A miller makes a deal with a stranger who promises him riches in exchange for what is behind his mill. The miller agrees, thinking it's just the apple tree. However, it turns out to be his daughter. The devil comes three times to claim her, but each time she manages to avoid him. Eventually, she marries a king and has a child. The devil tries to deceive the king with false letters, but the queen and her child escape and are taken care of by an angel. After seven years, the queen's hands grow back, and when the king returns, they are reunited.
Hola, vamos a hacer este nuevo episodio grabĂĄndonos en vĂdeo y grabĂĄndonos en audio, vamos a hacer este podcast, pero mĂĄs que todo es de cuentos oportunos, a quĂ© quiero llegar con esto, que en dado caso en ocasiones vamos a reaccionar en algunos momentos a comentarios buenos o malos que sean y tambiĂ©n estaremos desarrollando temas de la actualidad, en dado caso estaremos tambiĂ©n verificando algunos cuentos que quisiera la audiencia, que se busquen, que se cuenten en este medio, entonces yo estarĂ© en sus manos para que se puedan hacer las cosas bien, por el momento vamos a empezar con la introducciĂłn, yo me llamo JosĂ© Alberto Orellana para servirles y pues estarĂ© con ustedes en este emprendimiento que quiero realizar y pues con mucho esmero y espero que todo nos salga bien, entonces vamos a intentarlo, tambiĂ©n cualquier crĂtica constructiva es bienvenida conmigo, es buena o mala, entonces le agradecerĂa mucho que me hablaran, pues que no tuvieran pena, que me dirĂĄn que estĂĄ bueno, que estĂĄ malo, mirĂĄnse esto, hacĂ©lo todo, entonces es posible que mejoremos poco a poco a cada uno de nosotros y podamos disfrutar de nuestro contenido y podamos hacer las cosas bien, bueno el cuento de hoy se llamarĂĄ la doncella sin mano, a un molinero le iban mal las cosas, a cada dĂa era mĂĄs pobre, al fin ya no le quedaba sino el molino y un gran manzano que habĂa detrĂĄs, un dĂa se marchĂł al bosque en busca de leña y es aquĂ que le saliĂł el encuentro un hombre ya viejo, a quien jamĂĄs habĂa visto y le dijo, por quĂ© fatigarte partiendo leña, yo te harĂ© rico sĂłlo con que me prometas lo que estĂĄ detrĂĄs del molino, quĂ© otra cosa puede ser sino el manzano, pensĂł el molinero y aceptĂł la condiciĂłn del desconocido, Ă©ste le respondiĂł con una risa burlona, dentro de tres años volverĂĄ a buscar lo que es mĂo y se marchĂł, al llegar al molinero a su casa saliĂł a recibirlo su mujer, dime cĂłmo es que tan pronto nos hemos vuelto ricos, en un abrir y cerrar de ojos se han llenado todas las arcas y cajones, no sĂ© cĂłmo y sin que haya entrado nadie, respondiĂł el molinero, he encontrado a un desconocido en el bosque y me ha prometido grandes tesoros, en cambio yo le he prometido lo que estĂĄ detrĂĄs del molino, el manzano bien vale todo esto, quĂ© has hecho marido exclamĂł la mujer horrorizada, era el diablo y no se referĂa al manzano sino a nuestra hija que estaba detrĂĄs del molino barriĂ©ndola, la hija del molinero era una muchacha muy linda y piadosa, durante aquellos tres años siguiĂł viviendo en el temor de dios y libre de pecado, tan escurrido que hubo en plazo llegando el dĂa de que el maligno debĂa llevĂĄrsela, lavose con todo cuidado y trazĂł con tiza un cĂrculo a su alrededor, presentĂĄndose al diablo de madrugada pero no pudo acercĂĄrsele y dijo muy colĂ©rico el molinero, quita toda el agua para que no pueda lavarse pues de otro modo no tengo poder sobre ella, el molinero asustado hizo lo que se le mandaba, a la mañana siguiente volviĂł el diablo pero la muchacha habĂa estado