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Buenos días, mendocinas y mendocinos. Comenzamos el programa número... ¿Qué programa, Lisandro? ¿Usted qué sabe? 51. ¡Ah, muy bien! ¡51! De cualquiera se mandó. El programa 49 o 50, por ahí no cuenta. Ya tampoco con lo que ha pasado esto de mi ley, que no ganó. Estoy descoordinado, te digo. Estamos todos descoordinados, buen día a toda la audiencia. Pero sí, estamos un poco golpeados. Estamos golpeados. Bueno, hoy día estamos golpeados. Pero bueno, vamos a tratar de hacer un análisis de por qué ganó mi ley, por qué perdimos nosotros mal, porque perdimos muy mal, en el espacio que se llamó Pasaron Cosas. Pero antes nosotros habíamos hablado de hacer una editorial que realmente no la hemos hecho porque queremos hablar sobre este tema que es tan vidrioso, que tiene tantas aristas, porque está bien, nos ganó por 11 puntos. Y el señor Millay, como dicen en la radio, Mr. Millay, se llenó de casta. Es decir, él estaba en contra de la casta y todos sus funcionarios son de la casta. Y para colmo, ¿quién es el ministro de Economía? Don Caputo. Toto Caputo. Toto Caputo. El señor que cuando llegó el dinero del FMI Se lo limpió. Se lo limpió para los amigos de la casta. Y ahí vemos que todo lo que hablaba Millay era todo mentira. Porque él no estaba mintiendo a todo el pueblo. Y principalmente a los jóvenes. Ya hay mucha gente que uno va a un supermercado, va a un kiosco, a una fratería, y ya uno escucha hablar yo lo voté a este loco y nos van a echar hasta ahí gente amiga que le ha llegado el programa de despido. Ustedes saben que yo trabajo arreglando colegios y tengo empleados. Y se paraliza la obra pública. No, ya las empresas, nosotros no. Pero hay empresas que ya están echando empleados. Porque lo que peligra es el pago. Claro. El fenómeno que por ahí la gente se siente distante diciendo, bueno, yo no trabajo en la obra pública es como aquel pensamiento de Bertolt Brecht. Vinieron por los negros y no me importó porque yo no era negro. Vinieron por los judíos y no me importó porque yo no era judío. Y así, ahora vienen por mí. Ahora están golpeando mi puerta. Porque a veces uno cree que estos sectores que a los que afectan no nos afectan como comunidad y la economía esa que salga de todos esos trabajadores, todos esos sueldos que van a parar a los barrios, a los supermercados del barrio, a los almacenes, también se va a retraer en la compra de zapatos. Entonces, aunque ustedes muchos no crean, eso va a terminar también generando inflación. Porque lo hablábamos ayer, Turco, si vos vendés 100 vacas para mantener 3 supermercados, pasás a vender 50 y las tenés que poner al precio de 100. Precisamente, para poder bancar lo que viene. Y para sostener tu misma economía. Entonces, esa retracción del mercado también genera inflación. Entonces uno dice, bueno, desaparece el dinero, desaparece la inflación. No, no, para mantener las estructuras también necesitas alcanzar un volumen de ingresos. Si te caen las ventas, te aumentan los precios porque vos necesitás sí o sí alcanzar ese volumen de ingresos. ¿A la voz crees, Lisandro, que el Congreso, porque tiene minoría en el Congreso, le va a agotar todas las privatizaciones que él quiera hacer? El drama que se presenta acá es un... que probablemente más tarde nos acompañe en un análisis desde Mendoza de Roberto Mejeiras. Ese compañero me dice que cuando era muy joven en la frontera una persona muy importante le dijo nadie se aguanta un cañonazo de un millón. Le decían así, en el pecho. Nadie se aguanta, entonces va a ser el disfrute o va a ser el show de la corrupción, probablemente. Porque vienen medios multinacionales a comprar medios nacionales. Entonces... Es que eso yo creo, Lisandro, que ya está arreglado. Yo creo que eso ya está todo firmado, todo arreglado. Pero puede tener la oposición de los partidos populares, puede tener la oposición de los partidos populares, pero necesitan una pequeña mayoría. Y no van a poder porque en el Congreso ellos tienen 36 diputados nada más. Y son 257, creo. Y en el Senado va a