Details
Nothing to say, yet
Details
Nothing to say, yet
Comment
Nothing to say, yet
This transcription is about the importance of continuous prayer and understanding that God has already finished His work in our lives. It emphasizes that God chose us before we were born and that His love and righteousness are in us. The message encourages preaching the justice and grace of God in Christ and reminds us that His love has been poured into our hearts. The transcription also mentions the role of the Holy Spirit in helping us in our weaknesses and interceding for us. Overall, it emphasizes the need to hold on to our identity in Christ and to share His love and righteousness with others. el hermano que tiene al lado, y recibe la palabra con gozo. Amén. Aleluya. Tomamos nuestro lugar, damos gracias al señor por la vida del pastor Alber porque está guardada en Cristo. Amén. Pero la palabra del señor nos enseña orando sin cesar. Vemos cómo el señor por medio de la parábola en Lucas dieciocho les enseñaba la necesidad de orar sin cesar. No para que el señor haga algo nuevo en Albert, sino con acciones de gracia por lo que ya hizo. Porque por la fe, nosotros entendemos que el señor ya terminó su obra en el pastor Albert. Amén. Nosotros tenemos el privilegio de ver conforme a su voluntad. Amén. Aleluya. Amados, vamos a seguir leyendo en el libro de Romanos la palabra de justicia y de verdad. Y nosotros queremos en Cristo Jesús afirmar en nosotros mismos, en todos nosotros, porque usted sabe que nosotros tenemos el privilegio de tomar como como eh las primicias, pero también tenemos tomar las primicias en la enseñanza, pero también tenemos la responsabilidad de que todo lo que el señor nos ha confiado nosotros lo damos, ¿Sí? Dice que de gracias recibimos y por gracia damos. Dice la palabra del señor que nosotros no somos los que medramos, los que vendemos la palabra, los que medramos. De la misma forma el señor nos ha enseñado, nos ceñimos al diseño y compartimos la palabra. Amén. Como siempre decimos, nosotros no venimos a enseñar algo nuevo. Solamente venimos a afirmar la palabra que el señor ya ha establecido en tu mente y en tu corazón. La vez pasada hablábamos y decíamos que está escrito en Jeremías uno, el día uno de Jeremías, antes que nacieras te conocí. Y lo hablaba con un hermano en esta semana. Y le decía, es como cuando tu papá, tu mamá, te hablan. Desde cero, desde el día que naciste, desde desde el día uno, no podemos decir el día cero, desde el día que naciste o cuando nos comenta del embarazo, ¿Cómo fue? Nosotros no tenemos memoria, pero le creemos a papá y a mamá. Cuando nos hablan y nos dicen, cuando tenías dos añitos, tres años, te cargábamos, te limpiábamos, hacíamos, íbamos, veníamos, y nos cuentan alguna anécdota. Y aunque nosotros no tenemos conciencia de eso, nos da testimonio la palabra de la mamá, ¿Sí? Asimismo, Dios escogió a Jeremías y le dijo, Jeremías, antes de que nacieras, yo te santifiqué. Y como la palabra del señor es una y tiene un hilo conductor desde Génesis Apocalipsis, también David da testimonio en el Salmo ciento treinta y nueve, y él dice, yo vi, yo vi, y en tu libro estaban escritos todas las cosas, antes de que viniera, antes de que estuviera en el vientre de la madre. ¿Por qué te digo esto? Porque antes de que tú y yo naciéramos, en este tiempo, y en esta era, y en este espacio, usted le dijo al señor ¿Por qué me aquí? En la eternidad. En otro tiempo dice la palabra de Dios que nosotros estábamos extraviados en nuestra mente, pero no extraviados de él. ¿Sí? ¿Por qué es necesario que nosotros entendamos esto? Porque la paternidad de Dios no comienza el día que nosotros nacimos. Él es nuestro padre, ¿Qué? Eterno. Desde la eternidad y hasta la muerte. Él nos escogió a nosotros en amor, en santificación, nos capacitó, nos engendró en Cristo, ¿Sí? Y nos echó a andar en este proyecto tierra. Y ahora, en