llorando con las manos en los ojos por lo que estaba limpiecĂsima, asĂ tampoco pudo acercarse el demonio que dijo furioso al molinero, cĂłrtale las manos pues de otro modo no puedo llevĂĄrmela, como puedo cortar las manos a mi propia hija contestĂł horrorizado el molinero, pero el otro le dijo con tono amenazador si no lo haces eres mĂo y te llevarĂ© a ti, el padre espantado prometiĂł obedecer y dijo a su hija, hija mĂa si no te corto las dos manos se me llevarĂĄ el demonio, asĂ se lo prometiĂł en mi desesperaciĂłn, ayĂșdame en mi desgracia y perdĂłname el mal que te hago, padre mĂo respondiĂł ella, haced conmigo lo que os plazca, soy vuestra hija y tendiendo las manos se las dejĂł cortar, vino el diablo por tercera vez pero la doncella habĂa estado llorando tantas horas con los muñones apretados contra los ojos que los tenĂa limpĂsimos, entonces el diablo tuvo que renunciar, habĂa perdido todos sus derechos sobre ella, dijo el molinero a la muchacha, por tu causa he recibido grandes beneficios, mientras viva todos mis cuidados serĂĄn para ti, pero ella le respondiĂł no puedo seguir aquĂ voy a marcharme, personas compasivas sabrĂĄn que me den lo que necesite, se hizo atar a la espalda los brazos amputados y al salir el sol se puso en camino, anduvo todo el dĂa hasta que cerrĂł la noche, llegĂł entonces frente al jardĂn del rey y a la luz de la luna vio que sus ĂĄrboles estaban llenos de hermosĂsimos frutos pero no podĂa alcanzarlos pues el jardĂn estaba rodeado de agua, como no habĂa cesado de caminar en todo el dĂa sin comer ni un solo bocado sufrĂa mucho de hambre y pensĂł ojalĂĄ pudiera entrar a comer algunos de estos frutos si no me morirĂ© de hambre, arrodeĂĄndose invocĂł a dios y aquĂ que de pronto apareciĂł un ĂĄngel este cerrĂł una esclusa de manera que el foso quedĂł seco y ella pudo cruzarlo a pie en junto, entrĂł entonces la muchacha en el jardĂn y el ĂĄngel con ella vio un peral cargado de hermosas peras todas las cuales estaban cortadas se acercĂł y comiĂł una, cogiĂ©ndola del ĂĄrbol directamente con la boca para acallar el hambre pero no mĂĄs el jardinero la estuvo observando pero como el ĂĄngel seguĂa a su lado no se atreviĂł a intervenir pensando que la muchacha era un espĂritu y asĂ se quedĂł callado sin llamar ni dirigirle la palabra, comido que hubo la pera la muchacha sintiĂ©ndose el hambre satisfecha fue a ocultarse entre la maleza, el rey a quien pertenecĂa el jardĂn se presentĂł la mañana siguiente y al contar las peras y notar que faltaba una preguntĂł al jardinero que se habĂa hecho de ella y respondiĂł el jardinero, anoche entrĂł un espĂritu que no tenĂa manos y se comiĂł una directamente con la boca y como pudo el espĂritu atravesar el agua dijo el rey y donde fue despuĂ©s de comerse la pera, bajo del cielo una figura con un vestido blanco como la nieve que cerrĂł la esclusa y detuvo el agua para que el espĂritu pudiese cruzar el foso y como no podĂa ser sino un ĂĄngel no me atrevĂa a llamar ni a preguntar nada despuĂ©s de comerse la pera el espĂritu se retirĂł, si las cosas han ocurrido como dices declarĂł el rey, esta noche velarĂ© contigo, cuando ya oscurecĂa el rey se dirigiĂł al jardĂn acompañado de un sacerdote para que hablara al espĂritu sentaronse de los tres debajo del ĂĄrbol atentos a lo que ocurriera a medianoche se presentĂł la doncella viniendo del boscaje y acercĂĄndose al peral comiĂ©ndose otra pera alcanzĂĄndola directamente con la boca a su lado se hallaba el ĂĄngel vestido de blanco saliĂł entonces el sacerdote y le preguntĂł Âżvienes del mundo o vienes de dios? Âżeres espĂritu