pasar lo mismo. Ellos tienen minoría. Y yo no sé si el Senado le va a votar las leyes. ¿Qué le ha pasado? ¿Que se estragantó? No, no. Está muy bien. Ahora estoy respirando por las orejas, pero estoy muy bien. No. Se me estragantó, Lisandro. Lo vi ahí que se estaba poniendo morado. Como pato con tripa. Lo que pasa es que lo que estamos viendo es que no está gobernando mi ley. Mi ley no tiene estructura. Mike Clean no tenía estructura y se la dio el radicalismo. O el antiperonismo. Y mi ley no tiene estructura. Y también se la está tomando de la misma manera, digamos, en la estructura que le quedó a Mike Clean. Así que no es que esté solo. Pero lo que a mí me llama la atención es que él hablaba de la moral, de la ética. Y Bullrich le dijo de todo. Pero lo insultó de arriba abajo. Después andaban a los abrazos. Y ahora es la ministra de Defensa. De Seguridad. Pero de Seguridad. Peor. Peor todavía. Porque imagínense, ella ya estuvo como ministra de Seguridad. Y bueno, ahora teniendo un concepto y un panorama totalmente diferente a lo de Mike Clean, porque ganaron por el 55%, va a tener más poder. Así que bueno, muchachos, vamos a andar por la calle. Van a venir, nos van a pedir los documentos. Y si no los tienen... Y para poner en contexto, porque Bullrich es la del caso Nahuel, es la de la desaparición de... Ahí en el río este, en el bosón, en Lago Puelo. No me acuerdo los nombres. Entonces... De Santiago Maldonado, ¿no? Sí, de Santiago Maldonado. Entonces, la desaparición en Lago Puelo de Santiago Maldonado, la de Rafael Nahuel, donde son tierras muy valiosas que podrían quedar en manos de población antigua e inclusive tenemos argentinos que prefieren la extranjerización y defienden a Benetton, porque en realidad el que se apropia de esas tierras es Benetton. Y es tan mentirosa la apropiación, tan falsa, que, por ejemplo, quedan pueblos dentro de las tierras de Benetton, pero estamos hablando de pueblos que tienen denominación mapuche, o sea, son pueblos que tienen 200 o 500 asentamientos históricos como Pilcaniyeu, que se llama Pilcaniyeu en lugar de Patos, o sea, que tiene un nombre ancestral y queda dentro de la propiedad de Benetton. Benetton hace una maniobra hábil que es decir, bueno, no me meto con eso, ¿cómo va a venir alguien a comprarte un pueblo? Solamente en Argentina, con esta gente del PROC, puede pasar lo que está sucediendo. Y en África. Ahora, mi ley presidente, y el poder lo tiene Macri. Totalmente. Entonces, la política que va a llevar a cabo el nuevo presidente es la política de Macri, no es la política de él. Él habrá puesto un granito de arena, pero Macri le va a decir qué es lo que tiene que hacer, qué es lo que tiene que vender. Y hay mucha gente que está contenta, que está feliz porque dice que va a privatizar aerolíneas, y Aerolíneas Argentina es la única línea aérea que llega a donde no llega ninguna línea aérea. Claro, porque el déficit que se llama... Que no tiene tanto déficit. No, no, pero es manejar al Estado como si fuese una empresa, y como si no fuese la cosa colectiva. Hay un fenómeno en una entrevista que le hacen hace poco a mi ley, como verán, nosotros no estamos comprados, ni nos adherimos a la nueva realidad, no porque uno no respete el voto, sino porque todas las opiniones se han dado un tiro en el pie y han sido mentidos, han sido estafados, porque realmente era la lucha contra la casta. Está bien, hay una pérdida de memoria, hay gente que no sabe, inclusive en el entorno de uno mismo, no asocia a Toto Caputo con Toto Caputo. Bueno, pero vos fíjate que está haciendo exactamente lo que en el libro del Príncipe dijo Maquiavelo, si le decís la verdad al pueblo, nunca te va a votar. Entonces él ha hecho eso, nos han mentido, y los votaron los pibes, los jóvenes, se comieron el verso de este tipo, y fueron a votarlos. Antes de parar, que me he olvidado de algo, perdón. El número de teléfono, si quieren mandar mensaje de WhatsApp, es 261-533-556. No, no lo leía lo último. Volvemos a repetir. 