Once upon a time, a lion was sleeping peacefully on the dry grass of the savannah. Suddenly, a mosquito approached and started to bother him. The mosquito claimed to be stronger than the lion, which angered the lion. The mosquito began buzzing and biting the lion, causing the lion to surrender. The mosquito celebrated his victory, but soon got trapped in a spider's web and called for help. The lion, remembering the mosquito's taunts, ignored him and left. The mosquito realized that he had defeated a powerful animal, but had been defeated by a insignificant one.
Érase una vez un gran león, considerado el rey de los animales, durmiendo sobre la seca hierba de la sabana. Todo estaba muy tranquilo, y sólo se oía el canto de unos pájaros. De repente, esa paz se rompió. Un mosquito se acercó al león y empezó a molestarlo. —¡Eh, tú! Todo el mundo me dice que eres el rey de todo esto, pero yo no acabo de creérmelo, dijo el mosquito. —Y para decirme eso te atreves a despertarme, rugió el león.
Si todos me consideran el rey, será por algo. ¡Vete de aquí! —¡No! repitió el mosquito. Yo soy mucho más fuerte que tú. —Te he dicho que no me molestes, repitió el león. Me estoy enfadando. No digas tonterías. —¿Tonterías? Pues ahora verás de lo que soy capaz, dijo el mosquito. El león, estupefacto, vio cómo el mosquito comenzaba a zumbar sobre él y a picotearle todo el cuerpo. El pobre felino se dio su escapatoria. Intentaba defenderse como podía.
Finalmente, el gran león se rindió. —¡Ve, soy más fuerte que tú! le dijo el mosquito. El mosquito estaba loco de alegría. Empezó a bailar delante del león y a burlarse de él. —¡Ja, ja, ja, ja, te he ganado! ¿Qué pensarán los demás animales cuando estén con un animalito tan pequeño? Te ha podido derrotar. Entonces fue cuando el mosquito se giró para irse. Él estaba bien contento, pero de repente tropezó con una tela de araña y empezó a gritar.
—¡León, león, ayúdame, estoy atrapado! El león lo miró, se giró y no le dijo nada más. El león se fue después de recibir tantas burlas por parte del mosquito, pero él seguía atrapado en la tela de araña y pensó. —¡Vaya, vaya, he vencido a un animal muy poderoso, pero al final otro animal insignificante me ha vencido a mí!