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Beatriz, a project manager, and Anita, a psychologist, discuss how to disagree without being unpleasant. They emphasize that disagreement is healthy and can lead to better ideas and understanding. They suggest that being open-minded, empathetic, and respectful is important when navigating disagreements. They also discuss the importance of listening and considering different perspectives. They believe that it is possible to cultivate the skill of disagreeing respectfully through practice and learning. They provide the example of using the "lettuce, meat, lettuce" approach, which involves being kind, honest, and open in communication. Yo soy Beatriz, Project Manager, y este espacio viene a ustedes gracias a la colaboración de todo nuestro equipo de trabajo que hace posible que se vea. Hoy vamos a hablar acerca de cómo estar en desacuerdo, siendo agradable o ser asertivo. Vamos a esperar mientras Anita ya se está uniendo. Hola, Anita, ¿cómo estás? Feliz noche, gracias por acompañarnos. ¿Cómo te ha tratado este día, esta semana? Bueno, ha sido una buena semana, yo creo. He hecho replantearme muchas cosas y he aprendido muchísimo, así que eso siempre es bueno. Bueno, Anita, hoy nos vas a acompañar a desarrollar un tema que es cómo entrar en desacuerdo sin ser desagradable o sin caer en todas estas cositas, porque a veces también son como unos miedos que forman parte de la vida. Anita, para los nuevos que están entrando en la comunidad, dile un poquito, háblales un poquito de ti y entramos de una vez en materia. Bueno, yo soy psicóloga, desde el 2012, ejerzo un poco en la práctica clínica y también organizacional. Soy especialista en gestar y, bueno, me encanta ayudar a la gente como en todo lo que se pueda. Para eso estamos aquí hoy. Entonces, para entrar en materia, porque es un tema que pidieron mucho, Anita, cómo navegar por esos desacuerdos, porque a veces los queremos lograr con un proceso constructivo, pero a la vez es respetuoso, pero a veces el desacuerdo es inevitable. Entonces, sí me gustaría que tú nos digas cómo ves el hecho de estar en desacuerdo. Tú que eres psicóloga. Bueno, como siempre, comienzo todo. Lo primero que hay que hacer es preguntarnos qué es estar en desacuerdo para poder entender cómo estar en desacuerdo. Y estar en desacuerdo es simplemente tener una opinión o un criterio diferente a la realidad que se nos plantea en determinado momento. Y ahí yo me pregunto, entonces, ¿realmente qué es lo que no es sano? ¿Es estar en desacuerdo o es estar de acuerdo todo el tiempo? Porque a mí me parece mucho más disfuncional estar de acuerdo todo el tiempo, por muchas razones, o porque no pienso con claridad lo que quiero, o porque temo expresar lo que quiero, o lo que deseo, o lo que necesito, o realmente mi punto de vista. Y además yo pienso que si ocasionalmente comparto con personas que están en desacuerdo, yo puedo aprender mucho más. Es decir, ¿no sabes que siempre piensas mejor que uno? Si yo realmente me desligo un poco del miedo de lo que pueda significar estar en desacuerdo con la otra persona, porque no siempre estar en desacuerdo significa que haya un conflicto, que haya agresividad, que haya violencia. No significa eso, significa simplemente no estar de acuerdo en una opinión, en un criterio, o en un hecho que se va a establecer. Entonces, es como si era importante considerar eso, que estar en desacuerdo no siempre significa violencia, ni agresividad, ni malos resultados. A veces hay mejores resultados que un desacuerdo, inclusive, porque se puede llegar a una mejor idea, a un mejor criterio, y sobre todo en el ámbito empresarial, o en cuanto a los emprendimientos, nos da muchas buenas ideas para mejorar. A ver si se responde un poco a lo que querías preguntar. Sí, Anita, yo siento que es muy válido también eso que no, me gusta mucho