261-533-556. Exacto. ¿Estás mirando el celular? Sí, estamos en contacto porque ahora viene un compañero, un genio, un capo. Viene del futuro, viene a decirnos lo que va a pasar, Alfredito Arias. ¿Cómo le va? Ha bajado 15 kilos. Todavía falta otros 15 más. ¿Cómo les va, muchachos, buenos días? Alfredo, yo les voy a contarles, Alfredo pesaba 200 kilos. No me pesaba, me taraba. Iba a hacer una tara primero. Y cuando subieron los pibes, había que esperar que subieran otros. No me pesaba, me taraba. Un día le dije, ¿por qué no te haces el ayuno intermitente? Yo le dije al médico. Un nutricionista. Un nutricionista. Voy ahí porque no sé vos, Turco, si eso es verdad. ¿Qué le dijo el médico? Hacer el ayuno intermitente. Sí, pero eso me lo dijo después que le tuve que pagar la consulta. No me quedó otra. Claro, pero yo no te cobré. No, no, al médico. A mí me tienen que pagar porque fue yo el que te dije hacer el ayuno intermitente. Es verdad, es verdad. Después van a tener que explicar qué es el ayuno intermitente, pero de todas maneras no lo van a tener que explicar tanto porque probablemente sea lo que nos venga. Va a ser una experiencia, es una experiencia digamos en lo inmediato prácticamente, de acuerdo a lo que se está notando en las góndolas de los supermercados. Exacto. Ahora van a tener que hacer el ayuno intermitente a la fuerza. Sí, bueno, pero de alguna forma también oxigena. Yo, esto hablando ya un poquito con más seriedad, los trastornos alimentarios que normalmente es lo que con los ayunos intermitentes trata de desintoxicar un poco el organismo y todo lo demás, no vamos a hablar ahora de eso como decía Lisandro hace un ratito, pero digo lo que se ha demostrado que en las crisis en realidad es todo lo contrario. Hay tan mala alimentación que los problemas de obesidad se agigantan y se incrementan. Comen puro fideos y carbohidratos. Exacto. Es desbalanceado, más que se coman eso nomás es muy desbalanceada la alimentación. Yo le digo que si la sociedad hiciera ayuno por la situación económica, hiciera un ayuno intermitente, creo que las consultas médicas caerían a la mitad porque el ayuno intermitente cura varias cosas. Es una posibilidad, pero la respuesta que da cuando uno puede darse un atracón de hidratos de carbono en las mallas, porque pesadas como ha sido siempre. Como el fideos, arroz. Exacto, sobre todo en Argentina porque si vos comparas lo que comemos de harina nosotros comparado con Brasil o comparado con otros países, la diferencia nos asombra. Nosotros comemos 12 kilos, no acuerdo el número, y ellos comen menos de 3 kilos por año. Claro. Entonces nosotros comemos pan y ellos no comen. Bueno, digamos, vamos a ponerle así entre comillas, los creadores o los que investigaron el tema del ayuno intermitente se basaron en algunas teorías médicas orientales que dicen que ancestralmente el ser humano comía una sola vez al día. O sea, hacía una ingesta cada 24 horas. Después, bueno, por supuesto, eso fue evolucionando con el mundo. Cada 24 minutos. 24 horas. Ah, entonces estoy mal. No, no, hay un problema horario también en mi organismo, en mi metabolismo. Bueno, pero vos sabés que Alfredo me dijo lo mismo que vos estabas diciendo ahora. Pero cuando él empezó a ver los beneficios, el doctor ya me contó que estuvo hasta 24 horas sin comer. Claro, tiene que estar regulado eso. Tampoco es que vos hagas un ayuno porque querás bajar solamente de peso. En realidad el ayuno intermitente tiene otro tipo de beneficios que van mucho más allá de la obesidad, si se quiere, o la cuestión estética, vamos a hablarlo así. Lo que yo decía era que, por ejemplo, basado en eso el estudio dice que con el tiempo van a ir profundizándose todas estas metodologías, estas técnicas de control de alimentación que se van a llegar nuevamente a comer una vez por día. Pero no es por una cuestión, nosotros no nos vamos a poder vivir a eso porque ya tenemos una cultura de eso. Pero hoy en día las dietas o estos ayunos intermitentes son cada vez más voluminosos en cuanto a la gente. Claro, pero digamos en gran volumen la gente los está adaptando. Y eso me parece que va a terminar en las generaciones