Episodio 8 - El Autodialogo

In this conversation, Tania and her friend discuss the concept of self-dialogue and the impact it has on our lives. They talk about how self-dialogue can be automatic and unconscious, often leading to negative self-criticism. They discuss the importance of being aware of our thoughts and how they affect our emotions and behavior. Tania suggests exercises to increase self-awareness and shift towards more positive self-talk. They also mention the influence of body posture on our mindset and offer techniques to reprogram negative thought patterns. Overall, the conversation emphasizes the importance of self-reflection and self-compassion in improving our inner dialogue and overall well-being. ¿Qué tal, Tania? ¿Cómo estás? Muy bien, gracias. ¿Y tú? Aquí estamos. ¿Estás bien esta semana? Sí, súper contenta de empezar lunes con este tema que a mí me apasiona. Hoy vamos a hablar del autodiálogo. Sí, ahí sí que tendremos mucho que hablar, creo yo, de este tema, porque todos lo hemos experimentado y lo hacemos cada día inconscientemente. Creo que no hay nadie que no dialogue con sí mismo, ¿a que sí? Claro, exactamente. Ocurre de una manera tan automática que, o sea, tenés que esforzarte en encontrar esa voz interna, porque muchas veces se esconde y es difícil encontrarla, porque tiene miedo a la autocrítica, que también hemos hablado en ocasiones anteriores. Sí, y bueno, con tal de que el autodiálogo sea positivo no pasa nada, ¿no? Pero justamente esto es lo que acabas de mencionar, ¿no? El crítico que tienes dentro de ti, que te va machacando en la cabeza y te hace sentir como que te quita la energía, que te da bajones. Y a veces ni nos damos cuenta, es decir, tenemos este automatismo que va dentro de nosotros y es cuando de repente a lo mejor te paras y empiezas a ser consciente de lo que acabas de decir o escuchar en tu cabeza y ese es el momento donde deberías, cuando te das cuenta, girar y pensar en algo positivo. Y esto creo que es algo muy difícil, porque la autocrítica la tenemos cuando realmente también te sirve para mejorar, para crecer un poco personalmente, porque lo que a ti no te gusta lo quieres cambiar para mejorarlo y para demostrar que sabes hacerlo mejor. Y yo creo que de algo sirve, pero lo que sí hace inconscientemente es que te baja mucho el ánimo, porque, no sé, estás como en una onda muy baja, como yo encuentro. ¿Pero cómo se forma? ¿Dónde comienza? Cuando decís los autos, no me acuerdo qué palabra mencionaste, pero digamos la manera automática de pensar negativamente, ¿cuándo se forma eso? ¿En qué momento de nuestra vida lo adquirimos? Yo creo que esto pasa cuando no estás pensando en algo concreto, es decir, en momentos donde haces cosas automáticamente, como, yo qué sé, cocinar, ir en coche, se pierden los dientes, es decir, estas cosas diarias, los hábitos diarios que hacemos, donde no tenemos que pensar en lo que estamos haciendo, esto es ya cuando los pensamientos se nos van por allí y muchas veces pensamos en cosas bonitas, recordamos diálogos que acabamos de escuchar o que hemos escuchado hace poco y a veces, cuando estás en una situación donde ya tienes a lo mejor un bajón emocional, esto es, creo yo, cuando tú comienzas a machacarte, a decir, esto lo podría haber hecho mejor, porque me ha dicho esto, yo qué he hecho para que me diga esto, y luego ya ahí tienes la duda de que si era tu culpa o si era porque la otra persona a lo mejor estaba de mal humor y no tenía nada que ver contigo, pero como se te queda esta emoción y esta emoción no la has trabajado aún y está dentro de tu cuerpo, está dentro de tu pensamiento, y cuando tú menos lo esperas es cuando vuelve y se presenta y tú te das cuenta que estás allí porque sigues con estos pensamientos, no has trabajado esta situación o el diálogo que has tenido. O sea, lo que me estás diciendo, Tania, es que nos agarra desprevenido. Ocurre algo, lo que sea una interacción con alguien o una película que nos influye, cualquier estímulo que aparece en nuestras vidas nos agarra desprevenidas y ahí ocurre la tendencia, si no estamos preparadas o si no tenemos una técnica, un sistema, caemos en estas cuestiones automáticas del inconsciente que nos traen el concepto del autosabotaje, de bajonearnos todavía más. Claro, o también cuando, yo qué sé, llegas tarde a un sitio y luego, ay, siempre me pasa. Cuando tú ves que tienes un hábito repetitivo que ya como lo ves como una cosa de tu personalidad, yo soy la persona que siempre llega tarde, yo soy la persona a la que siempre