como acuerdas que no necesariamente estar en desacuerdo quiere decir que va a haber violencia, que va a haber todo un número de cositas que van a hacer que la relación no se dañe o que no pase nada, sino que yo siento que más bien eso nos da piso para establecer mejores vínculos. Entonces, aquí hay una pregunta que está aquí en el chat y dice, ¿existe un modo de estar en desacuerdo correcto? Anita, ¿qué nos podrías decir tú? ¿Existe un modo de estar en desacuerdo correcto? O sea, como te digo, yo pienso que hay tanta diversidad que es válido y es oportuno que todos podamos estar en desacuerdos en determinadas cosas o en determinados momentos. Eso es lo más saludable, tanto para nosotros mismos como para los demás. Así que, incluso yo creo que si optamos por actuar, estar de acuerdos de alguna forma con todos, realmente es como herirnos a nosotros mismos o a nuestros criterios. O sea, la sensación desagradable parte por ahí. A veces tememos decir las cosas por herir al otro, por ofender al otro, porque el otro se va a alejar inclusive. O por el miedo que tenemos a la respuesta. Ya suponemos qué va a pensar el otro. Claro. Como con todo lo que he aprendido acerca de la respuesta del otro, entonces prefiero evitar. Y así, cuando evito, incluso me hago daño a mí mismo. Entonces, estar en desacuerdo con nosotros mismos es como lo más terrible que nos pueda pasar. Pero estar en desacuerdo con el otro siempre me va a dar como una oportunidad. De eso se trata. De una oportunidad de conocer al otro, de conocer más ampliamente la realidad. Porque, bueno, fíjate. Todos ocupamos un lugar diferente en el mundo. Lo que tú piensas, desde el país en donde estás, desde lo que estudiaste, desde cómo has vivido es diferente a lo que tú piensas. Si yo, por ejemplo, inclusive que pienso diferente en las semanas que nos hemos quedado juntas, hemos compartido ciertas cosas juntas. O sea, cada uno ve las cosas diferentes. Si estamos en un parque. Contra todo, mucho más fácil, estamos en un parque. Y los dos estamos mirando hacia el horizonte. Lo que yo veo es diferente a lo que tú ves. Por espaciados 15 centímetros de distancia. Si eso es así, que hay una diferencia ahí. Claro que va a haber diferencias con muchas cosas. Y eso es bueno. Porque cada uno tiene una realidad diferente y la empatía va a ser lo que me va a dar como resultado entender al otro y mantener al mismo tiempo mi punto de vista y ampliar mi mirada. Si yo junto mi mirada con la mirada que está a mi lado, va a ser más amplia y tal vez más oportuna si se trata de un problema a la solución. Vi que también había una preguntita más abajo que decía, bueno, lo mejor es estar de acuerdo que estamos en desacuerdo. Y también vi otro que dice, bueno, pero la mejor manera de estar en desacuerdo de forma educada es simplemente eso. Pero tal vez eso es como quedarse en paz. Estar de acuerdo que estamos en desacuerdo, ok. Pero sin ver el punto de vista del otro. No sé si realmente sea algo nutritivo. No sé, Anita, tú que eres psicóloga, ¿qué opinas al respecto de esa forma correcta de estar en desacuerdo sin ofender? O esa parte simplemente de decir, estamos en desacuerdo y ya. ¿Sí me entiendes? ¿Cómo ves tú ese argumento? Dicen, no, no estoy de acuerdo y punto, se acabó. Y la relación termina, pero realmente no es lo que necesitamos. Necesitamos tal vez hablar como si tuviéramos razón, pero escuchar como si siempre estuviésemos equivocados. Y muchas veces necesitamos escuchar antes de poder hablar para poder comprender el punto de vista del otro y la realidad del otro. Y tal vez incluso mi punto de vista sea el que cambie. No siempre tengo que hacer que el otro cambie de criterio. También tengo que estar abierto a que yo puedo estar equivocado, a que yo puedo hacer las cosas correctas, a que tengo mejores oportunidades. Y bueno, obviamente implica también con cómo somos, con cómo