que vienen a tomar una conciencia en los hábitos de alimentación que lo que se proyectaba es que a 30 años la gente va a entender que los trastornos de alimentación los provoca realmente uno tomar una conciencia. En las técnicas orientales siempre dicen que tu alimento sea tu medicina, hablan de dosis con respecto a lo que uno consume, en la dosis está el veneno que es el dicho de paracelso o alguno de esos, y después el tema de culturas como la de Bhutan, países que tenían vivienda, comida, salud y gran longevidad. Porque nunca, lo que nosotros tenemos que entender es que nosotros almorzamos pero nunca se comió a las 12, porque ni siquiera existían las 12. Estamos hablando de millones de años que no existían las 12. Entonces nosotros culturalmente hemos adaptado comer a las 12, supóngase o a la 1, el horario del almuerzo, cuando en realidad nunca se sucedió eso en millones de años. Hemos evolucionado de acuerdo a la demanda del organismo, en cambio ahora adaptamos al organismo a las demandas horarias culturales. A mí me dijo un médico muy sabio, Turco come cuando tengas hambre, no te pongas horario que a la 1, que a las 8. Son las 5 de la tarde, tienes hambre, come. Yo por ejemplo como una vez al día. Y yo hago ayuno de 16 horas. Nada más. Cambiemos el tema del ayuno porque estamos hablando del tema del frayito que vos... Yo lo he venido escuchando, me llamó la atención porque está tan coordinado este programa que cuando se ahogaba Alessandro, hablaba usted. Cuando se ahogaba usted, hablaba Alessandro. Y bueno, voy a irlo. Traté de toser porque hay algunas personas que les molestan las toses. Que no hemos enterado ahora de que hay una cuestión, que es verdad esto. Hay personas que no se pueden concentrar con algunos ríos, por eso hay que la tos. Genera una rispide. Lo que decía yo, bueno, voy a ir. No, pero yo me refería a otras personas. A mi ley. No, no, no. Él escucha toses y escucha fantasmas. Escucha cuestiones a él. Es el perro que está tosiendo. Y con respecto a eso yo no sé. Yo lo que no pude, por ahí, interpretar algunas cuestiones. No interpretar sino escuchar en profundidad lo que ustedes estaban comentando con el tema de precios, con el tema de la inflación. En el inicio del programa, por ahí a lo mejor ustedes analizaron un poco el tema de lo que es este nuevo gobierno que viene. Que tiene que ver mucho con la finalización de un proceso, de una etapa de muchos años. Y ojo, no hablo de una etapa solamente de libertades con o más o menos libertades. Sino también con los paradigmas inflacionarios que han venido apareciendo. Nosotros, y digamos de la devaluación de la moneda. Nosotros, creo que muchos ya lo han dicho, desde la primera devaluación fuerte que fue la de Kicillof. Sí, en el 2014. En el 2014 creo que fue. O un poquito antes creo que fue. No me lo acuerdo bien. Ah, claro. Pero sí, fueron los últimos dos años de Cristina, digamos, cuando él toma la decisión de hacer una devaluación de esta característica. Se han sucedido durante todos los gobiernos que vinieron después. Y los ministros de economía que participaron y protagonizaron los distintos gobiernos que vinieron. Una devaluación constante de la moneda. Tengo entendido de que por lo que se ve, por lo que se analiza, digamos, es a partir del 10 de diciembre. De acuerdo a todo el paquete de medidas económicas que va a mandar el presidente electo. Se termina ese ciclo. El tema es, como estaban analizando ustedes, puedo hacer un análisis de cuáles son los costos que va a producir ese tipo de medidas. Que por un lado, hemos analizado, es lo que la sociedad está exigiendo. Por otro lado, el costo, la sociedad no sé si está a la altura de poder pagarlo a ese costo. Bueno, ahí tendremos que estar para hacer un análisis sobre eso. Una cosita que ha incentivado este desajuste de precios es que el presidente electo, que ya está electo, ha comentado como si fuese el sobrino de un candidato. O sea, ha dicho cosas como, bueno, si no hay aguinaldo, vos sos el presidente electo, ya no podés ser un comentarista de radio o un vecino que