le pasa esto, esto, lo otro, siempre tengo mala suerte con cualquier cosa que tú veas que se va repitiendo en tu vida, o yo qué sé, con los novios, ay, es que nunca encuentro al chico ideal y siempre tienes tus porqués, ¿por qué a ti te está pasando esto? ¿Por qué a ti no te pasa lo que tú deseas, lo que te gustaría que te pase? Y son esos momentos cuando yo digo que te estás machacando por dentro y es difícil en un momento así ver el lado positivo, es decir, vale, no encuentro al chico y siempre que empieza una relación va mal, pues ¿por qué será? ¿Por qué yo esto? ¿Por qué yo lo otro? ¿Por qué yo no? ¿Dónde está lo positivo de que no encuentro al chico ideal? Es difícil encontrarlo, pero si sigues con este ánimo negativo y ya cuando llegas a conocer pues el siguiente chico ya tienes esta emoción dentro de ti como diciendo bueno, es que mucha esperanza no quiero tener porque luego me va a pasar lo que me ha pasado. No son circunstancias ideales para que esto vaya bien y a lo mejor esto es la razón por qué no va bien, ¿sabes? Porque ya tienes esta expectativa de que como ya tengo experiencias por detrás que no ha ido bien, pues igualmente esta vez, ¿sabes? Y ya estás en otro nivel. Me hiciste acordar, cuando yo era chica yo vivía en un pueblo donde las calles eran de tierra, tipo familia Ingalls, la pequeña casita de la playa, bueno en mi infancia, pueblo chiquito de unos, no sé, 5.000 habitantes y el punto es que cuando llovía obviamente las calles se llenaban de barro y en el proceso de secarse las calles quedaban marcados los surcos por donde pasaban los autos, ¿no? Entonces cuando yo salía a andar en bicicleta la idea era evitar esos surcos y era tan difícil porque por más que yo trataba de maniobrar y escaparme de esos surcos que quedaban, porque la tierra quedaba seca y se formaban esos caminos, por más que yo insistía en salir con la rueda de adelante, que es la que yo podía manejar, inevitablemente la rueda de atrás caía en el surco. Caía, claro, sí. Claro, porque estábamos reprogramados, ya tenemos esos surcos establecidos que los vamos adquiriendo durante nuestra evolución como personas y es muy difícil, por más que prendamos la lamparita, somos conscientes, hacemos cosas con conciencia plena, en el momento, todavía la rueda de atrás va a caer. Entonces, ¿qué podemos hacer, Tania, para aumentar nuestra conciencia sobre estos surcos que no queremos, estos malos hábitos que nos autosabotean? Sí, pues miren, primero que me encanta la metáfora esta porque es así como tú dices, ¿no? Tú intentas salir con la bicicleta porque es un jueguito en ese momento, ¿no? Te gusta intentarlo para ver que vuelves a meterte ahí dentro automáticamente, pero si pensamos en nuestras vidas, muchas veces ni lo intentamos porque no somos conscientes. Es decir, este jueguito que tú has hecho con la bicicleta es algo que deberíamos hacer en la vida real, ¿no? Cuando nos encontramos en situaciones difíciles, intentar salir de la perspectiva esta y mirar desde afuera como si fuéramos un observador, analizar esta situación y decir, a ver, ¿qué es lo que ha ido mal, por qué ha ido mal y qué es lo que puedo cambiar en ese momento? Es decir, ser consciente de que tú realmente tienes el poder de poder cambiar una situación. Encontrando, pues en vez de estar enfocada en tus puntos débiles, encontrando tu fuerza y encontrando tu voz en esta situación. Y también, por ejemplo, en este ejemplo que yo había dado con las relaciones que no funcionan, ahí, por ejemplo, empezar a ver todo lo positivo que tú tienes. Es decir, un ejercicio que a mí me gusta hacer es cuando tú... A ver, encontrar a cinco personas en tu vida, pueden ser familiares tuyos, pueden ser amigos tuyos, pueden ser gente conocida en general que tú no conoces personalmente, y ver cuáles son los que más te gustan porque tienen una parte en el carácter que tú admiras. Tienen algo que a ti te gustaría tener. Y te buscas a estas cinco personas y dices, a ver, mi persona número uno favorita, por ejemplo, para mí personalmente ahora es el Dalai Lama, que tiene tanta sabiduría. La verdad, me encanta leer lo que él tiene que decir y esto. Pues tú vas escogiendo tus cinco personas. Entre mis cinco, por ejemplo, una de ellas también es mi abuelo, que me enseñó mucho. Es decir, no tienen que ser personajes como presidentes o yo qué sé. Puede ser tu padre, tu madre, pero algo que te emocione de ellos, que te toque emocionalmente. Y entonces allí, cuando tú te das cuenta qué es lo que te gusta de ellos, te das cuenta que esto realmente es