actuamos o el momento situacional en el que estamos viviendo. Porque a veces también somos reactivos. Y nos dejamos de actuar, dejamos de filtrar a través de nuestros principios, creencias, valores, y simplemente explotamos ante una situación. Esto también hay que verificarlo. ¿Estamos realmente dando una respuesta o estamos siendo reactivos ante la situación que está pasando? ¿Cómo es más fácil llegar a un acuerdo o ser menos desagradable ante el desacuerdo? Porque podemos simplemente no estar de acuerdo nunca y seguir siendo amigas o seguir siendo compañeros de trabajo. Y cada uno mantiene su punto de vista. No necesitamos sí o sí estar de acuerdo con el otro. Necesitamos respeto, escuchar, empatía, y ver el criterio del otro siempre como una oportunidad de mejora. Eso creo que sería lo ideal. Y también me gusta esa parte que dices de todo el hecho de escuchar también. Me parece muy importante escuchar todos los argumentos del otro y estar abierto también a que tal vez sea yo quien cambie de opinión en vez de yo tratar de convencer al otro de que tome mi postura. Entonces eso también me parece que es algo muy valioso y me parece que ayuda a entender que aquí no hay ganadores ni perdedores, sino hay posturas diferentes. Entonces me gustó mucho eso. Y aquí Vanessa nos dice qué tipo de frases pudieran ser las más amables para promover este tipo de empatía cuando hay desacuerdo. De qué forma poder escuchar como si estuviéramos equivocados. Y también, bueno, hay muchas preguntas, Anita, como tú vas viendo. Y también hay una que dice por aquí abajo, ¿es posible cultivar esta habilidad o este talento? Anita, ¿tú crees que es posible cultivar esta habilidad o este talento? O que fichan, como decían más arriba, alguna pregunta mágica que nos puedas ayudar o que nos pueda servir de ti. Bueno, la magia no existe, tristemente. Pero el aprendizaje sí. Y realmente ganamos más. Mientras más capacidad tenemos de aprender, que si, por ejemplo, tenemos un coeficiente intelectual alto. O sea, somos más adaptados socialmente, nos relacionamos mejor y tenemos mejores oportunidades. Todo en esta vida se aprende. Nadie no se ha aprendido de absolutamente nada. Y todos somos una muestra del aprendizaje que hemos tenido en nuestra vida. Desde hablar, caminar, a cosas mucho más amplias, como las labores que tenemos que hacer por trabajo. Siento que sí, que se puede aprender. Que es una cuestión de práctica, de práctica y de práctica. Que también se puede ver en terapia. Es que no nos sentimos como lo suficientemente preparados para caminarnos solos. A veces necesitamos un poco de eso. Y hay como muchas herramientas que podemos utilizar. Una frase como tal, no sé. Pero hay, no sé, por ejemplo, a mí me gusta mucho utilizar la herramienta de la lechuga. Lechuga, carne, lechuga. Es como lo que yo siempre intento estructurar en mi cabeza. La lechuga, a la que se refiere, se trata de algo amable, real, del otro. La carne, en este caso, es lo pesado, lo complejo, lo que sabemos que tal vez al otro le va a costar de adquirir. Y tal vez más lechuga. Y a veces, ¿por qué no aderezo? Algo motivacional para que sea mucho más rica la conversación y que llegue de otra manera. Entonces, ¿cómo sería? El diferente de otra es que yo te diga, no sé, simplemente, no me gusta la forma en como tú haces los datos. A que yo te diga, no sé. Me encantan las preguntas. Y pienso que pudiéramos tener más variados participantes para tomar en cuenta otras áreas. Y me encanta siempre la disposición que han tenido todos los compañeros para que se pueda desarrollar todo lo que en 20 minutos se da. Es como la lechuga, la primera parte, la idea que quiero mejorar en el centro y una idea final buena y que te aliente a seguir mejorando en el proceso en el que estás pasando. Pero hay situaciones más complejas. Lo otro también que suelo utilizar bastante es considerar el