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Extrinsic motivation is the focus of this information. It explains that sometimes we rely on external factors to motivate us, such as rewards or punishments. There are two concepts that influence extrinsic motivation: incentives and consequences. Incentives create expectations of positive or negative outcomes, while consequences can increase or decrease behavior. Reinforcements, both positive and negative, can increase behavior, while punishments can decrease behavior. However, research shows that punishments are ineffective and can have negative long-term effects. Material and expected rewards can also undermine intrinsic motivation, but unexpected and verbal rewards can be effective, especially for uninteresting tasks. The use of external motivators depends on the purpose behind them. If the purpose is to control behavior, it can harm intrinsic motivation, but if it is to provide feedback on competence, it can have a positive impact. Intrinsic motivation is driven by autonomy, compet Bienvenido, a continuación exploraremos la motivación extrínseca. Soy Talina y seré tu guía durante este y los siguientes módulos de aprendizaje. Las personas no siempre generamos nuestra propia motivación desde el interior. En ocasiones somos pasivos y buscamos que el ambiente nos proporcione la motivación, ya sea para alcanzar consecuencias positivas o evitar las consecuencias negativas. A este tipo de motivación se le denomina extrínseca. La motivación extrínseca es aquella que proviene de los incentivos y o consecuencias que se derivan de la conducta o actividad. Se relaciona con el interés que nos despierta a la recompensa externa que vamos a lograr al realizar una actividad. Para entender cómo funciona la motivación extrínseca, es necesario comprender los dos conceptos que la condicionan. Incentivos, estos son sucesos que anteceden al comportamiento y que crean en la persona una expectativa acerca de que una consecuencia positiva o negativa se aproxima. Generalmente estos se aprenden con experiencia. Los incentivos positivos ayudan a fomentar conductas mientras que los incentivos negativos pueden ayudar a evitar que la conducta se realice. Consecuencias, estas son posteriores a la conducta y puede aumentar o reducir la persistencia de la misma. Existen dos tipos, los reforzadores y los castigos. En el caso de los reforzadores, podemos encontrar los positivos y los negativos. Ambos ayudarán a aumentar la conducta. Los reforzadores positivos son recompensas que las personas obtienen por realizar una actividad o conducta mientras que los reforzadores negativos son estímulos aversivos que provocarán que las personas realicen una actividad o conducta con tal de evitarlos o escaparse de ellos. Por ejemplo, un estudiante que se decide obtener una buena calificación para evitar que sus padres no lo dejen jugar videojuegos. Los castigos son estímulos que cuando se presentan ayudan a reducir la probabilidad de que la actividad o conducta se vuelva a presentar. Ejemplos de castigos son regaños, golpes, críticas o bien perder algún recurso atractivo, el celular, dinero, tiempo de diversión. ¿Pero las recompensas y los castigos realmente funcionan? La investigación en tema de motivación ha demostrado que los castigos son una estrategia motivacional ineficaz que provoca efectos secundarios a largo plazo como agresión, problemas de salud mental y mala calidad en las relaciones interpersonales. En cuanto a las recompensas, se ha encontrado que cuando estas son materiales y esperadas, generan un efecto negativo en la motivación intrínseca de las personas, pues socavan la situación de autonomía e interfieren con el proceso de aprendizaje y autorregulación. Sin embargo, las recompensas inesperadas y verbales han probado dar buenos resultados, sobre todo en aquellas tareas que no son interesantes por sí mismas para las personas. Existen diferentes posturas con respecto al uso de reforzadores y su implicación en la motivación extrínseca. De acuerdo con la teoría de la evolución cognitiva, el uso de un motivador externo no necesariamente va a perjudicar la motivación intrínseca, sino que esto dependerá del propósito detrás de su uso e identifica dos tipos de propósitos. Controlar o moldear la conducta de alguien más, proporcionar de alimentación a las personas acerca de su competencia en la actividad, por lo que propone que antes de proporcionar un motivador externo, nos preguntemos si nuestro propósito es controlar la conducta o informar acerca de la competencia. La respuesta a esta pregunta impactará positiva o negativamente en la motivación intrínseca, ya que los motivadores externos que buscan controlar afectarán la autonomía de la persona y por tanto la perjudicarán en la motivación intrínseca, mientras que aquellos utilizados para informar impactarán positivamente en la competencia. De acuerdo a lo revisado, podemos concluir que la motivación de intrínseca está guiada por las necesidades psicológicas de la autonomía, la competencia y la afinidad, pero cuando no existe interés en la actividad y conducta de esta, puede promoverse a través de la motivación extrínseca por medio de recompensas de tipo intangible, e inesperadas, pues estas no tienen un impacto negativo en la motivación intrínseca de las personas, siempre y cuando nuestro interés la dedique en informar acerca del desempeño. Continúa avanzando en el módulo para aprender más acerca de la motivación.