habla con otro vecino. Y lo ha dicho en medios masivos, poniendo tensión, cargando de tensión, las góndolas inclusive, el espíritu, la emocionalidad. De hecho, ya hay gente, inclusive, arrepentida de haberlo votado. Porque, bueno, se dieron el atracón, digamos, hablando ya de comida, se dieron el atracón de decir, bueno, hago esto, voto en contra del gobierno que está muy enojado y ahora, no sé si les llegará el arrepentimiento, no sé si... Pero bueno, de alguna manera lo estamos viendo. Entonces, a todo lo que vos decías, Alfredo, hay que sumarle que el presidente electo ha hecho declaraciones desafortunadas, por lo menos, no digo irresponsables, pero sí irresponsables, como, por ejemplo, hablar de ciertas situaciones que han generado, han incentivado la inestabilidad. Capaz hubiese sido mejor el silencio, y que la gente estuviese esperanzada, y no decir, si tengo 100 millones y hay 120 millones de gastos, bueno, recorto 20, donde sea, paralizo la obra pública. De todas maneras, quizás en un exceso de sinceridad, porque hay que ver si el propio entorno le permite. Ya hemos visto que ha querido meter funcionarios, y evidentemente el entorno se los ha limpiado, se los ha sacado. Hasta un funcionario, no me acuerdo a este el nombre, le renunció, le dijo, yo le cambié este nombre a ese, no lo conté más conmigo, pues ya va cambiando. No, no, es que el tema de Caputo, el mismo Millet sabe quién era Caputo, y sin embargo Millet sabe quién es Toto Caputo, ha hablado largo y tendido de Caputo, cuando hablaba de Casta, hablaba de Caputo también, y ahora es su ministro de Economía, por lo menos en proyección. Entonces, esa situación genera un desencanto, a pesar de que gran parte de la población, repito, no recuerda quién era Toto Caputo. No sabe qué tiene que ver con la deuda, y con lo que nosotros debemos, y los 150 mil millones de dólares que incrementó la deuda en cuatro años, Mauricio Macri, quien ahora está, aparentemente, al mando político de lo que viene. De hecho, hay un meme muy acertado, nada más serio que un chiste. Dice, ya han elegido un montón de lugares, ahora falta ver dónde lo ponen a Millet. Lo que quería aportar, no vamos a turco hoy, te dejo con la idea tuya, era que, justamente, Toto Caputo, a ver, creo que aquellas personas que, bueno, tuvimos la conciencia de vivir el gobierno de Macri, cuando gobernó Mauricio, Toto Caputo tuvo una parte muy importante en la economía, y, prácticamente, yo lo considero como un excelente administrador de mesas de dinero, la verdad que la experticia que tiene él en eso es muy sagaz, es muy inteligente, pero justamente es lo que nosotros estamos discutiendo ahora, es decir, realmente la mirada, digamos, de la economía va a estar basada en ese, en ese tipo de especulaciones financieras, a ver que cierren los números, y no importará el costo, ¿no es cierto? Pero yo decía esto, tenemos que tener esa... Pelén, Pelén, al aire, por favor. No, no, no, digo, tenemos que tener esa convicción, y no va a haber otra cosa distinta a la que ya hemos visto, cuando yo hablo de que él, vamos a las muestras, él ya se reunió con los banqueros, o sea, no se reunió con la CGT, no se reunió con los industriales, no, no, él se reunió con los banqueros. ¿Por qué? Porque él necesita, de alguna manera, hacer una... Yo estuve en esa reunión. No, pero estamos hablando de los banqueros del dinero, no de los que hacen banquitos para sentarse. No, no, él dijo, roben como quieran. Yo no... Yo no... ¿Y qué dijeron? Los banqueros no hace falta que nos digan. Yo no, yo no, yo no me conta realmente cuál es la idea, pero sabemos positivamente que ante ese tipo de política y ese tipo de miradas en lo económico, generan desde la otra parte, por lógica, una reacción totalmente a la inversa. El tema en esto, yo tengo que reconocerle algo a Millet, que es, primero, su honestidad brutal, como ya lo hemos hecho, lo hemos comentado en algunas otras reuniones. Su honestidad brutal, digamos, es honesto. Saludos de la casa. Pero yo creo que, me parece que honesto, pero también tiene un grave problema, que