Details
Nothing to say, yet
Nothing to say, yet
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Y se hizo la luz y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Me fijara en el conducto neural y pasé una larga temporada en la UCI ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ La verdad es que entonces no me sentÃa tan diferente. Dani tenÃa incrocefalia, que es una patologÃa que a veces va asociada con la espina bÃfida. TenÃa la cabeza grande, grande, y de vez en cuando lo tenÃan que operar para sacarle lÃquido con unas válvulas. No lo pasaba muy bien con las operaciones, pero siempre estaba de buen humor. En gran parte, claro, por Nuria, el amor de su vida. Ella también tenÃa miedo, pero le habÃa parecido más abajo de la columna que a mÃ. No tenÃa graves problemas de movimiento, no paraba de chinchar a Dani. Cuando tengo que hablarle a mi mujer no me voy a quitar los juguetes. ¡Ja! Yo voy a ser una mujer independiente, no me voy a quitar nunca jamás. Ay, ya dicen que los que se pelean... Pero podrÃamos estar mejor. Mis padres aprendieron rápidamente todos los truquillos necesarios para hacer las cosas más llevaderas para todos. Y ayudaban a los demás padres enseñándoles todo lo que sabÃan. Estos pañales son mucho más cómodos, se abastan mejor, no producen rosadura. ¡Buf! Los pañales, vaya rabia. Eso sà iba a ser un problema. Y para tortura, la sonda. Pero tuve que aprender rápidamente. Menos mal que hoy en dÃa está casi todo inventado. Y si no, pues mi padre siempre se desapañaba para encontrar algo que me hiciese más independiente. Mira Paco, aquà te he puesto estas barras para que puedas sentarte sin tener miedo a caerte. ¿Y por igual ya me iré solo? Claro, ya eres un hombre y necesitas tu intimidad. Eso sÃ, la puerta no se cierra con festÃn. Cuando necesites algo, ya sabes, me llamas. ¡Guau! ¡No sé si no me faltarÃa un periódico! Por aquellos tiempos vivà uno de los momentos más difÃciles. Tuve que ir dejando las monetas poco a poco hasta que finalmente acabé en una silla de suelos. No te preocupes Paco, ya verás que rápido aprendes a mover. Blani, ¿puedo enseñarte algún truco? Claro hombre, mÃralo por el lado bueno. Por lo menos tiene la mano libre, si no te cansas tanto. Ya, pero no puedo subir ni bordillos ni escaleras. Y casi todos los edificios tienen ascensor, y las aceras tienen acceso para nosotros. ¿No te piensas que eres el primer niño que va a enseñar las ruedas? Venga, vamos, te voy a enseñar a derrapar. La verdad es que mis amigos, junto con mis padres, fueron los que más me ayudaron. Y amigos he tenido muchos. Aunque al principio, digamos que me costó un poquito. ¿De acuerdo? Venga Andrea, siéntate. ¡Menuda pieza rara! Era el tÃpico niño que siempre tiene que hacer la gracia. No sé si me tenÃa manÃa porque era diferente a él, o simplemente porque no le caÃa bien. El caso es que lo tenÃa atravesado. Pero bueno, en realidad, todo mal dicho tiene su corazoncito. ¡Andrea! ¿Sabes que tienes cara de capullo? Pues si no eres guapo ni tú. ¿Pero qué haces aquÃ? ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea! ¡Andrea!