este tiempo, al señor le ha placido que nosotros sepamos lo que es la justicia en él. ¿Sí? Por eso viene el pastor Álvaro, el hermano David, los hermanos que exponen la palabra, el hermano Moisés, hablando de la justicia. Y la palabra de Dios dice que nosotros seremos llamados árboles de justicia. Mire, una cosa es los dones que Dios nos dio. Otra cosa es el talento. Pero lo único que permanece para siempre y lo que el padre quiere de nosotros, ¿Qué es? Los frutos. Él dijo, en mí ustedes llevarán fruto y fruto que permanece. Y el fruto es la justicia de Dios que es en Cristo. El señor nos ha permitido comer. ¿Por qué? Porque usted y yo no pagamos por nuestra redención. Usted y yo no pagamos no compramos con dinero el bien de Dios. Usted y yo no compramos la salvación. Él nos mostró. Él nos ha hecho entender por medio de nuestros a quien Dios ha usado para la edificación de la iglesia. Nos ha hecho entender que fuimos participantes, que somos participantes, perdón, de su justicia. Y usted sabe que en el mundo, en el sistema del mundo, hay eh modelos y hay, perdón, funcionarios, y hay y hay carreras universitarias donde la gente estudia y se estudia, pero nunca va a llegar ante el juez a decir, mire, yo creo, yo siento, yo presiento, y yo me imagino. No, sino reza, el artículo de la ley reza que tan, tan, tan, tan, tan, los derechos o acusar a la persona. Casi siempre el abogado es defensor. También hay una parte acusadora. Ese modelo usted lo sabe. Pero ¿Sabe qué? La palabra de Dios dice de nosotros que a nosotros le hagamos regresiones a la gente. ¿Qué hiciste tú? ¿Por qué te vino esto? Sino que actuemos como él es, así somos nosotros. Amén. Cuando el señor Jesucristo se encuentra con saqueo el señor no lo acusó, le dijo saqueo, bájate, porque es necesario. Que la salvación vaya a tu casa, que yo vaya a tu casa. Saqueo la salvación, ha venido a tu casa. Y ¿Sabe? Ese es el mensaje de nosotros. Ese tiene que ser el mensaje de nosotros. Porque cuando nosotros nos ceñimos a la justicia que es en Cristo, en la obra consumada en Cristo, entonces nosotros hablamos a la gente como el precio del amor. Ese amor tal que el padre dio al hijo, entonces, ¿Qué pasa? Ese amor tal que el padre dio al hijo, en rescate por el mundo. Amén. Y como esto es una escuela de entrenamiento, que el pastor siempre nos afirma esa realidad, nosotros queremos afirmar en usted que para nosotros sería más fácil desarrollar un una enseñanza eh que sea atractiva a la gente. Te voy a profetizar y así te dice el señor pero el señor nos ha guardado y yo creo que en esta casa de oración el señor nos ha afirmado a todos y cada uno de nosotros para que nadie número uno, nadie venga a socavar, a tocar, a menos, a a amanosear tu identidad en Cristo. Eres amado. Antes que nacieras el señor te santificó. Y te dio por profeta. O sea, para que profetices la palabra profeta. No profecías humanas. ¿Por qué? Porque también el señor decía, cuídense cuando la gente los quiera y los aplauda. Porque así aplaudían en otro tiempo a los falsos profetas, ¿Se acuerdan? Y a a Timoteo le dice esfuérzate en la gracia. Y tú dices, ¿Cómo que me esfuerzo en la gracia? ¿Sabe por qué? Porque cuando alguien nos nos confunde, nosotros no, no, no, no podemos creer porque fuimos vendidos al pecado, porque hemos sido maltratados, porque hemos sido confundidos pero la gloriosa realidad es que usted tiene tantos y cuantos años sentándose en esa silla pacientemente con acción de gracia para crecer en el conocimiento de él. ¿Sabe para qué? Así como Cristo es, usted sea, en la tierra. Cuando él se encontró, a saqueo no lo señaló. Saqueo solito expuso lo que era. Y si bien es verdad que el señor cada vez que se encontró con una persona tenía un único mensaje pero la forma de comunicarse era diferente. Fue diferente con Nicodemo, fue diferente con la mujer samaritana, fue diferente con el señor habló. Diga