Anclaje en el Corazón C

Cierra tus ojos. Haz unas respiraciones profundas y relájate en tu corazón centrando la atención en esa área. Lleva tu respiración hasta esa zona con cariño. Alarga la exhalación acompañándote en ella. Disfruta de un minuto en silencio manteniendo una respiración equilibrada, regular y natural para ti. Ahora tratamos de alargar la exhalación un poquito más, sin forzar, que sea natural para ti, pero reposando más en el descanso al soltar el aire, permitiendo a tu corazón relajarse. Un minutito. No invita a tu corazón a sentir una de esas sensaciones que siempre desearía vivir. Un momento de conexión, de amor genuino, de sentirte en conexión con la vida y los otros, o de total gratitud. Date unos momentos para que tu corazón pueda atraerse al recuerdo que le hizo sentirse muy vivo. Puede ser un gesto como una mirada o un abrazo. Un lugar donde lo hayas sentido, como un templo o un bosque. Quizá alguna sensación de total plenitud en alguna meditación. Deja que sursa. Imagina que está renovando y energizando, como una luz clara que surge de tu corazón y se expande por tu cuerpo. Siente el calor, la calidez de esas emociones generales en nuestro cuerpo. Confort. Un confort que permea tu cerebro, tus pensamientos, emociones, células. Es como limpiar todo tu ser. Ahora irradiamos ese sentimiento más allá de nuestra piel. Vamos a enviar esa energía invitando también a que les llegue a las personas de nuestro entorno. Desde nuestro corazón emana esa luz y se lo deseamos. Compartimos con ellos esta sensación y la disfrutamos juntos. Puedes traer a tu mente a esa persona que amas o a la que le deseas que viva más en sintonía con la sabiduría de su corazón. Haz que le llegue. Ahora podemos imaginar también otras partes del mundo donde sentimos que se necesita activar ese tipo de energía. Respira hondo, con cariño, y en la exhalación enviamos esas señales hacia allá. Que les llegue esa energía. Si tu mente divaga, está bien. Simplemente cuando te des cuenta puedes reconectar con tu corazón. Esa sensación cálida y elevada y puedes proyectarla más allá de ti, hacia donde desees. Reposa en esta sensación todo el tiempo que desees. Mueve esa intención allá donde desees. Cuando decidas terminar, haz 3 respiraciones. Mueve suave tus manos y tus pies. Abrazate este espacio donde has vuelto al estado natural del ser humano y trata de mantener esta actitud durante el día de hoy.