Podcast Memorias del Relato

Bienvenidos a Memorias en Relato, el podcast donde las anécdotas se convierten en historias inolvidables. Hoy nos adentraremos en el mundo mágico de la infancia, explorando los recuerdos más preciados de Fabián Narváez Lomas, que recuerda con mucho cariño su niñez. Buenas noches abuelito. Buenas noches. Cuénteme, ¿qué recuerda de su infancia? De mi infancia puedo dar testimonio de que me crié y desarrollé con una infancia muy tranquila. Eran otros tiempos donde la honradez, la puntualidad, eran parte justamente de... le adornaban a un ser humano. Éramos más comunicativos, más serviciales con los vecinos en el barrio. Nos llevamos muy bien. ¿Puede contarnos un poco más del barrio, cuál es su nombre y qué personas habitaban? El barrio antes se lo llamaba pues Pilanquín, que queda a un lado del mercado norte, en la parte oriental. Pero a mí me gusta llamarlo Villacariño. Además, tiene también su historia de que en este barrio pues nos criamos con todos los vecinos y ahí desarrollé toda mi niñez. ¿Cuáles fueron las personas que formaron parte de esta bonita etapa? Tengo que decir, pues ahí tenía mis padres, Rosa Lomas y Lupión Narváez. Yo soy cuarto de los hijos, somos cinco, Guillermo, Daisy, Rodrigo, Fabián y Maida. ¿Qué enseñanzas les dejó esta temprana pero importante fase de la vida? Muchas enseñanzas, como siempre nos hacía hincapié nuestros padres y nuestras madres, pues de que tenemos que siempre ser honrados, ser colaboradores en donde vayamos a siempre en la otra casa ajena, siempre ser comedidos y la honradez más que todo, que era un privilegio tener ahí en esos tiempos. Me gustaría profundizar un poco más en las historias que usted me ha transmitido sobre los cacharreros. Ah, sí, es una etapa muy, muy sufrida por parte de estas personas que hicieron este trabajo. Eran mujeres muy fuertes, muy trabajadoras, educaron a nivel de toda la provincia de especialmente de Tucán, te puedo decir, de que con este esfuerzo del cacharro pudieron sacar adelante a sus hijos, mandar a estudiar a Quito, que era muy difícil, muy costoso, pero los padres muy dedicados a este negocio, a este negocio de contrabando, sacaron y pudieron educar a sus hijos y hacerlos profesionales como arquitectos, doctores, abogados, licenciados, en fin, todo a base de este gran esfuerzo y yo te voy a dar un nombre, un listado de mucha gente que se educó a base de este sacrificio que es el contrabando. Qué interesante historia y qué bonito escucharle hablar así de su iniesto, una parte importante para fundamentar lo que ahora es usted como persona. Gracias por acompañarnos en este viaje a través de los recuerdos de la niñez, esperamos que estas historias hayan despertado en ustedes la misma nostalgia y alegría que sentimos al recordarlas. No olviden suscribirse a Memorias del Relato para historias más invulnerables. Hasta la próxima vez. Chao.