conmigo, pero hay un único mensaje. La justicia de Dios que es en Cristo. Y sabe, nosotros muchas veces nos afanamos y corremos y perseguimos las cosas del sistema. Y es mejor buscar primeramente qué y qué y su justicia. ¿Sabe por qué? Porque el evangelio de la justicia y de la gracia en Cristo es Cristo Jesús, ¿Verdad? Y se escribió de él que es sin hermosura para que le deseemos. Porque esto, diga conmigo, no es de oído bonito. Sino de un entendimiento renovado. Diga, hoy quiero ser renovado. Afirmado. En la palabra de justicia. Y de verdad. Amén. ¿Cuántos hermanos? Ocho ocho veinticuatro Dígale al hermano que tiene al lado, es necesario. Que prediques la justicia. La obra consumada. Que donde se está predicando el infierno, escuchaba un predicador en estos días y decía, hay gente que habla del infierno y habla del infierno y quisieran enviar a todas las personas para allá y rechinan los dientes cuando uno habla de la justicia porque usted sabe que la justicia de Dios que es en Cristo es el salvoconducto de Dios para el hombre. No hay otro. Diga con migo, hay un solo mediador. Entre Dios y el hombre. Cristo Jesús, Señor nuestro. Amén. Aleluya. Dice, porque en este momento no hay esperanza. Pero la esperanza que se ve, no es esperanza. Porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia, lo aguardamos. Y de igual manera, el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque, ¿qué hemos de pedir como conviene? No lo sabemos. El espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Más el que escudriña los corazones, ¿sabe cuál es la intención del espíritu? O sea, el padre sabe cuál es la intención del espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios, intercede por los santos. Y sabemos que a los que aman a Dios, ¿Quiénes de los que estamos aquí amamos a Dios? Y sabemos que a los que aman a Dios, algunas cosas. Todas las cosas les ayudan a bien. Esto es, a los que conforme a su propósito, son llamados. Vamos a detenernos ahí. Mire, a los que aman a Dios. El amor de Dios no es que nosotros nos paremos aquí y decimos precioso eres mi señor, precioso eres. Si lo declara, gloria a Dios. Pero ¿Cómo le exigió Dios a Pedro? ¿O cómo le demandó? Su amor. Le dijo, Pedro, ¿Me amas? ¿Qué le dijo? Apacienta. Diga conmigo, el amor de Dios. Ha sido derramado en nuestros corazones. Y ha sido derramado en nuestros corazones. ¿Sabe por qué? Porque el corazón del hombre es perverso. Más que todas las cosas. Entonces, cuando el amor de Dios es derramado, entra en el corazón, ya no hay perversión. No el amor de nosotros. El amor de Dios. El amor de Cristo que excede a todo conocimiento. Porque yo nunca he visto un hombre como Dios ama a Maduro. ¿Usted cree o no cree que Dios le ama? Y que envió a su hijo a morir por él. Una realidad tan sencilla como esa. El señor quiere que él deje lo malo y acepte a Cristo para que se salve. Porque el desastre que le ha hecho a Dios. Le preguntó, ¿De veinte años para acá? ¿Le puede costar una eternidad? Y esas son cosas que nosotros no creemos. Yo no puedo creer cómo el Señor puede amar a la persona que me ha hecho daño, pero lo ama. Por eso en Juan dice que nosotros practicamos la verdad. A los que practican la verdad. Porque la verdad es la justicia de Dios. No nuestra justicia de Dios. Y usted dirá, la justicia de Dios, pero no hemos leído eh la palabra justicia. Mire, la justicia de Dios se muestra en amor. Porque la justicia de Dios no es como las justicias de los hombres. La justicia de los hombres eran suelten a Barrabás y crucifiquen al señor Jesucristo. Esa era la justicia que ellos estaban estableciendo. Porque agarraron a Barrabás ¿Sí? Para acabar con una persona. Y sabe cuando nosotros nos ensañamos en no hablarle el evangelio de Jesucristo que trae libertad, el que el Señor estableció por medio de ese evangelio quitar la muerte y sacar a la luz la vida de alguna manera nosotros nos