprimirte, o distraerte, es necesario, mi hermano, que estemos, constantemente, orando, has estado, en alguna situación, que tú dices, ay, lloro mucho por esa persona, ay, lloro mucho por esa situación, yo creo que ya, ya lo voy a dejar ahí, mi hermano, mira lo que dice, Jesús, lee en tu casa, esta parábola, pero en Lucas dieciocho, Jesús instruye a sus discípulos, con esta parábola, del juez injusto, y la viuda, que venía continuamente, a pedir que se hiciera justicia, y cuál es la enseñanza clave, en esta parábola, dice versículo uno, también le refirió Jesús, una parábola, sobre la necesidad, de orar, siempre, y no desmayar, la necesidad, de orar siempre, y no desmayar, Jesús dice, están en medio de una batalla, con un enemigo, que los quiere destruir, que los quiere distraer, por eso es necesario, que ustedes, oren siempre, y no desmayen, que mantengan, constantemente, esta comunicación, con el cuartel general, que si podríamos decirlo, a veces nos da la impresión, de que como algo, no, no está siendo respondido, conforme a lo que nosotros queremos, lo dejamos a un lado, pero mis hermanos, Jesús nos, nos da esto, no dejen de orar, y no dejes de orar, mi hermano, por ese familiar, por ese amigo, por esa situación, por ese hábito, que a lo mejor, híjole, te ha costado, dejar atrás, no dejes de orar, no desmayes, dice Jesús, ser perseverante, ser constante, de hecho, es una de las características, en Hechos 2, 42, que habla de la iglesia, de la iglesia primitiva, aquellos, se reunían en las casas, y perseveraban, en la oración, estaban dedicados, continuamente, a la oración, y así repite, una y otra vez, en el Nuevo Testamento, mira como Pablo dice, en Romanos, capítulo 12, versículo 12, dice, que los creyentes, debemos ser, gozosos, en la esperanza, recuerdas el casco, de la salvación, recordar la esperanza, segura que tenemos, sufridos en la tribulación, pero, constantes en la oración, constantes en la oración, Filipenses 4, 6, por nada estén afanosos, antes bien, en todo, mediante oración, y súplica, no dejen de orar, no dejan de orar, no dejen de orar, no dejen de orar, no dejen de orar, y suplica, con acción de gracias, sean dadas a conocer, sus peticiones, delante de Dios, sean constantes, en la oración, no desmayen, aunque pareciera, que Dios no responde, Dios está respondiendo, con un, no es el momento, con una espera, espera, pero Dios, aunque parece, que no responde, en la manera, que nosotros queremos, está respondiendo, conforme a su voluntad, que es mejor, que la nuestra, constantes, en la oración, no desmayen, aunque pareciera, que Dios no responde, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, no desmayen, 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