una parte que tú tienes dentro de ti. Y esto es lo que tú tienes que empezar a nutrir. Es decir, escribir, por ejemplo, en una hoja, esto es lo que me gusta de esta persona. Yo sé que yo esta parte también la tengo dentro de mí y ahora quiero ser consciente, trabajarla, honrarla y sacarla más hacia afuera. Y esto es como tú empiezas a hacer este crecimiento personal del que estamos hablando mucho. Y bueno, esto es un ejercicio en general que puedes hacer para a largo plazo ir saliendo de este carril que tú habías dicho, donde siempre vuelves a entrar con la rueda, pues si te haces consciente de que estás yendo en un camino que no te está llevando a ningún sitio, porque no estás muy contenta con el camino que has cogido, siempre tienes la opción de salir de allí o entrar en otro carril o ir a lo libre, zigzag por allí, disfrutando de la vida. Claro, hay circunstancias personales que no te lo permiten hacerlo tan fácil. Esto también lo tenemos que reconocer. Siempre estamos hablando de que tú puedes, tú puedes. Yo sé que hay situaciones... Bueno, dando anecdótico, Tania, yo me tenía que bajar de la bicicleta para salirme del carril. Eran tan profundos que yo tenía que bajarme de la bicicleta y hacerlo manualmente. El punto es, requería esfuerzo. Era difícil. ¿Cuántas veces seguimos simplemente lo que otro nos dice, lo que todo el mundo hace? Porque es fácil, porque es seguir la corriente, porque nos traemos la inercia. Pero si realmente no estamos contentas con lo que está pasando como consecuencia de seguir el surco, el carril de otros, tenemos que tener la fuerza interior para salir, bajarnos de esa bicicleta y cambiar, elegir nosotras el rumbo de nuestra vida. Claro, y una de estas cosas también, lo que habíamos dicho antes, es hacerse consciente de cómo tú te tratas a ti misma. Si tienes muchos pensamientos negativos, pues esto no te va a llevar a nada. Tienes que siempre buscar lo positivo dentro de ti y lo encontrarás, porque todo el mundo lo tiene. La cuestión es enfocar en lo positivo que tú tienes para nutrirlo, para dejar que crezca, para que pueda florecer y para que esta flor se pueda ver desde afuera y decir que otros alrededor tuya reconozcan y vean que tú realmente estás enseñando una parte tuya que ellos a lo mejor no habían visto o siempre la habían visto, pero como tú no lo reconocías, estaba como medio escondido y ahora se alegran de ver que al fin has logrado enseñarlo. Yo creo que lo primero es ser consciente y luego lo segundo es realmente parar con este autocrítico que tenemos dentro, este autodiálogo negativo y decir a ver, yo no me quiero tratar así, yo quiero ser buena persona con mi misma. ¿Qué es lo que puedo decir yo ahora para sentirme bien? Y otro ejercicio que a mí se me ocurre ahora que la verdad que me gusta mogollón, cuando tú te das cuenta que acabas de tener un pensamiento malo digamos, una autocrítica fuerte o algo, pues si te pones de pie y subes con los dos brazos hacia arriba, hacia el cielo como si quisieras coger algo, que es normalmente una postura que tú tienes en el cuerpo que te da fuerza, que te da firmeza, que te hace sentir como que estás creciendo y en ese momento dices lo negativo y ves cómo se siente o cómo lo sientes tú y verás que o tienes que reírte o que te parece ridículo con esta postura decir lo que antes has pensado y luego para ver el efecto que tiene la postura y el cuerpo, cómo te puede ayudar a alcanzar estas metas de ser una persona más positiva, lo contrario sería cuando tú dices algo súper positivo, bajar la cabeza, bajar los hombros, estar así como si estuvieses todo deprimida en una silla y decir algo súper positivo y verás que tampoco te sale, es decir, no te lo crees en ese momento porque la postura es toda encogida negativa, así que puedes utilizar esto para cuando tú te sientes mal simplemente ponerte duda recta, estirada, los brazos hacia arriba como si quisieras coger el sol y luego gritas lo negativo que tenías que decir y ya con esto en un plis plas se quita y ya te olvidas de este pensamiento y de este tema, a mí me encanta este ejercicio porque la verdad que tiene mucho efecto. Claro, claro, bueno, buenísimo, gracias por compartirlo, lo voy a practicar, yo sé cómo funciona porque como profesora de yoga sé que funciona de los dos lados, comienza en la mente, repercute en el cuerpo, pero también está la reprogramación en nuestro cerebro que viene del cuerpo, por más que nos sentimos deprimidas, por más que estamos mal, en el momento de adquirir una postura erguida, con firmeza, la postura