cómo estamos diciendo las cosas. Y el considerar una frase continua. Muchas veces utilizamos la frase pero cuando estamos muy a punto. Mucho. Es muy frecuente y es muy normal. Yo siento que a veces hasta ni nos damos cuenta. Esto sale automáticamente. Automáticamente. Y es tal vez la frase que más llega al otro. No sé. Tú eres un excelente trabajador, pero porque siempre llegas tarde. Valida totalmente la primera parte del curso. Exactamente. Si yo en cambio dijera, eres un excelente trabajador y me encantaría que llegaras más temprano para que me pudieras apoyar un poco más en otras cosas, sería una frase totalmente diferente. Es diferente. Suena totalmente diferente. Suena diferente. La reacción va a ser diferente en el otro. Hay varias cosas ahí. Otra cosa que hay que cultivar, por supuesto. Me da mucha risa los comentarios. Otra cosa que hay que cultivar. Que el otro también se sienta un poco estresado también. En realidad el otro, tal vez yo no la conozco. Y yo le estoy pidiendo sí o sí que llegue más temprano, pero yo no sé qué le está pasando a él. Tengo que escuchar un poco su realidad. Ver por qué considera que llegar a esa hora es como más oportuno para él o para el equipo. No sé. Como intentar ver todas esas cosas. Es verdad, Anita. Y fíjate, yo siento que el Pedro sale mucho. Me gusta mucho esa votación. Hay que tenerlo como presente. Y también la manera como se estructura la franquicia. Anita, yo siento que aparte de no sonar desagradable, son todas esas cositas que tú nos estabas diciendo. Un tono, cultivar un tono de voz. De repente un tono de voz más cooperativo. Mostrarse también realmente interesado, ¿sabes? Realmente conectado con ese momento. No sé, tú me conectas porque tú realmente eres especialista. Y no sé si ayuda, Anita, a buscar un punto en común. Por ejemplo, no sé si esto podría ser, porque aquí nos seguían preguntando de técnicas. Anita, ¿tú qué piensas al respecto? Buscar un punto en común es ideal. Resulta que ese va a ser el punto de partida, ¿sabes? Sí, hay muchas discrepancias o desacuerdos que tenemos. Y sí, hay muchos puntos en que coincidimos en la vida. Entonces, es un poco partir también como desde lo que sí tenemos para transformar lo que no tenemos en una realidad mucho más amplia. Así que sí, es súper importante considerar en la vida personal, en la vida laboral y todo. Porque también desde ahí el otro se va a sentir escuchado, atendido de alguna forma. ¿Sabes? Como no simplemente juzgado. Que es como, en realidad, el problema cuando estamos en desacuerdos. Nosotros siempre se vamos a sentir juzgados, o ofendidos, porque considera que la otra persona nos está respetando como su realidad y sus puntos de vista. Entonces, obviamente, considerar puntos en común es súper, súper importante. Hay una cosa que yo hago mucho, particularmente, y que también supiera bastante, y es escribir respecto a lo que pienso o lo que escribo. No solo investigar el tema. A veces también nosotros nos engañamos a nosotros. Nosotros queremos saber más de otro tema. Pero entonces voy y busco varios que se relacionan a lo que yo pienso que es correcto. No a algo diferente. Entonces, ahí a veces también me engaño un poco. Escribir funciona porque a veces se dan cuenta también de los vacíos que tengo de conocimiento, de los vacíos que tengo de criterios, y así me da la oportunidad de realmente reforzar qué es lo que necesito aprender o reaprender, o desaprender, que es la parte más difícil y necesaria en todo el mundo. Sí, saber reconsiderar ideas es algo que a veces no tenemos mucha práctica. Nos quedamos con una idea, con una cosa, y nos pasamos por eso, y así pensamos todo el tiempo. Y a veces hay momentos o ciertos puntos en que hay que reconsiderarlos. Por aquí, aquí nos dice, Maru también nos dice respirar profundo y ser empático. Javier Ríos, el coach, nos dice empatía. Sí, Anita, me gusta