es el problema de salir de, justamente cuando hablábamos el otro día en una reunión, el tema de las transiciones. No es solamente la transición que está haciendo ahora con Fernández para los distintos ministerios, sino la transición de él de como, digamos, un interlocutor de candidato a un jefe de Estado. Él está haciendo esa transición también. Entonces, cuando él habla de castas, ya no habla más de castas, ya habla de otros, de equipos de trabajo. Hasta le dijo a Alberto Fernández, que le dejara el perro acá. Ahí sí, bueno. Porque ahí la me habló cuando yo entré. Pero yo digo, más allá de todas estas humoradas que nosotros hacemos, que está perfecto, hay que darle un poquito de color a toda esta situación de tanta incertidumbre que a veces hay, también la existe en todos los ámbitos. Porque por ahí, a lo mejor, a ver, esta reunión que ha hecho Caputo con los banqueros también ha dejado al desnudo la preocupación de mi ley con respecto a todo lo que él también se comprometió con la parte industrial y con la parte comercial de la Argentina. Y ahí es donde nosotros, me parece, que tenemos que tener la esperanza y la confianza de que el mandatario, con el presidente electo, con los conocimientos en economía que él tiene, porque no es una persona que no conozca economía, es una economista, tenga el pulso como ya jefe de Estado para poder amalgamar esa situación. Yo, sinceramente, hay que darle a la gente también ese tino de, bueno, a ver qué pasa. Hoy la responsabilidad de esto la tiene Javier Milley. Podemos hablar de Macri, pero la responsabilidad es de él. Los votantes de mi ley tienen que, de alguna manera, tener dos cosas. Primero, la esperanza, que por eso lo votaron, y también el sentido de responsabilidad que le tendrán que exigir al presidente electo. Yo me quedaba asombrado, ¿no? Él le decía a Bull que era una montonera, que era una asesina. Eso era como candidato. Como candidato. Que era de boca. Que resulta que ahora que va a ser presidente la pone a la montonera, la pone a la asesina, y que él le siga como ministro de Seguridad. Entonces, nos mintió Alfredo. No es honesto. Nos mintió. Nosotros sabíamos que... Hablé de lo económico. Yo hablé de lo económico. Lo que sí, una situación... Tengo amigos, justo, economistas, y tengo uno que escribió un libro que es la financiarización en América Latina. Que es el único tratado de la financiarización, que es la mesa de dinero que se arma en detrimento del trabajo. Que es un choque que hay con el marxismo, porque Marx decía como que los bancos le sacaban el dinero a las industrias, ¿no? Entonces, no veía la transición entre los bancos y el obrero, porque en realidad lo que sucede es que el banco se apodera del laburo, se apodera del dinero del laburante. Entonces, este economista Ragusa, que él entendía la economía no como números, sino como una ciencia social, que es el fenómeno que no se da en nuestros economistas. De hecho, creo que a principios de la década del 70, bueno, habrá sido después del 76, sacan la carrera de economía política. La economía deja de estar como un análisis político, y entonces Ragusa, lo que me decía en una charla alguna vez, decía que está todo lleno de variables, ¿no? Y el economista trata de que esas variables, pasarlas a un papel, endurecerlas, ¿no? Siendo que tienen una dinámica. Entonces, en la ecuación, los números tratan como constantes lo que son variables. Entonces, ese es el problema que me parece que va a tener mi ley, porque trata como si eso se sostuviese en el tiempo, y somos variables. Digo la última y nos vamos al corte. Él viene diciendo, si yo fuera presidente, le voy a sacar tres ceros a la moneda. El dólar está ahora mil pesos. Él lo va a llevar todo a mil pesos, y le va a sacar tres ceros. Y va a ser una... Creo, en mi pensamiento, creo que va a ser lo mismo que hizo Cuba. Un peso, un dólar. ¿La convertibilidad? Si a mí me sacaban tres ceros, pasaba de primer grado. Así nomás. A mí también. A mí me sacan muchos ceros. Pero en la secundaria, muchos ceros. Bueno, vamos a la propaganda. Al corte.