del poder, la postura de la alegría, repercute en nuestro cerebro y lo reprograma para inducir la producción de endorfinas, para hacernos sentir bien y poder conquistar ese autosabotaje o ese mal pensamiento. Y me encanta que esté asociado a una experiencia física, yo no sabía esa parte, lo sabía pero no la practicaba, así que lo voy a comenzar a implementar hoy. Claro, todo el mundo sabe que si tú quieres tener el ánimo mucho más alto, que es siempre bueno hacer ejercicios, hacer deporte y a mí me gusta este ejercicio porque te demuestra en un segundito la influencia que tiene el cuerpo en ti, en tu estado, en tu ánimo, tu estado mental, emocional y claro, no todo el mundo tiene tiempo a salir, a correr, a apuntarse a un gimnasio y hacer deporte con regularidad, aunque estaría bien hacerlo, todo el mundo lo sabe y la ciencia te lo ha demostrado, pero simplemente con ejercicios, aunque sea, por ejemplo, cuando tú estás en el trabajo y tienes un problema con el jefe o con alguien, un compañero de trabajo y por dentro estás, sabes que ya tienes ganas de decir cosas que sabes que mejor no las deberías decir, te vas al baño un momentito, te estiras así como he dicho y lo dices en voz baja para que no te oiga nadie pero lo dices y con esto ya se te quita todo y puedes volver a tu espacio de manera neutra, sin tener ningún rincón ni nada y esto ayuda muchísimo, es decir, la verdad que es una herramienta súper fácil y ayuda un cien por cien. Me parece súper divertido y una anécdota que quería comentarte es cuando yo empecé con este tema del self-talk o el autodiálogo, todo basado en un libro que leí el año pasado a finales como al noviembre y parte de la secuencia, de la parte práctica del libro decía notar cómo las personas que te rodean usan o están manifestando la autocrítica en su forma de autodialogar consigo misma. Entonces, durante un tiempo me convertí en experta ah, está usando self-talk, ah, está usando la autocrítica o se está diciendo eso. Por ejemplo, mi mamá es una persona que es muy ansiosa, ella es impaciente entonces cuando tiene que esperar se pone nerviosa y automáticamente si se le cae algo de las manos se dice a sí misma, ay, qué tonta, o cuando tienes ese tipo de... lo dices sin problemas en voz alta yo me acostumbré, pensé que era normal y ahora desde que leí ese libro estoy con las antenitas paradas aprendiendo, observando y digo, oh, y ahora con este ejercicio no solamente puedo identificar cuando otras personas lo hacen, cuando yo lo estoy haciendo, sino que además puedo liberarme, puedo prevenir caer en ese carril, puedo manejarlo de una manera efectiva porque en el momento que me sorprendo a mí misma pensando algo que me va a hacer daño pum, me estiro las manos para arriba como dijo Tania, lo digo, lo repito y bueno, ya está. Sí, pero sabes, esto es a lo que yo me refiero, que lo haces inconscientemente porque es como un hábito de comentar lo que te acaba de pasar, lo que no te gusta en ese momento y no te das cuenta, pero el subconsciente sí que recibe esta información y esto es cuando queda en este estado de ánimo ya negativo que luego te puede seguir influenciando durante el día, por eso hemos sacado este tema para decirle a los que están escuchando que intenten ser más conscientes de esto y se observen a sí mismos y vean que cambiando esto todo el ánimo puede cambiar también, el estado de ánimo tuyo y que es súper fácil hacerlo. No se pone a pensar de estas cosas como son tan automáticas y son hábitos que como tú dices, conoces de tu madre, nosotros hemos vivido con esto por nuestros padres, nuestros abuelos, todo el mundo lo hace y el tratarte a ti misma como yo siempre me gusta decir, como si fueras tu mejor amiga, yo creo que es lo mejor que puedes hacer porque te lo mereces, todo el mundo se lo merece y bueno, de esto se trata. Guau, me encantó la charla de hoy Tania, muchísimas gracias por los ejercicios, ya tomé nota de los dos que mencionaste y bueno, me parece que traer un poco de luz al espacio invisible del inconsciente, por ahí pasa, todo este trabajo, estas conversaciones tienen que ver con alumbrar, encender un poquito todos los días la luz de la conciencia para hacernos responsable de que todo, todo lo que pensamos, todo lo que creemos de nosotras mismas, todo lo que juzgamos, todo tiene consecuencia, todo repercute en nuestras vidas, entonces aprender a reprogramarnos, aprender a tratarnos con cariño, aprender a valorar lo que somos, quiénes somos, todo es un proceso que lleva tiempo, lleva esfuerzo, pero vale la pena.