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¿Cómo se encuentra el bueno consejo?

¿Cómo se encuentra el bueno consejo?

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The main idea of this information is that seeking and following God's advice is crucial in navigating through difficult situations. The comparison is made between deep waters and valuable advice. It is emphasized that investing time and effort into understanding the Word of God is the key to finding true peace and joy. It is also mentioned that God's wisdom and power are unchanging, unlike the shifting shadows of the world. The importance of humbling oneself before God and obeying His counsel is highlighted. Overall, the message encourages seeking God's guidance and not relying on one's own understanding. ¿Cómo se encuentra el buen consejo? El proverbio 20.5 dice, «Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, mas el hombre entendido lo alcanzará». Este proverbio hace una comparativa de un consejo con las aguas profundas. Cuando nosotros pasamos por una situación difícil, no queremos un consejo que no sirva para nada, sino uno que realmente nos saque de nuestra complicada situación. Ello implica llegar a lo más profundo, pero no llegaremos nunca a tal profundidad si nos esforzamos muy poco. Esto quiere decir que tendremos que ser valientes, tendremos que ser esforzados. Pues bien, el mejor consejo que se puede hallar no es aquel que se encuentra en una vida superficial, sino en una vida que invierte tiempo, esfuerzo y disposición para escudriñar las cosas, para saber las razones y para entender los tiempos que se viven. Pero, ¿qué es aquello en lo que podemos reflexionar tan profundamente? La respuesta es la Palabra de Dios. Por supuesto, meditemos en la Palabra de Dios, lleguemos hasta el fondo de ella y consideremos todas sus verdades. Consideremos que es por la Palabra de Dios que se aprende a conocer a Dios, y si conocemos a Dios, ¿no es esto como tener acceso a la fuente más grande de toda inteligencia y sabiduría? Y por implicación, ¿no es como tener el consejo más correcto, más eficaz y más bueno que puede haber? Sí, elegir invertir en hacer lo correcto puede parecer muy cansado, pero solamente así cosecharemos los frutos de una vida justa y provechosa –a través del esfuerzo me refiero. Sí, leer la Biblia de manera constante puede parecer difícil, pero realmente sólo es necesario tomar el tiempo debido y esforzarse en buscar a Dios para poder entenderla. Esforzarse con sinceridad, porque aquello que lograremos encontrar es el consejo que realmente traerá paz, que realmente traerá alegría y gozo al corazón al ayudarnos a tener una conciencia limpia delante de Dios. Job, en el capítulo doce, versículo trece, dice, con Dios está la sabiduría y el poder. Suyo es el consejo y la inteligencia. Debido a esto que dice Job, debemos de considerar que la vida es diferente para cada persona. Por ejemplo, las circunstancias de vida de una persona de hace un siglo no fueron las mismas que para una persona de este siglo, lo cual implica que cada persona podría contar según sus experiencias cómo hacen para salir adelante en las dificultades y en los problemas que enfrentaron. No obstante a esto, Santiago dice que de Dios viene toda buena dádiva y todo don perfecto, ya que en Dios no hay mudanza ni sombra de variación, refiriéndose primeramente a que de Dios no emana o no sale nada inútil o perverso, sino que más bien todo lo bueno que recibimos es por Él y a través de Él. Pero además dice que Dios no cambia, y habla de una sombra de variación porque pone de ejemplo que si nosotros sabemos que la tierra gira alrededor del sol de tal forma que al amanecer vemos que desde nuestra perspectiva aquí en la tierra el sol sale por el este y se oculta por el oeste, todos los días entonces vemos que la consecuencia de esto es que la sombra cambia de posición de un tiempo a otro. La sombra es distinta en la mañana y en la tarde, pero también lo es en la primavera o en el invierno. Sin embargo, Dios, Dios no es así. Dios se mantiene firme, se mantiene constante, por eso dice que no hay sombra de variación en Él. Esto quiere decir que cuando buscamos a Dios estamos buscando al Dios que estuvo en las dificultades de personas que vivieron hace siglos, pero que sigue estando ahora, que sigue estando hoy, en las dificultades presentes que podemos tener. Él mismo se presentaba de esa manera, diciendo, yo soy el que soy. Josué, por ejemplo, quien fuera el sucesor de Moisés, recibió estas palabras de parte de Dios. Le dijo, nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a tus padres que la daría a ellos. Estas palabras dieron una gran esperanza a Josué en su momento, pero lo siguen haciendo hoy. Hoy todavía, para cualquiera de nosotros, cuando necesitamos un consejo, podemos tener plena seguridad de que si el día de hoy atravesamos una dificultad, un problema del cual no vemos del todo la salida, si nos sentimos frustrados o tensos respecto a algo que se avecina, es el momento oportuno para buscar el consejo de Dios. No obstante, para poder comprender el consejo de Dios conforme a lo que la Biblia nos enseña, vamos a necesitar algo muy importante, humillarnos delante de Dios. La Biblia dice que Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Es muy común que las personas con mucho orgullo y soberbia no den crédito alguno a las palabras de Dios. Por esto es que hoy vivimos en un mundo lleno de maldad y perversión que van en aumento. En el pasado, de hecho, el consejo de Dios que fue anunciado por profetas como Jeremías, Isaías y otros más, se refería principalmente a una cosa, mejorar nuestros caminos y nuestras obras, arrepentirnos de nuestros malos caminos y aprender a hacer el bien. Tristemente muchos no quisieron hacerlo en el pasado, y tristemente hoy en día muchos no quieren hacerlo hoy tampoco. No entendemos que ese es el principal consejo de Dios para tener paz. Sin embargo, si no lo has hecho, no es tarde. Busca el consejo de Dios diciendo, está bien, lo haré, te obedeceré como el rey que eres, y dejaré de querer andar en mis propios caminos para conocer los tuyos, escucharé cada palabra que tengas que decir. ¿Acaso esto es tan difícil? No lo es. Pensemos y recordemos lo que dijimos hace un rato. En Dios no hay mudanza ni sombra de variación. Esto significa que estamos refiriéndonos al mismo Dios que sacó a todo un pueblo de la esclavitud en Egipto haciendo milagros y prodigios con mano poderosa. Es el mismo Dios que hace más de dos mil años dio a Su Hijo para que todo aquel que en Él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna. Así que, ¿de verdad preferiremos elegir y andar bajo nuestro propio entendimiento de la vida y de las cosas en vez de seguir el consejo de Dios? Ya no más. Aún estamos a tiempo para aprender a no apoyarnos en nuestra propia prudencia, sino a fiarnos de Dios y de Su Hijo Cristo Jesús de todo nuestro corazón. Recuerda por favor en todo esto, y no te olvides que con Dios está la sabiduría y el poder, pues Suyo es el consejo y la inteligencia. Y también recuerda, esto es para personas que gustan de reflexionar, que quieren llegar más allá. Por eso leímos el Proverbio veinte cinco. Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, mas el hombre entendido lo alcanzará.