o ser humano? a lo que respondiĂł la muchacha no soy espĂritu sino una criatura humana abandonada de todos menos de dios dijo entonces el rey si te ha abandonado el mundo yo no te dejarĂ© y se la llevĂł a su palacio y como viera tan hermosa y piadosa se enamorĂł de ella dando a hacerle unas manos de plata y la tomĂł por esposa a cabo de un año el rey tuvo que partir para la guerra y encomendĂł a su madre la joven reina diciĂ©ndole cuando sea la hora de la luz a tenerla y cuidarla bien y enviadme enseguida una carta sucediĂł que la reina tuvo un hijo y la abuela apresurĂĄndose a comunicarse al rey la buena noticia pero el mensajero se detuvo a descansar en el camino junto a un arroyo y extenuado de su larga marcha se durmiĂł acudiĂł entonces el diablo siempre dispuesto a dañar la virtuosa reina y trocĂł la carta por otra por la que ponĂa que la reina habĂa traĂdo al mundo un monstruo cuando el rey leyĂł la carta espantĂĄndose y se entristeciĂł sobremanera pero escribiĂł en contestaciĂłn que cuidase de la reina hasta su regreso volviĂ©ndose el mensajero con la respuesta y se quedĂł a descansar en el mismo lugar durmiĂ©ndose tan bien como la ida vino el diablo nuevamente otra vez lo cambiĂł la carta del bolsillo sustituyendo la porota que contenĂa la orden de matar a la reina y a su hijo la abuela arronizĂĄndose el recibir aquella maciza carta y no pudieron presentar crĂ©dito a lo que leĂa volviĂł a escribir al rey pero recibiĂł una respuesta idĂ©ntica ya que todas las veces el diablo cambiĂł la carta que llevaba el mensajero con la Ășltima le ordenaba incluso que un testimonio de que habĂa cumplido el mandato guardĂĄndose la lengua y los ojos de la reina pero la anciana madre desolada de que hubieses de ser vestida con sangre tan inocente mandĂł que por la noche trajese un ciervo al que sacĂł los ojos y cortĂł la lengua luego dijo a la reina no puedo resignarme a matarte como ordena el rey pero no puedes seguir aquĂ mĂĄrchate con tu hijo por el mundo y no vuelvas atĂĄndole el niño en la espalda y la desgraciada mujer se marchĂł con los ojos ennegados en lĂĄgrimas llegando que hubo un bosque muy grande y salvaje se hincĂł de rodillas invocĂł a dios se le apareciĂł el ĂĄngel del señor y la condujo a una casita en la cual podĂa leerse en un letrerito aquĂ todo el mundo vive de balde saliĂł de la casa una doncella blanca como la nieve que le dijo bienvenida señora reina y la acompañó al interior desatĂĄndose de la espalda su hijito se lo puso al pecho para que pudiera darle de mamar y despuĂ©s lo tendiĂł en una camita bien mullida preguntĂĄndole entonces la pobre madre cĂłmo sabes que sos reina y la blanca doncella respondiĂł soy un ĂĄngel que dios ha enviado a la tierra para que cuide de ti y de tu hijo la joven viviĂł en aquella casa por espacio de siete años bien cuidada y atendida y su piedad era tanta que dios compadeciĂł hizo que volviese a crecerle las manos finalmente el rey terminada la campaña regresĂł a palacio y su primer deseo fue ver a su esposa e hijos entonces la anciana reina prorumpiĂł a llorar exclamando hombre malvado no me enviaste la orden de matar aquellas dos almas inocentes y mostrĂĄndole las dos cartas falsificadas por el diablo añadiendo hice lo que me mandaste y le señalĂł la lengua y los ojos y el rey prorumpiĂł a llorar con gran amargura y desconsuelo por el triste fin de de su infeliz esposa y de su hijo hasta que la abuela apiadada le dijo consuĂ©late que aĂșn vive de escondidas y se mataron a cierva y guardĂ© estas partes como testimonio en cuanto a tu esposa le atĂ© al niño en la espalda y