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T29 EL DESPERTAR INTRODUCCIÓN No hay tiempo, lugar ni estado del que Dios esté ausente. No hay nada de qué tener miedo realmente. No hay manera de concebir una brecha de la completitud de la Suya. Es completamente imposible transigir en cuanto a la posible existencia de la brecha más insignificante y diminuta en Su eterno Amor. Pues ello querría decir que Su Amor puede albergar una sombra de odio, que Su bondad puede a veces trocarse en ataque y que, en ocasiones, Él podría perder Su infinita