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María del Carmen Coloma, a practicing lawyer, shares her experiences studying and practicing law. She discusses the discrimination she faced as a woman in the field, but also the progress made in gender equality. She recounts an incident where a client's husband threatened her, but the police intervened and the man was later convicted. She mentions that she didn't have to give up anything for her career as her husband supported her. She also mentions the initial requirement for her husband's authorization to work. Overall, she expresses her love for the law and gratitude for the opportunity to speak about her past. Oye, estamos aquí con María del Carmen Coloma, que ha estudiado Derecho e todavía lo ejerce. Nos va a hablar un pouco sobre o seu pasado, para poder adentrarnos máis en como era a vida antes. Pois, os puedo decir que cando eu estudiei Derecho, eu estudiei libre en unha Academia de Logroño e me examiné na Universidade de Paragoza libre. Así saquei a carrera. Era das primeiras moches que estudiaban Derecho. O sea, aquí había moi poquitas, algunha hubo despois que eu. E claro, cando empecei a ejercer, tamén había como certa discriminación hacia a mulher. O sea, eu me acordo de empresarios que me decían que non querían que le llevase o tema porque logo non me podían invitar á bodega. Entón, en moitos casos, me fui decantando hacia os temas matrimoniales, porque así apoiaba a mulher en definitiva, e porque as moches venían a contarme a mí sus experiencias, sus preocupaciones e sus problemas. ¿Como era estudiar Derecho antes? Pois, era difícil. O sea, eu estudiaba tendido que amar su vice libre, por lo cual, eu iba logo a examinarme na Universidade de Paragoza e non conocía ningún profesor, ni nada, porque eu iba libre. Non era eu só. Había tamén compañeros aquí que han hecho a carrera igual que eu, libre. Entón, o que pasa é que a mí a carrera de Derecho sempre me ha gustado. O sea, era interesante, era bonita, me agradaba. ¿Te gustaba que te discrimine? No. ¿Te asustabas que te discriminaran por ser abogada de mujeres? Si me asustaba. Si, efectivamente, non me gustaba nada esa discriminación e me sentía mal, pero poco a poco se ha ido avanzando en ese sentido e ahora ya hay tantas mujeres como hombres abogados e ya non nos discriminan en ese aspecto. ¿Nos podías contar alguna anécdota de tu pasado? Pues si, os puedo contar muchas anécdotas del ejercicio de la profesor, pero os puedo contar una donde llevaba un tema de separación matrimonial, llevaba a la mujer, y un día apareció el hombre, el marido, en el portal de mi casa, llamó al timbre y le dijo a mi hija Coloma que se puso que baje tu madre, que voy a matar a tu madre. Entón, eu dije, entretenga un pouco que me traslamo a la policía. Y entonces llegó un hijo mío, otro hijo mío, y vio que estaba abajo un señor con un puñal en la mano y que es el que me estaba llamando para que yo... Entonces nada, no pasó nada, vino la policía, lo detuvo y al final en el juzgado pues le condenaron y al cabo de 10 años me dijo un fiscal no te preocupes que ese señor tiene un accidente de tráfico y ya ha muerto con lo cual ya puedes estar tranquila que no va a ir a por ti otra vez. ¿Podrías decirnos algo a lo que has tenido que renunciar por ser abogada? Hombre, realmente yo, mi marido estaba conmigo, éramos, vamos a ver, muy unidos y no he tenido que renunciar en sí a nada. O sea, yo realmente he hecho lo que me ha parecido. Me gustaba el derecho, me gustaba ser abogada y he tenido tres hijos y yo cuidaba también a mis hijos. Es verdad que tenía cierta ayuda en casa para que me ayudase un poquitín porque yo, por la mañana, o sea, mi primer trabajo no fue el de ejercer el derecho sino que di clases en la Escuela de Trabajo Social, clases de derecho en la Escuela de Trabajo Social. Y entonces, cuando empecé a dar clases en la Escuela de Trabajo Social, sí que os puedo contar una anécdota que es curioso que algunos ya lo sabéis porque en las reuniones os lo he comentado que yo tenía entonces ya la carrera de derecho terminada, empecé a dar clases de derecho y para poder trabajar tuvo que ir mi marido a firmarme la autorización porque la mujer no podía trabajar sin la firma del marido aunque tuviera la carrera de derecho o cualquier carrera que tuviera. Entonces, eso realmente luego en el 75 cambió la ley y ya la mujer podía trabajar sin mayor problema. Muchas gracias por hablarnos sobre su interesante pasado y por estar aquí con nosotros el día de hoy. Gracias a vosotros y muchas gracias por haberme llamado.