mucho eso que tú dices de saber reconsiderar una idea. Oye, entonces, a veces uno ni se lo plantea. Uno dice, no, esto es así, una certeza absoluta y ya. Claro, y eso. Y te hace ampliar y buscar información que apoya en tu certeza. Y te relacionas con personas que piensan igual que tú, que consideran las cosas igual que tú. Y qué rico es poder conversar con personas en la calle que piensan cosas diferentes de lo que tú piensas, que tienen una cultura diferente, que tienen una, que profesan una fe en la suya, que aprenden mucho más. Sí. Que cultivan mucho más. Y desde que tienen un trastorno, pueden dar más. Hasta cuando eso no pase, es muy poco lo que yo puedo dar al récord. Es muy poco lo que yo pueda crecer personalmente, relacionalmente, y también empresarialmente. Sí, Anita, eso es muy cierto. Yo siento que es válido también y muy nutritivo cuando te dan todos esos espacios que tú nos dices. Es realmente algo que nos ayuda a crecer. Anita, yo siento que ya estamos llegando al tiempo, chicos. Entonces, vamos a permitirles hacer una última preguntita. Ricardo 42 nos dice, entonces, ¿estar en desacuerdo es un arte? Bueno, yo no sé si sea un arte, pero ¿qué piensas tú, Anita? ¿Qué nos puedes decir? Relacionarnos es un arte. Relacionarnos es un arte en sí mismo. Y nos ha costado un millón de siglos hacerlo. Antes, en la prehistoria, la gente no se relacionaba de las cosas que pasa ahora. Y ahora mismo, inclusive por sentirse irrespetados, el desacuerdo ha sido un conflicto, y ha sido violencia, y ha sido motivo de guerra. Y lo vemos en las redes sociales. No está muy lejos de nuestra realidad, aunque sea. Es un arte relacionarse. Y es un arte también aprovechar las oportunidades de esas relaciones. Y las oportunidades, muchas veces, se ven vestidas de desacuerdo. Muchas veces. La mayor parte de las veces. Crecemos más cuando estamos en desacuerdo. Más cuando estamos de acuerdo. Muchísimo más. Así que, sí, me parece que es un arte, y que necesitamos aprender, instruirnos. Y sobre todo es aprender muchas cosas para poder disfrutar, inclusive eso, no estar de acuerdo con el otro. Sí, seamos artistas. Sí, sí, me encanta porque sí, realmente. Y me gusta mucho también lo que nos dice de que a veces el desacuerdo se viste de diferentes maneras, y a partir de él también crecemos. Entonces, yo siento que sí. Sí, entonces espero que eso haya respondido la pregunta del joven que nos matía. Y bueno, chicos, ya vamos a ir cerrando esta cápsula. Chicos, muy felices que nos hayan acompañado, que hayan participado. Y bueno, gracias Anita por tu tiempo, nos complace mucho que nos hayas podido acompañar nuevamente por este espacio que nos dedicaste para nuestra comunidad, con tus conocimientos, con tus experiencias. Y sí, por aquí, como dice Yanni, esto es algo para cultivar. Entonces, yo también opino que es algo para cultivar, es un arte. Me encantan todas las frases que están usando, son muy bonitas. Entonces, Anita, no sé si te quieres despedir antes de... Sí. No sé, Anita, si te quieres despedir, unas frases o algo. Bueno, primero, gratitud eterna siempre por dejarse, por escuchar tal vez mi criterio en algunos momentos, mis puntos de vista. Siempre que pueda voy a compartir lo mejor, las mejores partes. Y esto igual me hace mucho crecer. Ojalá se puedan dar como temas diferentes para que todos digamos que es cierto. Y acércate a la línea de que el desacuerdo es una oportunidad de crecimiento, de conocer y de evolución de la humanidad. Entonces, Anita, espero que hayan muchos más. Muchísimas gracias por acompañarnos. Para nosotros eres una invitada que siempre nos tiene muchas reflexiones. Es genial, son espectaculares. Nos vamos con eso pensando y moviendo estas cositas para tal vez hablarlas luego para reflexionar. Entonces, mil gracias, Anita. Un abrazo a la comunidad. Muchísimas gracias. Y nos vemos en la próxima cápsula.