estamos ensañando con el prójimo. Por eso el Señor nos enseñó. Amar al prójimo es ser la voz de Dios. En todo lugar. Donde usted llega, diga conmigo, ¿Dónde yo llego? ¿Dónde yo hablo? ¿Dónde yo estoy? ¿Dónde yo hago vida? Cuando Dios me permite hablar con alguien. Yo soy el canal de justicia. Pero sabe, hay gente que tuerce la justicia de Dios. Pero nosotros fuimos llamados para buenas obras. Y quiero decirle esto iglesia. Conforme al propósito. Hay un único propósito. Uno solo. ¿Cuál es el propósito del padre? Cristo. Que todos le conozcan a él. Para que por medio de él sean salvos. Que todos le conozcan salvos. Cuando nosotros retenemos con injusticia, ¿Se acuerdan? Los que retienen con injusticia la palabra estamos privando de la vida eterna. A quien nos escucha. Diga conmigo, el señor me ha hecho ministro competente. Yo tengo un mensaje. Yo tengo el mensaje. Hermosos son los pies de los que anuncian la paz. Las buenas nuevas del evangelio. Eso es justicia. Yo sé que el hermano David y el pastor Albert tienen mayor habilidad en poner los ejemplos. Pero yo quiero que tengas claro que no necesitamos elocuencia y que no necesitamos desarrollar un mensaje para decirle a una persona, el padre te amó tanto que envió a su hijo para rescatarte. Y quiere que tengas vida. Y quieres que tengas salud. Y quieres que tengas reposo. Y quiere que disfrutes de la obra de él. Esa es nuestra parte. En este glorioso mensaje. A mí una chica me preguntó en el tren y yo no sabía si tenía otra oportunidad, de hecho no la he vuelto a ver. Me preguntó qué tengo que hacer para ser evangélica. Le dije, mira, lo primero es que Dios no tiene evangélicos. Dios engendró hijos hijos porque él envió a su hijo. Y en el hijo se reproducen hijos. ¿Tú crees que Jesucristo es el hijo de Dios? Sí, yo creo. ¿Tú crees que él se levantó de entre los muertos? Sí, lo creo. Entonces, eres salva. Ahora, para participar de esta plenitud de vida, como en una carrera universitaria, el que quiere ser médico, se entrena, y el que quiere ser ingeniero, se entrena, y el que quiere ser, este, la carrera que quiera que quiera hacer, se entrena para conocer esta palabra de gracia y de verdad, si puedes ir a un para un conocimiento con nosotros. ¿Soy salva? Sí, eres salva. Y le dije, ¿sabes por qué? Porque con el corazón se cree, ¿para qué? Por demás está, y lo hablábamos el miércoles también, por demás está todo lo que yo diga. Si yo realmente creo que la salvación es esa, yo le hablo con sencillez de corazón. Luego, si vuelve a venir, porque dice que estemos preparados para cuando se nos se nos demande acerca de esta gracia, presentemos defensa con sabio amansedumbre. Yo no le podía tirar a ella una enseñanza de cuarenta minutos, porque no sabía en qué estación se iba a bajar. Sencillamente le dije, de tal manera, Dios te amó, que envió a su hijo. Y solo en él hay salvación. Y solo él es el camino. Él es el único mediador. ¿Oíste? Porque dice, es que no me gusta ir para la iglesia porque me quitan el pantalón, porque las doctrinas de los hombres. Iglesia, nosotros tenemos el privilegio. Escúcheme lo que le estoy diciendo. Y no es porque el pastor Albert sea mi hermano. No, señor. Yo doy gracias al señor por su ministerio. Porque el pastor Albert nos ha enseñado la palabra sin mácula. Lo han dicho. Y él habla la palabra y siempre me dice, Aylin, háblale a la iglesia. Y a quien te demande de esta gracia, como que un día vas a entregar cuentas por las palabras. Y yo digo, gracias, señor. Ahí hay sencillez. Mira, cuando tú sabes, tú tienes presente que le está hablando una persona por la que Cristo murió, no le hablas disparates. Le presentas el plan de salvación. Cristo. ¿Sabes por qué? Porque allí opera la justicia de Dios. Y Dios envía la palabra y esa palabra es la que penetra en el corazón y es el trabajo para la cual Dios la envió. Luego está el desarrollar temas de enseñanza como nosotros lo hacemos en estos espacios. ¿Por qué te digo esto? Porque yo sé que todos los días, todos los días, cada que te suena el teléfono, tienes la oportunidad de hablar de Cristo, con sencillez de corazón. Con sencillez de corazón. Porque te capacitó de eso mismo que te dio a beber, que te ha dado a comer, dáselo. Seguimos leyendo. Sabemos que el veintiocho y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es porque conforme al propósito, son llamados. Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conforme al conforme a la imagen de su de su hijo. Para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. El que no, el treinta y dos, el que no es catimón y a su propio hijo, sino que lo entregó por algunos de sus hijos. ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas? Y esta y esta pregunta nosotros tenemos que meditar en ella. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. Diga conmigo, él es la fuente verdadera de justicia. Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Nosotros no estamos para condenar al mundo. Cristo es el que murió. Más aún el que también resucitó. El que además está a la diestra de Dios está, diga conmigo, eterno pensante. El que también intercede por nosotros. Diga conmigo, él intercede por nosotros. Mira, dice, ¿Quién nos separará? Esto yo sé que usted se lo sabe de memoria. ¿Quién no se separará? El amor de Dios. Escuche, el amor de Dios dijimos que qué? Que ha sido derramado en nuestros corazones. ¿Para qué fue derramado el amor de Dios en nuestros corazones? Para que le demos a conocer. ¿Por qué? Diga conmigo, porque el amor cubre multitud de faltas. Porque el amor de Cristo excede a todo conocimiento. Cuando diga excede a todo conocimiento, acuérdese, no es posible que pueda amar a Maduro. Porque el amor de Cristo excede a todo conocimiento. Porque el amor no lo van a pagar. Ni las muchas, ni las muchas aguas ni lo van a ahogar los ríos. Amados, amémonos unos a otros. Porque el amor es de Dios. Y el que no ama no ha nacido de Dios. ¿Y cuál es la palabra de amor que el Señor le pidió a Pedro? Pedro me ama. ¿Qué le dijo? Apacienta mis corderos. Así que si usted quiere operar en justicia, ame. Si usted quiere operar en justicia, hable conforme a la verdad. Si usted quiere operar en justicia, consuele. Si usted quiere operar en justicia, visite. Si usted quiere operar en justicia, perdone. Y ¿sabe qué? Si usted quiere operar en justicia, perdone. Como Cristo nos perdonó. Perdonemos hermanos. Porque la falta de perdón porque la falta de perdón puede brotar en nosotros y perdonar al marido es fácil y a la esposa es fácil porque somos uno mismo. ¿Nos molestamos? Sí, pero nos perdonamos. El desafío está en perdonar al hermano que me miró mal. Al hermano que no me saludó. Y le digo más. Y le digo más. Imagínese cómo estará mi hermano o cómo estaré yo. Que dos horas de relaciones aquí en la o sea de de de relacionarnos en la congregación me ofendo. Por eso dice la palabra del señor que cuando nos reunimos cada uno trae de lo que se ejercitó en la semana. Perdone, perdón, meditemos y veamos, consideremos nuestros caminos. ¿En qué me ejercito esta semana? Porque si me ejercito en el amor, ¿Cómo me ejercito en el amor? Proverbio lo dice. Como el hierro con el hierro se afila, así el trato del hombre con el hombre. No hay otra fórmula. La justicia, muchas veces queremos desarrollar temas. Ir a conmigo. Diga conmigo, la justicia de Dios es amor. Mire, el conocimiento, las lenguas, esas cosas van a cesar. ¿Pero qué es lo único que nunca deja de ser? El enemigo imita los dones, los dones que habla y dice en las congregaciones, en los lugares donde se le invoca y le habla a la gente y le lee cartas, eso es fácil, fácil. ¿Sabe lo único que no puede imitar? El amor. ¿Sabe por qué? Porque Dios es amor. Y el amor es la expresión de justicia más grande que ha habido el amor de Dios que es