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The importance of oral expression in academic activities is often overlooked. Students should be encouraged to present their own work to their peers in order to improve their own oral expression. It is important to practice and memorize key ideas before giving a presentation. Techniques such as deep breathing and speaking slowly can help reduce anxiety. It is also important to speak clearly and loudly enough for everyone to hear. These tips can help students improve their oral expression skills. Expresarse oralmente de forma correcta. En la actividad académica de cualquier nivel, la expresión oral, aunque casi nunca se aborde de manera directa, ocupa un primerísimo lugar a pesar de que, por detrás ya, la mayoría de los profesores limitan el ejercicio de expresión oral de sus alumnos a la mera contestación de las preguntas que hacen durante la clase. Sin embargo, es muy recomendable explicar a los estudiantes que desde los primeros años de educación se acostumbren a exponer ante sus compañeros sus propios trabajos. Analizar, describir y comentar críticamente las exposiciones orales de los demás es quizá la manera más rápida y eficaz de perfeccionar y cumplir la propia exposición oral. Si en la expresión escrita era suficiente construccionar un escenario detallado en el que aparecieran especificadas y desarrolladas todas las ideas fundamentales, la exposición oral no lo definiría, ya que se va a descontentar a la memoria la tardada de recordar esos puntos básicos que siempre han decidido elegir. Como primer paso, habrá que visualizarnos y agarrarnos a las ideas de la exposición oral varias veces. En segundo lugar, necesitamos y necesitamos la reproducción, grabándolo de distinta manera personal para escucharnos a nosotros mismos y descubrir los posibles defectos, lagunas de contenido, olvidos importantes. Uno y otro habremos de repetirlos hasta quedar satisfechos. La base del éxito en toda expresión oral radica en el perfecto dominio y memorización de las ideas claves que conforman el contenido general que pretendemos exponer. En este punto, hay que emplear todo el tiempo que sea necesario sin escapimar en nada. Los Aspectos Formales Número 1. Controlar el temor y la ansiedad inicial. Cualquiera que tome la palabra para dirigirse a los demás, al ver que un grupo más o menos numeroso debía de escuchar, siente un cierto temor y durante los primeros minutos hasta los más entrenados en el árbitro laboratorio, padecen los efectos de la ansiedad padecen los efectos de la ansiedad que va reduciendo a medida que se adentran con paso el tiempo en el que más se trata. Para reducir el temor y la ansiedad de hablar en público, no hay ejercicio más proyectoso que entrenar a los alumnos desde los primeros años para que aprueben a exponer las lecciones ayudándose en un sencillo esquema. Número 2. Estudiar de forma oral. Durante la semana, hacer preguntas en los textos que han quedado poco claros y estudiar de forma oral ante los demás los trabajos realizados por escrito debería ser una práctica habitual obligada para todos los estudiantes. Esta práctica mantenida desde los primeros años de la escolaridad es el mejor reductor del miedo y de la ansiedad normal que todos sentimos al comienzo de las exposiciones orales. Número 2. Reconocer ante el auditorio que te encuentras nervioso. Al tiempo que respiramos profundamente y nos relajamos sin lo posible durante esos instantes eternos del comienzo, conviene a los más tímidos y nerviosos reducir rápidamente su estado de actividad creciente precisamente contándole al público cómo se encuentran. Estas podrían ser sus palabras. Creo que es innecesario deciros que estoy muy nervioso y temeroso porque se nota demasiado cómo me impone hablar el público. Por eso les pido un poco de comprensión ante mis tratamientos iniciales y ante estas falidezes y rubores que no puedo evitar. Sin preámbulos, intentaré hacer mi exposición. Hay que reconocer que un público del propio estado de ansiedad siempre actúa como poderosísimo moderador de los temores y nerviosismos iniciales. Sobre todo cuando previamente se han practicado las técnicas de respiración profunda y de relajación. Número 3. Expresarse con suma claridad y hablar despacio. Hablar con mucha calma y de manera pausada durante los primeros minutos y pronunciar con exagerada perfección cada una de las palabras aumentará gradualmente la conciencia en ti mismo y reducirá también la ansiedad. Conviene que los profesores consideren cuánto aquí decimos y enseñen a los alumnos estas técnicas de autocontrol emocional cuando se encuentran nerviosos y preocupados por tener que exponer en público sus lecciones. Díganle que todos sentimos ese mismo miedo pero logramos vencerlo de esta y de alguna otra forma. Número 4. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Es bueno comprobarlo sencillamente preguntando a los estudiantes sus opiniones y con claridad. Número 3. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Número 4. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Número 5. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Número 6. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Número 7. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Número 8. Ten cuidado de que la intensidad de tu voz sea la adecuada. Como norma es preferible pecar por exceso, por tanto eleva la voz lo suficiente para que las personas que se encuentran al final no tengan que esforzarse por el último. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org