le envĂa a vagar por el mundo haciĂ©ndole prometer que jamĂĄs volverĂa aquĂ ya que tan enojado estabas con ella dijo entonces el rey no cesarĂ© de caminar mientras vea cielo sobre mi cabeza sin comer ni beber hasta que haya encontrado a mi esposa y a mi hijo asĂ es que no han muerto de hambre o de frĂo estuvo el rey vagando durante todos aquellos siete años buscando en todos los riscos y grutas sin encontrarla en ninguna parte y ya pensaba que habĂa muerto de hambre en todo aquel tiempo no comiĂł ni bebiĂł pero dios lo sostuvo por fin llegĂł un gran bosque y en descubriĂł la casita en el con el letrerito aquĂ todo el mundo vive de balde saliĂł la blanca doncella y cogiendo lo de la mano lo llevĂł al interior y le dijo bienvenido señor rey y le preguntĂł luego de dĂłnde venĂa pronto harĂĄ siete años respondiĂł Ă©l que ando errante en busca de mi esposa y mi hijo pero no los encuentro en ninguna parte el ĂĄngel le ofreciĂł comida y bebida pero Ă©l la rehusĂł pidiendo sĂłlo que le dejasen descansar un poco tendiendo a dormir y se cubriĂł la cara con un pañuelo entonces el ĂĄngel entrĂł en los aposentos que allĂ se hallaba la reina con su hijito al que solĂa llamar dolorito dolorido y le dijo sal allĂĄ afuera con el niñón que ha llegado tu esposo saliĂł ella de la habitaciĂłn en que el rey descansaba el paño se le cayĂł de la cara por lo que dijo la reina dolorido recoge aquel pañuelo de tu padre y vuelve a cubrirle el rostro obedeciĂł el niño y le puso el lienzo sobre la cara pero el rey que lo habĂa oĂdo en sueños volviĂł a dejarlo caer adrede el niño impacientĂĄndose exclamĂł madrecita cĂłmo puedo tapar el rostro de mi padre si no tengo padre ninguno en el mundo en la oraciĂłn aprendida a decir padre nuestro que estĂĄs en los cielos y tĂș me has dicho que mi padre estaba en el cielo y era dios nuestro señor cĂłmo quieres que conozca a este hombre tan salvaje no es mi padre al oĂr el rey estas palabras se incorporĂł y le preguntĂł quiĂ©n era respondiĂ©ndole ella entonces soy tu esposa y este es dolorido tu hijo pero al ver al rey sus manos de carne explicĂł mi esposa tenĂa las manos de plata dios misericordioso me devolviĂł las manos naturales dijo ella y el ĂĄngel saliĂł fuera y volviĂł enseguida con las manos de plata entonces tuvo el rey la certeza de que hallaba antes a su esposa y a su hijo besĂĄndolos a los dos dijo fuera de sĂ de alegrĂa quĂ© terrible peso se me ha caĂdo del corazĂłn el ĂĄngel del señor les dio de comer por Ășltima vez a todos juntos y luego los tres emprendieron el camino de palacio para reunirse con la abuela hubo grandes fiestas y regocijos y el rey y la reina celebraron una segunda boda y vivieron felices hasta el fin.
Bueno este por el momento va a ser el primer capĂtulo de estos cuentos oportunos espero que sea de mĂĄs que todo de su agrado y poderles proporcionar este medio para poderles pues complacer con algunos cuentos historias cualquier situaciĂłn que ustedes necesiten estarĂ© disponible en cualquier medio vamos a crear las redes sociales tambiĂ©n de tiktok, instagram, facebook estaremos creĂĄndolas de cuentos oportunos para que ustedes se comuniquen y podrĂĄn pedir sus peticiones valga la redundancia y puedan ustedes complacer a su corazĂłn entonces por mĂĄs instancias les agradezco por este por escucharme por atenderme y pues escucharme mĂĄs que todo para yo expresarme en estos cuentos y espero que a ustedes les haya gustado escucharme mĂĄs que todo y como les digo crĂticas constructivas estoy bienvenido buenas o malas y les agradecerĂa mucho y pues nada muchas gracias y pues hasta luego