en Cristo. Por lo tanto, hermano, abracemos como dijo el apóstol Pablo, si hablamos en lenguas humanas y angélica. Vamos a concluir con ese capítulo. Primera de de Corintios trece. El doce, el doce, el final, el versículo primera de Corintios doce treinta y uno, creo que es treinta y uno, yo les muestro un camino más excelente. Primera de Corintios doce, creo que es treinta y uno. No, el doce treinta y uno, ahí es donde él les va a dar. Bueno, pero yo lo tengo aquí. El doce treinta y uno, fíjese que estaba buscando hacer cosas. Estaban procurando dones, ven en la parte que el señor a mí me me dio, a mí intruyanme en dones, en ministerios, y en talentos, queriendo hacer cosas. Y el apóstol Pablo, que es maestro a los gentiles, porque nosotros nunca participamos del pacto antiguo, nunca, nunca ofrecimos sangre, nunca ofrecimos palominos, nunca tuvimos que buscar el foz de harina, nunca nosotros tuvimos que apretar la nada, nada, uvas, nada. Nosotros en nada de eso, diga conmigo, en gracia fuimos llamados. Porque la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Y en esa gracia y en esa verdad venía usted, estaba impregnada usted, guardado en él, amén, engendrado en él. Entonces el apóstol Pablo les está diciendo a ellos, procuren los dones, y procuren los dones mejores. Sí, todo eso está bien. Les dice, mas yo les muestro un camino aún más excelente. Más excelente que todos los dones. Más excelente que todas las cosas. Más excelente que los ministerios. Mas yo les muestro un camino más excelente. Como maestro. Usted como maestro en la palabra porque usted es diestro en la palabra de justicia, muestre siempre el camino más excelente. Y este es el camino más excelente. Primero de Corintios trece uno. Si yo hablo lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, aquí no es, bulla, estorbo, vengo a ser como metal que resuena. O símbolo que retiñe. Siguiente. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia y si tuviese toda la fe de tal manera que hiciera, o sea, trasladar los montes y no tengo amor diga conmigo el hacer cosas no es lo que garantiza la expresión de Cristo ¿Se acuerdan que el Señor nos dijo en aquel día muchos me dirán en tu nombre hicimos echamos fuera demonios, hicimos una cosa, hicimos la otra ¿y el que les va a decir? Apartados Hacedores porque hacer cualquiera lo hace Diga conmigo expresar amor abrazar en amor asistir en amor Aleluya. Dice si yo trasladase los montes y no tengo amor nada soy. Diga conmigo soy cuando amo Siguiente y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres obras que mucha gente hace y si entregase mi cuerpo para ser quemado y no tengo amor de nada me sirve Siguiente el amor es sufrido el amor es benigno el amor no tiene envidia el amor no es ansioso y no se envanece no hace nada indebido y no busca lo suyo. No se irrita, ay santo Diga conmigo, no se irrita Diga conmigo no se irrita Diga conmigo el amor no se irrita Bendito sea el Señor. No se irrita no guarda rencor no se goza de la ¿Qué es injusticia? Todo lo que está fuera de Cristo, todo lo que se dice fuera de Cristo, todo lo que se enseña fuera de Cristo porque la justicia de los hombres es trapo de inmundicia pero la justicia de Dios es amor, gozo, paz, paciencia en Cristo Dice, no se goza de la injusticia mas se goza de la verdad Siguiente todo lo sufre todo lo cree mire, todo lo cree escúcheme fui a una congregación donde un hermano hablaba acerca de todo lo cree dice a mi el Señor me ha mandado a creerle a las personas cuando una persona en la congregación viene y te dice una cosa o la otra no conforme a la palabra sino cuando te abre el corazón tu créele créele me dijo, ¿sabes por qué? porque Dios depositó la confianza de su Hijo por el prójimo así que cuando alguien te diga, yo lo voy a hacer yo voy a ir, yo voy a venir usted créale porque si usted le cree, usted ora por esa persona si cree, ora por la persona, todo lo cree cuando él habló de eso yo dije, wow todo lo espera todo lo soporta el amor nunca deja de ser las profecías se acabarán y cesarán las lenguas y la ciencia, el conocimiento también se va a acabar ya, eso que se va a acabar es cuando en un punto, usted ha escuchado a la gente que dice ay, eso yo me lo sé, ya me vienen a decir o sea, ya yo no tengo más nada nuevo que aprender ya yo no tengo nada que si viene ese hermano a hablar, yo no lo escucho porque de eso yo me lo sé, además no me gusta como enseña pues todos los ojos en Cristo porque Él fue el que dijo que Él iba a repartir a cada uno conforme a su gracia así que nosotros no somos de Apolo de Cefa, de Pablo sino de Cristo, amén y escuchamos todo lo que es nacido de Cristo y sabemos juzgar todo lo que se nos enseña según Cristo, amén diga conmigo, el amor nunca deja de ser las profecías se acabarán cesarán las lenguas y la ciencia acabará, siguiente porque en parte conocemos y en parte más cuando venga lo perfecto, aleluya también es lo perfecto cuando se establece Cristo más cuando venga lo perfecto entonces lo que es en parte se acabará, aleluya cuando era niño, hablaba como niño, pensaba como niño juzgaba juzgaba justicia juzgaba como niño el niño no sabe, el niño necesita a alguien que le guíe a alguien que lo enseñe pero nosotros somos diestros en la palabra de justicia porque la palabra de justicia es Cristo, por lo tanto nosotros hablamos de Cristo ¿y sabe qué? creemos la obra del que nos envió creemos en la obra perfecta de Él porque cuando yo creo la obra perfecta de Él, yo no pongo los ojos en mis hijos, en mi suegra sino yo pongo, Señor tu palabra es la que produce vida tu palabra es la que voy a hablar yo no quiero hablar con sed humano, es tu palabra porque tu palabra es la que produce vida tu palabra es la que penetra y aparta el alma divide el alma del espíritu y se establece ella porque tú eres verdadero y no hay engaño en ti tú dijiste la palabra hará el trabajo para la cual yo la envío por eso usted y yo tenemos que ser ministros competentes de la palabra no yo creo, yo pienso yo me imagino y yo veo porque la que vio fue Eva y vio todo distorsionado Aleluya cuando era niño pensaba como niño y juzgaba como niño mas cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño Aleluya ahora vemos por espejo oscuramente mas entonces veremos cara a cara ahora conozco en partes pero entonces conoceré como fui sabe ese día glorioso el señor te va a dar testimonio así como le dijo a Jeremias así como David profetizó usted va a conocer como fue conocido cuando papá en la eternidad le vuelva a recordar todo lo que sus ojos vieron en el libro, porque tus ojos David no lo profetizó no lo escribió para que la Biblia fuera mas gorda, lo profetizó para que usted entienda que lo que usted vio del padre es verdadero y por eso usted le dijo señoresme aquí y por eso usted es llamado conforme al propósito por eso usted fue predestinado en Cristo, justificado en el capacitado en el y enviado a darle continuidad y por eso usted y yo somos un mas que vencedor, Aleluya bendito sea tu nombre siguiente hermano David cerramos, diga conmigo levántese hermano, vamos a estar sobre nuestros pies diga conmigo ahora permanece la fe la esperanza, porque se acuerda que en esperanza fuimos salvados ahora permanece en la fe la esperanza y el amor, estos tres pero el mayor de ellos es el amor, Aleluya bendito amor bendito sea tu nombre señor, gracias por tu amor iglesia, abrace al hermano que tiene al lado y dígale te amo en Cristo dígale te amo en el señor doy gracias al señor por la hermandad, abrácelo dígale una palabra de amor, una palabra de consuelo, una palabra de afirmación Aleluya esto es lo glorioso de disfrutar de ese amor que no te cuesta abrazar al hermano, que no te cuesta decirle una palabra de consuelo porque el amor de Dios ha sido derramado Aleluya, bendito sea tu nombre